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Consejos para usar un calientacamas eléctrico correctamente

Una cama fría, por muchas mantas de las que disponga, no inducirá a un sueño plácido y reparador. En las zonas de mucho frío puede ser complicado crear el ambiente

Una cama fría, por muchas mantas de las que disponga, no inducirá a un sueño plácido y reparador. En las zonas de mucho frío puede ser complicado crear el ambiente ideal para el descanso, pero accesorios como el calientacamas eléctrico pueden ser una apuesta útil por el confort.

El calor resulta relajante, por lo que favorece el sueño. De hecho, se usa en tratamientos específicos para destensar los músculos. Es lo que ofrece el calientacamas, un producto que resulta versátil por la variedad, además de seguro.

1. Elige bien

El primer paso es hacerte con el producto adecuado. Ten en cuenta unos parámetros básicos de compra, especialmente los relacionados con la seguridad. Debes asegurarte de que posee los sistemas necesarios de protección contra el sobrecalentamiento, el sobreconsumo o ante cortocircuitos o derrames de líquidos.

Asimismo, deberías revisar si es lavable o no, si tiene las dimensiones adecuadas a la cama donde lo vas a usar, si cuenta con garantías, si hay un servicio técnico con el que puedas contactar, cuál es su potencia o de qué funciones puedes hacer uso y cómo.

Para que veas en la práctica qué puedes esperar de un calientacamas eléctrico, revisamos las características de dos productos.

Calientacamas Camry CR 7421: ocho niveles de temperatura

Es un calientacamas doble que se puede usar en camas de matrimonio, pues mide 180 x 160 cm. Lo más significativo del producto es que tiene ocho niveles de temperatura, y el mando facilita su control.

El exterior tiene forro polar para conservar el calor, y el interior es de poliéster. Se puede lavar a mano o a máquina, aunque no a más de 30 °C. Además, tiene protección contra sobrecalentamientos.

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Calientacamas Dr. Watson de Klarstein: la manta de microfibra

Es una manta eléctrica con 120 W de potencia y tres niveles de intensidad. Podrás controlar su uso a través de un mando extraíble, y se apaga automáticamente a las tres horas por seguridad.

Está hecha en una microfibra suave y tiene unas dimensiones de 180 x 130 cm. Además, se puede lavar en la lavadora en un programa que no supere los 30 °C.

La compré para mi madre y está encantada. Ya tenía una, pero se le estropeó. A diferencia de la anterior, esta es mucho más grande y pueden utilizarla perfectamente 2 personas.Cliente Amazon

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2. Ponlo en el lugar adecuado

Debes colocar el calientacamas sobre el colchón, por debajo de la sábana bajera o ajustable. Al colocarlo, comprueba que ni la propia manta ni el cordón queden atrapados o arrugados bajo la pata de la cama o, en el caso de que esta sea ajustable, entre alguna bisagra.

Por otra parte, cuando no lo estés usando debes almacenarlo de acuerdo con las instrucciones del fabricante.

3. Úsalo correctamente

Para hacer un uso correcto y seguro del calientacamas, debes revisar y seguir las instrucciones del fabricante. No lo uses cuando esté húmedo, ni tampoco doblado o arrugado.

Lo ideal es que enciendas el calientacamas antes de irte a dormir y, una vez acostado, lo apagues antes de quedarte dormido. Temporada tras temporada, revisa bien los signos de desgaste o daños, y evita insertar agujas o alfileres para hacer remiendos.

En definitiva, los consejos para utilizar un calientacamas correctamente se reducen a tres: elegir el correcto valorando bien los parámetros esenciales de compra, colocarlo bien en la cama y usarlo del modo que sugiere el fabricante.

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