Circula un vídeo por internet en el que un reportero entrevista a Wilfred Agbonavbare, quien fuera portero del Rayo Vallecano entre 1990 y 1996. El periodista le pregunta por los insultos que había recibido desde uno de los fondos del Santiago Bernabéu durante todo el partido, desde donde se coreaba “negro, cabrón, recoge el algodón” o “Ku Klux Klan”. ¿Cuál fue su respuesta? “Es normal, soy moreno y habiendo parado como hoy, esperaba que la gente me chillase”.
La bondad del futbolista nigeriano -fallecido en 2015 de un cáncer- entristece, pero sus palabras resultan muy reveladoras. Permiten apreciar que detrás del racismo de esa panda de energúmenos se encuentra el gran problema que impulsa esos cánticos: el forofismo, que es una de las formas más patéticas y extendidas de tribalismo. Es decir, de uno de los refugios más habituales de los fracasados y de quienes conciben las sociedades como conjuntos de clanes en disputa.
Lo de Vinícius Jr. tiene que ver con ese fenómeno porque el fútbol, en realidad, es eso. Es el circo moderno y un juego que siempre ha sido un imán para la gentuza. Detrás del memo que insultaba a Wilfred, que llamaba “mono” a la estrella del Real Madrid o que lanzó un plátano a Dani Alves hay una enorme frustración, que es la que conduce a comportarse de forma muy primaria. Es la que lleva al padre a inscribir a su hijo en un equipo para tratar de realizar a través de su vástago su sueño incumplido de ser futbolista. Ese pobre hombre -perdedor, como la mayoría- acude a los partidos de categorías inferiores para insultar al entrenador, a los alevines del rival y retar al árbitro, en la descarga de ira más patética imaginable.
De padres a hijos; y de hijos a padres. El adolescente que veía todo eso los sábados por la mañana asistió a Mestalla hace unos días e imitó el habla del mono para atacar a Vinícius Jr., despertando serias dudas acerca de si el emisor de ese grito dispone de la capacidad para pronunciar frases más complejas. Por supuesto, el futbolista tiene todo el derecho del mundo a quejarse y a denunciarlo. Ahora bien, también debería saber que el papel que tiene asignado es el de gladiador contemporáneo. Por tanto, cualquiera de sus acciones será utilizada por cualquiera de los que le rodea en su propio beneficio. Por su representante, por su equipo, por los enemigos de su club y por sus patrocinadores. Ser una estrella del circo siempre ha garantizado una vida de riquezas, pero eso no quiere decir que sea sencilla. Te utilizan hasta que les dejas de servir.
¿Están los ultras fuera de todos los estadios?
Hay algo que habla bien de los grandes clubes españoles, y es que sus presidentes se enfrentaron a los más tontos de su grada -Ultrasur y Boixos Nois- y los echaron. No ocurrió así en otros casos, como la del equipo que parece satisfecho con tener entre sus abonados a quienes mataron a un aficionado de la Real Sociedad, lanzaron a un tipo al Manzanares o colgaron de un puente un muñeco con la camiseta de Vinícius Jr., al estilo de los narcos en Monterrey. Pese a todo, resulta imposible eliminar a toda la chusma que forma parte de este deporte... porque su papel en el mundo actual la atrae de forma irremediable. Hace no mucho, apelaban a poner bombas a los policías en las calles de Sevilla. Eran del Osasuna.
El fútbol atrae a la peor calaña y eso es lo que provocó que un muchacho de 13 años muriera en Sarriá, en 1992, porque un ultra lanzara una bengala con una pistola marítima y aterrizara en su pecho. O que un Boca – River tuviera que disputarse en Madrid. O lo de Heysel. O el trágico tumulto de hace unos días en El Salvador. O episodios más serios, como los equipos que se utilizaron y utilizan para lavar dinero o engordar egos. El Millonarios de Bogotá o el América de Cali fueron empleados para la causa. Muchos más.
