Política

El Tribunal de Cuentas investiga pagos de Podemos a una consultora portuguesa durante la campaña

El partido morado contrató con una firma de Big Data en Portugal, cuya matriz es un holding financiero en Río de Janeiro

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El Tribunal de Cuentas ha pedido información específica a Podemos sobre varios contratos firmados durante las campañas electorales de 2019 con la empresa portuguesa ABD Europa. Según fuentes de Podemos, el organismo encargado de fiscalizar el gasto y la recaudación de dinero en las campañas electorales ha pedido albaranes, facturas detalladas y justificación de servicios ante la duda de otro caso Neurona, tal y como adelanta en exclusiva Vozpópuli.

Fuentes del partido morado reconocen que esta investigación se enmarca en las mismas sospechas de “facturas infladas” que involucran a la consultora creada en México, Neurona, que tiene una filial en España y está vinculada a Juan Carlos Monedero. En el caso de la empresa portuguesa, las facturas investigadas alcanzan un total de 100.000 euros, según fuentes de Podemos. 

De acuerdo con el registro mercantil de Portugal, la empresa dueña de ABD se llama A.i. Big Data Group, tiene sede en Río de Janeiro y es considerada un holding financiero. “Que contratemos con una empresa que es filial de un holding brasileño es muy fuerte”, comentan miembros del partido morado.

A lo largo de 2019, concretamente en los dos primeros ciclos electorales de las generales, autonómicas y europeas, Podemos destinó una ingente suma de dinero a empresas y consultoras encargadas de ayudar en la difusión de su mensaje y propaganda. Solo en Facebook, aseguran desde las entrañas del partido morado, el gasto superó el millón de euros para trabajos de publicidad segmentada para las generales y autonómicas. Otros varios centenares de miles de euros se pagaron a firmas encargadas de ayudar en la difusión del mensaje y promoción de los candidatos.

Pablo Iglesias arropó a Juan Carlos Monedero en su comparecencia.

Big Data y financiación

El Big Data, o sea la difusión de propaganda y el análisis en redes, fue el canal principal de exposición elegido por Podemos para su campaña. Parte de esa campaña la llevó una empresa portuguesa, ABD Europa, que al igual que Neurona tiene una matriz en América Latina

El temor o sospecha de varios cuadros intermedios y políticos del partido morado es que la cúpula haya contratado a firmas como Neurona o ABD para trabajos que en realidad ejecutaron empleados del partido. Y que todas estas operaciones formaron parte de un entramado de contactos y dinero entre América Latina y Podemos, que podría extenderse a la financiación del partido. “Tal vez [esos contratos] sirvieron para devolver antiguos favores o para recaudar fondos con los microcréditos”, apuntan las fuentes consultadas.

La relación entre empresas colaboradoras de Podemos y sus campañas electorales llega, de momento, hasta México, Brasil y Bolivia. Como ha ido desvelando Vozpópuli en varias exclusivas, Neurona trabajó en el diseño del logo de Unidas Podemos, en la promoción en redes de dirigentes como Irene Montero y en otros tipos de campañas.

Todos esos trabajos se realizaron a lo largo de 2019. Una coincidencia peculiar, puesto que la filial española de Neurona se registró en España pocos meses antes de las elecciones, concretamente en el mes de marzo. “Hay que aclarar si estas empresas tienen de verdad trabajadores o son empresas pantallas, porque no puedes realizar trabajos de campaña electoral por centenares de miles de euros sin trabajadores”, resumen en Podemos.

"Irregularidades financieras"

La empresa portuguesa, en cambio, lleva en activo desde 2017. Su matriz se creó en 2010. Entre los dos gerentes de la firma portuguesa que se encarga de estudios de mercados y encuestas, figuran dos personas que también son socios de la matriz brasileña y de otra sociedad, IDEAIA Big Data, que ha trabajado para el partido de Lula Da Silva y Dilma Rousseff, además de por el de Evo Morales en Bolivia.

En artículos de la prensa internacional también se mencionan servicios para Podemos, a la vez que se destaca que su método de trabajo es parecido al de Cambridge Analytica, una compañía que analizaba datos de usuarios en Facebook para procesos electorales y que ahora se enfrenta a investigaciones criminales en Reino Unido y Estados Unidos. La sospecha de algunos en Podemos es que el partido haya podido colaborar con la red social en sus operaciones de campaña electoral.

Sea como fuere, el Tribunal de Cuentas es el único organismo que puede detectar la existencia de eventuales irregularidades. Lo que sí se sabe es que los abogados de Podemos cesados por la cúpula a lo largo de 2019 acusaron al partido morado de “irregularidades financieras” en una carta que dirigieron al principal órgano de la formación, y que desveló en exclusiva Vozpópuli.

Dudas sobre los microcréditos

Si se determina la existencia de una financiación a Podemos a través de otros países o gobiernos, aunque sea a través de empresas “tapaderas”, la investigación podría acabar en el ámbito penal. Así que todos miran, más allá de los contratos a las consultoras, al canal de la recaudación de microcréditos.

A diferencia de las donaciones, que pasan por el control de Hacienda, los microcréditos sortean todo tipo de control. Podemos solo ofrece datos por las recaudaciones que superan los 5.000 euros, y este es el problema al que se enfrenta el Tribunal de Cuentas en su análisis.

A lo largo de 2019, en un contexto político de máxima dificultad para Podemos, el partido morado logró cifras récord de recaudación. Para varias fuentes de Podemos, ese extremo es por lo menos "anómalo". Por ello, el PP depositó el pasado miércoles una petición al Tribunal de Cuentas para que realice un análisis exhaustivo, “específico” y “desglosado”, de todos los microcréditos recibidos por Podemos y otros partidos.

“Quieren saber quién realizó los microcréditos y si personas que no tienen ingresos entregaron miles de euros a Podemos”, explican desde el partido. Aunque otros recuerdan: “Va a ser difícil demostrar si hay irregularidades, porque nadie puede saber si un donante tiene dinero escondido, por ejemplo, en el colchón…”. Aun así, todos coinciden en que si se abre una investigación será más fácil encontrar testigos o posibles denunciantes.

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