Elecciones generales 2023

Barroso, Contreras y Zapatero, los hombres que susurraron a Sánchez el adelanto electoral: “Presidente, se puede ganar”

Amplios sectores del PSOE ven con preocupación el poder que Zapatero, Miguel Barroso y José Miguel Contreras ejercen sobre las decisiones de Sánchez: "Ellos se van jactando por ahí de que la decisión de adelantar las elecciones es suya"

  • De izq a der: Miguel Barroso, José Luis Rodríguez Zapatero, Pedro Sánchez y José Miguel Contreras. -

La estrella de Pedro Sánchez se apaga. Lo sabe todo el PSOE, que divaga estos días sobre la soledad del líder en sus horas más difíciles. Y en esa reflexión colectiva hay un punto coincidente sobre el progresivo alejamiento de la realidad a modo de síndrome de La Moncloa que perciben en el presidente del Gobierno, según explican diversas fuentes socialistas a Vozpópuli.

La preocupación gira en torno al círculo que aconseja e influye en el presidente. Son José Luis Rodríguez Zapatero, Miguel Barroso y José Miguel Contreras. Los tres, dicen estas fuentes, son los hombres que susurran al presidente y mueven los hilos de las decisiones que toma. Sánchez, lamentan amplios sectores del PSOE, sólo tiene oídos para ellos. Y los tres aseguran en los cenáculos de Madrid que el adelanto del 23 de julio es cosa suya.

“Es preocupante el poder que ejerce este círculo de poder sobre Sánchez”, dicen estas fuentes. “Ellos se van jactando por ahí de que la decisión de adelantar las elecciones tras la debacle de mayo es suya”.

El quinteto del baloncesto

El poder de Zapatero, de su gurú Barroso y del empresario de comunicación Contreras ha terminado por confundir las decisiones estratégicas de Sánchez. O así lo entienden muchos en el PSOE. Los tres compartían baloncesto y confidencias -también estaba Antonio García Ferreras-. Los tres pasaron de dar la espalda a Sánchez a ganarse un espacio en su núcleo duro y en el poder mediático. Todos comparten la misma pasión por la canasta.

Es sabido que La Moncloa estaba convencida el sábado 27 de mayo de que el PSOE iba a retener todos los gobiernos autonómicos. Subestimaron el tsunami de cambio que se avecinaba y que otras muchas encuestas pronosticaban desde hacía semanas. El lamento no duró ni 24 horas, porque Sánchez decidió tirar su enésimo triple político con la esperanza de mandar el partido a la prórroga.

El golpe de efecto de convocar las elecciones generales al día siguiente de la debacle fue algo inesperado. La sorpresa inicial y las dudas entre los principales prescriptores de la izquierda expresadas de forma espontánea derivaron en un abrir y cerrar de ojos en una lectura de movimiento “magistral”. Contreras y Barroso, con poder e influencia en ese ecosistema, han jugado un papel determinante a la hora de instalar el marco de “Sánchez valiente” o el de que el desplome del 28-M está en Podemos y no en el PSOE.

Presidente, se puede ganar”. Es lo que le dijeron a Sánchez. Es lo que trasladan las personas importantes de estos medios bajo la órbita de poder de Barroso y Contreras a los socialistas más incrédulos. “Llaman a los diputados, a las personas influyentes; les dicen que hay opciones, que la suma de todos contra el PP y Vox existe, que la izquierda se movilizará, que es factible”, explican.

Sánchez, como ZP en 2011

Pero a los que conocen a Barroso y Zapatero y los movimientos de Contreras, todo esto les recuerda demasiado al 2011. Y la lectura que han hecho en estas semanas no es nada esperanzadora para los socialistas. El resultado de las municipales (voto nacional) que precedieron a las generales adelantas del 2011 -con Alfredo Pérez Rubalcaba de candidato- fue idéntico al del 28-M. Lo que llegó después fue una mayoría absoluta del PP. “No hay más ciego que el que ni quiere ver”, dicen con preocupación sobre la influencia de este grupo en Sánchez.

En 2011, el PP obtuvo el 37,53% de los votos en las municipales. En 2023, según la lectura socialista, la suma de PP y Vox es el 38,72% (31,53%+7,19%) de los sufragios. "Estamos calcando el resultado del cambio de ciclo", dice un sociólogo vinculado al PSOE.

Otro de los factores que no casan con la moral de victoria que venden los gurús de Sánchez ha sido el penoso proceso de elaboración de listas, que culminó con el peor comité federal desde que el presidente retomó las riendas del PSOE en 2017. Es la primera vez en este lustro que sanchistas y antisanchistas coinciden en el diagnóstico y las quejas, por más apelaciones a la "unidad" que haga el jefe del Ejecutivo.

El plantón que dieron al comité federal del sábado los principales barones críticos y algunos de los líderes que más cerca han estado de Sánchez en estos años es una señal de la descomposición del poder sanchista. Y así lo evidenciaba la mayoría de rostros de funeral que mostraban los dirigentes del partido durante la intervención de su secretario general.

El mal trago de las listas

Las listas se han convertido en un sálvese quien pueda. Sánchez quiso imponer su ley y se ha topado con un partido hastiado de sus tejemanejes. Las colocaciones del presidente no transmiten valentía, ni determinación. Solo la voluntad de atar el futuro del partido en la oposición con el mayor número de cargos afines en el Congreso de los Diputados.

En las listas están metiendo todos los deseos de Pedro, con mucha conflictividad en la mayoría de los territorios”, dice una persona cercana a Emiliano García Page.

El escenario del 2011 se repite de nuevo, dicen estas fuentes. El de la salida a la carrera de Zapatero y sus regalos mediáticos. Ahora se han convocado más 100 de plazas para periodistas en los Ministerios. Un regalo envenenado para un PSOE que se debate sobre cómo pasar la página de Sánchez a partir del 23 de julio.

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