El Gobierno vasco invertirá 6,6 millones de euros en la compra del 7% del accionariado de Kaiku. Así lo anunciaba este martes el consejero de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu, tras la reunión del Ejecutivo que preside Íñigo Urkullu. El Gobierno autonómico justifica la operación por el "arraigo" de la empresa láctea en Euskadi, cuando en realidad la compañía está controlada hace años por la multinacional suiza Emmi.
Concretamente, Aspiazu autorizaba al Instituto Vasco de Finanzas (IVF) para adquirir por 6,6 millones de euros el 7,31% de Kaiku Corporación Alimentaria, sociedad matriz del Grupo Kaiku dedicada a la comercialización, distribución y venta de productos lácteos y agroalimentarios. Esta empresa facturó 390 millones de euros en 2018. El citado IVF es un ente público dependiente del Gobierno Vasco dedicado a facilitar el acceso a la financiación de las empresas vascas.
Con su nuevo paquete accionarial, el Ejecutivo vasco seguirá siendo un socio minoritario, ya que la citada empresa suiza controla el 70% del accionariado de Kaiku. La justificación de este movimiento está, en palabras del consejero, en "defender el arraigo" de la compañía de origen vasco.
No hay una paradoja, pero sí otra
En otras palabras, el Gobierno vasco invierte dinero en una empresa de origen vasco, sí, pero que depende por completo de una multinacional suiza. La aparente paradoja que supone esta operación se explica porque en realidad el Ejecutivo de Urkullu pretende que Kaiku utilice la leche de "kilómetro cero". Esto es, así se fomenta el uso de leche de las empresas ganaderas vascas de Guipúzcoa, la provincia donde Kaiku tiene sus instalaciones.
Lo que sí resulta paradójico es que el Gobierno vasco haga esta operación justo después entidades controladas por el propio Ejecutivo abandonasen el accionariado. Y es que Kutxabank, el Grupo Mondragón y las diputaciones vascas han salido del accionariado de Kaiku en los últimos tiempos. Es de sobra conocido que el propio Gobierno regional controla Kutxabank y las diputaciones no hacen este tipo de movimientos sin tener en cuenta a Ajuria Enea.
En suma y por paradójico que sea o parezca, Kaiku sigue siendo una marca vasca reconocible pero que depende del dinero suizo y al mismo tiempo continuará utilizando la leche de la comunidad.
A vueltas con el "arraigo" de las empresas
No es demasiado habitual que el Ejecutivo vasco entre en el accionariado de empresas privadas, pero las veces que ocurre siempre es con el citado argumento de la defensa del "arraigo" de las compañías. Eso sí, en los últimos tiempos el mismo Gobierno de Urkullu ha abandonado la batalla por el control de otras conocidas corporaciones del País Vasco.
El caso más conocido y más reciente es el de Euskaltel. La empresa de telecomunicaciones está ahora mismo controlada por el fondo británico Zegona que, si consigue sacar adelante sus planes, venderá en los próximos meses la red física de telecomunicaciones de la teleco. Algo más que llamativo teniendo en cuenta que buena parte de esa red fue un 'regalo' del propio Gobierno vasco.