En el terreno patrio, la situación de las instituciones futbolísticas es un fiel reflejo de la realidad que vivimos. Sería muy largo de contar todo esto en un artículo, pero conviene citar algunos episodios muy ilustrativos. Por ejemplo, que los cuatro imbéciles que colgaron el muñeco de Vinícius Jr. de un puente hayan sido detenidos el otro día, un buen tiempo después de su acción, cuando la polémica sobre el racismo en los campos españoles se había internacionalizado... y en plena campaña electoral. La sensación de que las Fuerzas de Seguridad del Estado se utilizan para proteger los intereses partidistas causa, como poco, desasosiego.
El periodismo de bufanda
También resulta muy ilustrativa la reacción de la profesión periodística, que en el terreno deportivo alcanza bate muchas veces sus peores registros. Aquí se puede situar desde al antiguo director de Comunicación del Real Madrid, Antonio García Ferreras, especialmente hiperventilado con este tema (casualidad...); hasta a Pipi Estrada, al que le faltó culpar a Vinícius Jr. de que le llamaran 'mono'. Mención especial merece el ridículo de la prensa deportiva valencianista, a la que le ha faltado condecorar a los batracios de su grada.
No han estado mucho más lúcidos en Cataluña, donde se publican cabeceras como Mundo Deportivo, la cual contrató a Enríquez Negreira en 2019 para que realizara análisis arbitrales a 52 euros la unidad. ¡Qué casualidad! El vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros que asesoró al FC Barcelona mientras ejercía sus funciones en la Federación terminó en un periódico del conde de Godó. Y que nadie piense mal ni de una cosa ni de otra. De lo contrario, se le acusa de llevar puesta la camiseta del Real Madrid. Así están las cosas por allí. Y por acá.
Tampoco puede señalarse el pozo sin fondo de asuntos oscuros que es el FC Barcelona, por cuyo estadio pasó la cadena humana independentista, cuyo presidente defendió esa opción política en unas elecciones y cuyo expresidente lanzó un comunicado por el 1-O. Ahí se demostró que el nacionalismo es otra manifestación dañina del tribalismo que hoy salpica el fútbol. Por eso, tantos paniaguados de por allí hoy critican a Vinícius Jr.
¿Y qué decir del presidente de LaLiga, del salvador del fútbol y, sobre todo, de sí mismo? Su primera reacción, tras el escándalo del domingo, fue la de condenar los hechos, pero, a la vez, la de culpar a Vinícius Jr. de no haber acudido a sus clases anti-racismo. Después, ha rectificado, pero su primer repente deja claro de lo que va esta persona. La misma que ha sido advertida por la CNMC en varias ocasiones por las sospechas de trato de favor a Mediapro. Esta última, por cierto, presidida por otro personaje sobre el que no hay que sospechar, Jaume Roures, para quien trabaja Miguel Cardenal, exdirector general del Consejo Superior de Deportes. El que en 2015 ocupaba este puesto cuando se aprobó el Real Decreto que regulaba la venta centralizada de los derechos audiovisuales de La Liga. ¿Fue necesaria esta ley para salvar este deporte? Seguramente, hizo más equitativo el reparto del dinero de la televisión. Pero de los movimientos de sus promotores se pueden sacar varias conclusiones sobre el fútbol actual.
En defensa del agredido, siempre
A la vista de todo esto, quizás Vinícius Jr. debería emular a Cristiano Ronaldo, hacer oídos sordos ante esa gentuza y dedicarse a perseguir los récords que merece como gran futbolista que es. Tiene todo el derecho a denunciar lo que le ha ocurrido... y hace bien. Pero mucho me temo que el fútbol no tiene remedio y, como todas las estrellas, a su lado seguramente tenga menos amigos de los que él cree.
Lo peor de todo esto es la sensación de que se ha vuelto a utilizar el racismo para defender causas espurias. No ya sólo las económicas y las futbolísticas, sino también las políticas. ¿Hubieran reaccionado de la misma forma los partidos o la policía si no hubiera una campaña electoral? Ni mucho menos.
Sin ir más lejos, en la ciudad del club de quien firma estas líneas, que es Valladolid, los dos candidatos a la alcaldía pugnan estos días por el cariño de Ronaldo Nazario. De forma muy patética, por cierto. Saben que el fútbol mueve votos y que las elecciones, como los estadios, son dos terrenos donde la irracionalidad y la estulticia juegan un papel fundamental.
