Catalunya en Comú, la agrupación liderada por Ada Colau, y en la que participa la formación de Podemos en Cataluña, acaba de anunciar que suspende las primarias para “ahorrar los costes económicos de la votación online”. Serán únicamente las asambleas territoriales de la formación las que ratificarán la lista de candidatos que aspiran a llegar al Congreso de los Diputados después de las elecciones del 28 de abril.
El cabeza de esta lista es Jaume Asens, un abogado afín al bloque separatista. Asens respalda la “defensa" de los colegios el 1 de octubre, cree en el “derecho a decidir” y en un referéndum para la autodeterminación. El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, apostó por él en lugar de Gerardo Pisarello.
Esta decisión está despertando las críticas del sector federalista, que pedía apostar por más agenda social y alejarse del segmento separatista. Al no haber primarias por Internet, que estaban previstas para los días 12 y 14 de marzo, desaparece el peligro del voto de rechazo a la lista ya planchada por la dirección de Catalunya en Comú. Los críticos aseguran, de hecho, que votar en las asambleas territoriales blinda el apoyo a la decisión de la dirección.
En su comunicación a los inscritos, la dirección de Catalunya en Comú argumenta que anular las primarias por internet permite ahorrar y “poner todas las energías de los activistas y los equipos en el reto de ganar las próximas elecciones generales en Cataluña”. La formación ratificará en esas asambleas también los acuerdos de coalición con la marca catalana de Podemos, Podem.
Candidato afín al separatismo
La apuesta por un candidato más afín al separatismo está creando un división interna en Catalunya en Comú. Hace tres años, la coalición catalana de Podemos logró más de 800.000 votos y 12 diputados. Ahora los sondeos no son tan generosos. Y tanto Colau como Iglesias han decidido mover a los comunes en el terreno del independentismo.
Lo hace después de la salida de Xavier Domènech, que mantenía un perfil más equilibrado entre los dos ejes social y separatista. Fuentes de Podemos temen que en una campaña electoral condicionada por el juicio al 1-O apostar por temas sociales quede en segundo plano.