Podemos ha lanzado una campaña para que funcionarios del Estado se incorporen como altos cargos en los cuatro ministerios que controlará. Sin embargo, según explican fuentes del partido morado, la tarea se está revelando más difícil de lo esperado. El temor de Podemos es verse obligado a mantener a funcionarios de área socialista, que podrían torpedear los trabajos de cada departamento.
Más allá de los nombramientos políticos, en los ministerios que controle Podemos --Trabajo, Universidades, Igualdad y Consumo--, el partido de Iglesias deberá sumar a funcionarios del Estado a sus equipos. Se trata, por ejemplo, de direcciones generales y otros altos cargos donde el partido morado está obligado a fichar a perfiles administrativos y no eventuales o políticos.
Según fuentes del partido morado, todavía no se han asignado muchos de esos cargos. Y en algunos casos se están “detectando problemas” a la hora de convencer o buscar perfiles adecuados.
Si Podemos es incapaz de colocar altos cargos de su máxima confianza, en el PSOE creen que acabarán nombrando a personas de área socialista
La intención de Iglesias es incluir a personas de su máxima confianza y también a diputados del grupo político, que permitiría cerrar filas en el caso de una crisis de gobierno con el PSOE. Posibles díscolos y fieles que entrarán en secretarías del Estado, departamentos, asesorías vinculadas a los ministros morados, pero que no serán suficiente para que todo fluya.
"El PSOE tiene el Estado"
“Si tienes un director general que no es de tu cuerda y decide que no quiere aprobar un proyecto, todo se paraliza”, admite un miembro de Podemos en conversación con Vozpópuli. Este dirigente no es el único que reconoce que todavía los equipos no están cerrados, y que la percepción es que los fichajes se están revelando más complicados de lo esperado. “Están teniendo problemas”, afirman también fuentes de varios ministerios.
Los socialistas, por su parte, gozan de una ventaja. El partido de Pedro Sánchez lleva años gobernando a nivel nacional y local, y tiene banquillo para esos cargos. Si Podemos es incapaz de colocar altos cargos de su máxima confianza, en el PSOE creen que acabarán nombrando a personas de área socialista.
“El cuerpo de funcionarios del Estado es en línea general muy conservador. Lo que hay de izquierda es del PSOE", comentan desde Podemos para explicar su debilidad. "No hay nada que hacer: ellos [el PSOE] tienen el Estado".
Del Olmo, el verdadero Jefe de Gabinete
Aun así, miembros del partido morado aseguran que se están realizando entrevistas a varios niveles para completar todos los equipos ministeriales y el núcleo duro que acompañará a Iglesias en la vicepresidencia. Entre los nombres políticos se encuentran el exJemad Julio Rodríguez y la diputada Ione Belarra, que colaborarán con Iglesias en las tareas de la vicepresidencia. Vicky Rosell será delegada del Gobierno para la violencia de género, mientras que el economista Nacho Álvarez será secretario de Estado de derechos sociales.
Fuentes de Podemos aseguran que la estrategia política de los morados seguirá en manos de Iglesias, Irene Montero y Juanma del Olmo. "Juanma será el verdadero Jefe de Gabinete", aseguran desde las entrañas de Podemos, para comentar el nombramiento de Julio Rodríguez.
Enrique Santiago da el relevo a Garzón
Pablo Echenique será el portavoz en el Congreso, mientras que en IU preparan el relevo de Alberto Garzón, futuro ministro de Consumo, con Enrique Santiago, líder del PCE y pieza clave en las relaciones con Podemos. Rafa Mayoral, otro líder histórico de Podemos, también tendrá visibilidad política, aunque queda en el aire su entrada en el Ejecutivo. Su pasado en Kinema, cooperativa que ha entrado en la investigación periodística por la financiación de Podemos, podría representar un problema para su inclusión.
Iglesias trabaja para que el gobierno aguante toda la legislatura. Por ello, después de la primera traición del PSOE (anunció una cuarta vicepresidencia al margen de la negociación con los morados) ha ordenado a los suyos no hacer ruido. Aun así, se percibe desconfianza. Y la falta de equipos sólidos en los departamentos ministeriales podría complicar la tarea del gobierno. “Bienvenidos a la política real”, comentaban irónicamente entre ellos algunos miembros de Podemos.