Apeiron
Muy acertado análisis, le felicito. En el fútbol hay violencia, es parte del negocio. Muchos de los que pagan los abultados precios de las entradas no lo hacen sólo para ver el partido, que eso lo podrían hacer mejor en su casa o en un bar, sino para desahogar sus instintos de agresividad. Y los jugadores lo saben de sobra y saben también que es un peaje que deben asumir a cambio de una notoriedad e ingresos económicos que no se disfrutan en ningún otro deporte. Apenas se está hablando del intento de linchamiento de los jugadores del Barcelona cuando estaban celebrando haber ganado la liga en el campo del Español. Recordemos que cientos de hinchas del Español saltaron al campo sin que nadie lo pudiese impedir y que los jugadores del Barcelona tuvieron que huir para salvar sus vidas. Afortunadamente no pasó nada, pero faltó muy poco. Es bastante más grave que los insultos a Vinicius pero en aquel momento se aceptó con bastante naturalidad en comparación. Cuanta hipocresía...
S.Johnson
Exacto.
Beeblebrox
Acertadísima la catalogación del subhumano que paga sus fracasos personales insultando a un jugador en el campo, pero no se puede aceptar ese estado de cosas. En general en España se tolera la justificación de la alimaña semihumana que rompe, insulta, agrede... Yo lo atribuyo a la costumbre de blanquear a ETA y a las bandas de matones que actúan de piquetes en las huelgas. Me parece muy inteligente de Vinicius haber decidido armar un escándalo cuando la liga está decidida y sus tarjetas o incidentes no tienen más transcendencia para obligar a los que mandan en la Liga a que por lo menos a él le protejan
Urenga
La chica que trabaja en casa desde hace cerca de diez años, primero como interna y luego como externa tras casarse, es extranjera y tenemos con ella, lógicamente, mucha confianza. El otro día me preguntó sobre este asunto y le dije más o menos lo siguiente: Que esos mismos animales, si el jugador negro fuese suyo y metiese goles, lo abrazarían, lo adorarían, lo besarían. Que de hecho hay jugadores negros en el Valencia y todos tan contentos. Que un racista en sentido estricto no querría negros en su equipo en ningún caso, como los equipos vascos con jugadores del resto de España, y que ésos son sólo alimañas que buscan la forma de hacer más daño, ofender más y descomponer más al jugador contrario y, en este caso, es llamarlo negro. Si fuese un jugador bajito lo llamarían enano como a Jordi Pujol o a Almeida. Dicho esto, el problema es que es imposible diferenciar una cosa de la otra, y que su prevalencia puede derivar o incitar a más acciones realmente racistas, por lo que pienso que hay que tratarlo con la máxima severidad sin pretender hacer tanta disección ni hilar tan fino, tratándolo como un auténtico problema racista.
sinperdon
Todo es por que Vinicius es del Madrid.Le llaman cosas racistas pero para fastidiarle a tope y lo consiguen.Ayer Pepe Reina ,muy ponderado,dio en la diana.No se cree que esto sea por racismo.Mas bien hay como un pique de Vinicius y los que le marcan.El se tira en cuanto le tocan y eso molesta.Ademas deja a veces sentado al defensa y eso molesta tambien y al publico en lugar de pasar de èl,pues se enfrenta con èl .Mal por Vinicius.A Mesi no habia quien le tocase,era tarjeta asegurada.Osea que para mi ,absolutamente al 100% la culpa es de los arbitrajes.Si fuese el Barsa,no se habia pasado ni una.Florentino tambien lo dijo:osea le hinchan a patadas y porque protesta ,la tarjeta es para Vinicius Aparte ya de este caso concreto,en general:pareciese que interesa agrandar todo esto del racismo por que hay determinadas cosas que si estan de veras perseguidas.Pero perseguidas mas que decenas de delitos bastante peores.Como se califica de racismo a un colectivo¿por llamar mono?yo creo que mas bien seria lo que ocurria en los EEUU en los 60(antes era esclavitud)Un insulto,no deja de ser un insulto.HP es peor que llamarle negro y a coro se oye los de HdP en los estadios y en la vida cotidiana
Jaime555
No actuemos ni pensemos desde el forofismo, en todos los clubes de fútbol, en la política y en otros campòs de la vida social se permite todoa los nuestros y se rasga uno las vestiduras si lo hace el contrario. Pero hay hechos objetivos, los insultos, las amenazas, que deben ser denunciados y los auspiciadores (clubes, políticos,...) eliminados de la vida pública. Lo malo es que hay tanto que limpiar que no sabemos por donde empezar, pero caso nadie está libre de pecado. Eliminemos el forofismo
Emilezolacuso
¿Mande? En ESPAÑA no es que haya RACISMO, es que hasta GOBIERNAN. ¿Cuál es el ADN, espíritu y letra de quienes configuran gobiernos, partidos en ESPAÑA: - Racistas. - Xenófobos. - Genocidas. - Golpistas. - Terroristas. ¿De qué va el personal?
