La importancia de cuidar nuestros pies
No es exagerado decir que los pies son nuestros cimientos, las partes del cuerpo sobre las que se sustenta el resto del organismo. Andar, correr, saltar, bailar, movernos, desplazarnos, es algo que hacemos con los pies. Sin embargo, en muchas ocasiones, damos por supuesta su presencia, su robustez, y a saber por qué, quizá no les prestamos los cuidados necesarios.
Conforme crecemos y cambiamos físicamente, el pie también lo hace. No, no es ajeno a las transformaciones que sufre nuestro cuerpo. Y pueden asomarse problemas en los huesos, en las articulaciones, en la piel, que tenderá a hacerse más fina, en la pisada…
Es imprescindible por tanto atender a los pies y a su cuidado como hacemos con otras partes del organismo y darles la importancia que tienen en nuestro día a día, que es mucha.
¿Por qué es importante conocer los problemas que pueden afectar a nuestros pies?
Pues por la sencilla razón de que problemas comunes que pueden afectar a nuestros pies han de ser tratados de la forma adecuada para paliarlos o remediarlos y para prevenir que no vayan a más o incluso una vez eliminados evitar que vuelvan a surgir. Pero, ¿cuáles son esos problemas comunes de los pies?
Problemas comunes de los pies:
- Pie cavo: es aquel en el que la bóveda o arco plantar es más acusado de lo normal.
- Hongos en las uñas: son una infección común de la uña. Comienza como una mancha blanca o amarilla amarronada debajo de la punta de una uña de un dedo de la mano o del pie
- Verrugas plantares: son tumores pequeños y ásperos en los pies. Suelen aparecer en la región metatarsofalángica y los talones de los pies, las zonas que soportan mayor presión.
- Pies planos: es una afección común, en la que los arcos de la parte interna del pie se aplanan cuando se ejerce presión sobre ellos
- Callos y callosidades y durezas: los callos duros suelen formarse en la punta de los dedos de los pies o en el borde externo del dedo pequeño del pie. Las durezas son un engrosamiento de la capa más superficial de la piel del pie a causa de un aumento de células muertas y descamadas.
- Fascitis plantar: la fascitis plantar es una inflamación del tejido fibroso (fascia plantar) a lo largo de la parte inferior del pie que conecta el hueso de tu talón con los dedos de los pies.
- Espolón calcáneo: es un crecimiento del hueso del talón en forma triangular o de lanza
- Neuroma de Morton: es una afección dolorosa que afecta el metatarso, más frecuentemente el lugar entre el tercero y cuarto dedo del pie
- Pie de atleta: es una infección fúngica en la piel que, por lo general, comienza entre los dedos de los pies
- Ampollas: una ampolla es una pequeña bolsa de líquido que se forma en un área del cuerpo, también en los pies. Estas burbujas pueden variar de tamaño y ocurren por diferentes razones
- Dedos en martillo: son deformidades de los pies que se producen debido a un desequilibrio en los músculos, los tendones o los ligamentos que normalmente mantienen rectos los dedos de los pies
- Juanetes: es una protuberancia ósea que se forma en la articulación en la base del dedo gordo del pie. Ocurre cuando algunos de los huesos de la parte frontal del pie se salen de su lugar.
Causas de los problemas de los pies
A parte de problemas genéticos o de la evolución de nuestro cuerpo, hay otras razones que pueden ahondar en nuestros problemas de pies o hacer que aparezcan. Y estas pueden ser:
- Uso de zapatos inadecuados
- Falta de higiene y cuidado de los pies
- Actividades físicas intensas
- Enfermedades como la diabetes
Prevención y tratamiento de los problemas de los pies
Los problemas de los pies se pueden prevenir, mitigar, paliar o eliminar en muchos de los casos. Para ello, es importante seguir algunas pautas:
- Mantener una buena higiene y cuidado de los pies
- Uso de calzado cómodo y adecuado
- Tratamiento temprano de cualquier problema
- Consultar con un podólogo en caso de problemas persistentes
La importancia de cuidar nuestros pies y conocer los problemas que pueden afectarlos: consejos finales para prevenir y tratar los problemas de los pies
No esperes a tener dolor o a lesionarte, porque puede ser demasiado tarde. La prevención es la mejor medicina pero si incluso así tienes problemas, ponte a tratarlos en cuanto aparezcan los primeros síntomas indicativos de que algo no va bien, porque cuando antes se ataje el problema, antes lo podremos solucionar y menor será el daño.
Es importante también pasar alguna revisión en el podólogo así como revisar, si el problema viene por ahí, el tipo de pisada que tenemos a la hora no sólo de andar, sino también de hacer otro tipo de ejercicio
Junto con ello, el mejor calzado posible, el que nos sea más cómodo, porque va a ser el que nos lleve y el que nos proteja de posibles problemas. Un mal calzado nos puede ocasionar disgustos.
Por supuesto, tener siempre los pies limpios y secos, para minimizar la posibilidad de que aparezcan hongos . Cuidar las uñas y así huiremos de las uñas encarnadas, que más allá del dolor, puede provocar la aparición de callos y durezas. Un cuidado correcto de mano del podólogo que podrá solventar problemas como los juanetes así como te dirá si necesitas plantillas, por ejemplo porque tengas el pie plano, u otras recomendaciones encaminadas a proteger la salud y el bienestar de tus pies.