Yorick
«Es el circo moderno y un juego que siempre ha sido un imán para la gentuza». La gentuza, así como la antigentuza, es atraída por muchos imanes: el fútbol, el periodismo, el antifútbol...
gwy
Es absurdo y contraproducente mezclar los ataques racistas y la violencia que lleva a matar de un navajazo con la tragedia del chaval de Sarriá, que fue un espantoso accidente por estupidez pero sin maldad. Hablamos de una sucesión creciente de agresiones, desprecios e impunidades que empezó hace cinco años cuando se desató una campaña desaforada contra el Madrid y Vinícius porque "era injusto para con los rivales que un jugador tan bueno jugará en el Castilla". El resultado fue que a las dos o tres emanas un jugador del Atlético B pensó que era una buena idea morder la cabeza a Vini. Luego vino una época "fácil" para los odiadores impunes, porque les bastó con limitarse s reírse de los fallos del chaval en el campo y de su empeño y encabezonamiento por seguir intentando hacer su juego. Pero la cosa se desquició cuando, además de empezar a ser decisivo, se descubrió que donde Cristiano respondía con chulería a las provocaciones , Vini se enfadaba. De ahí al pozo del racismo todo ha sido un crescendo "natural" bendecido, sonreído y jaleado por la pseudoprenss parásita.
Reliable1
Muy bien relatado la intrahistoria de ese mundo forofo Sr. Arranz. No obstante, debería buscar a algún psicólogo o un estudioso que entienda sobre la inteligencia emocional o como se llame ese área del comportamiento para explicar que un muchacho afavelado que no hizo el bachillerato, ni menos pasó el "vestibular"* en su Rio natal haya hecho vibrar el mundo deportivo. Su "no callarse" ante nada ni nadie, ¿qué es? leñe! El COU o Selectividad.
vallecas
Parece que voy a tener que explicarlo varias veces hoy. De siempre, en los campos de fútbol de cualquier categoría o región, insultar GRAVEMENTE está permitido, aceptado, no perseguido. La misma persona que educadamente hace la compra en el "súper", en el campo de fútbol de su pueblo va diciendo "hijo de p......." a diestro y siniestro. Lo hace porque las AUTORIDADES lo permiten, la impunidad gobierna en los campos de fútbol, aceptando situaciones INACEPTABLES. Cuando el GOBIERNO DE ESPAÑA no corta de raíz los "ese portugués que hijo p.... es" "Piqué. Sakira es una p......" o " p....... mono". Esta dejando una bomba de relojería a punto de estallar. Pues bien. Ya ha estallado.
Leonidas
Dejé de ver los partidos de mi hijo cuando era pequeño por el bochorno de ver a los padres y madres energúmenos con un comportamiento indignante. Pero es la sociedad que crean políticos delincuentes . Lo alucinante es que sea un escándalo ésto y libertad de expresión insultar al rey y quemar sus fotos. ¿No hay más odio ahí?
Setre
Como siempre, forofismo. En este caso, madridista. El otro día hubo cánticos homófobos contra Guardiola. Todos callados. Forofismo merengue, idéntico al culé. Sois igualitos a los culés. Víscera identitaria sin un ápice de espíritu crítico