Una escenificación, más que una propuesta real. Desde el PSOE creen que la iniciativa lanzada el pasado martes por Pablo Iglesias ha sido, en realidad, una maniobra para evitar la implosión de Podemos. La propuesta programática entregada a Pedro Sánchez recupera, de hecho, todos los puntos ya alcanzados con el PSOE; mientras que a nivel de competencias, Iglesias desempolva la misma estructura que los socialistas rechazaron hace un mes. ¿Por qué, entonces, ese movimiento? Según varias fuentes, únicamente para evitar una ruptura interna entre los que plantean una línea dura y los que quieren abrirse al apoyo externo al PSOE.
A esa lectura no le faltan razones. El único elemento novedoso del documento de 119 páginas enviado al PSOE consiste en la ampliación del equipo negociador de Podemos. Es decir, un asunto interno, en el que destaca la inclusión de miembros de IU (Enrique Santiago) y los Comunes (Jaume Asens) entre los encargados de llevar a cabo el acercamiento con Sánchez.
Echenique pierde fuerza
Hasta ahora, Pablo Echenique y Ione Belarra se habían ocupado de la negociación. Ambos dirigentes forman parte del núcleo duro pablista, y responden únicamente al secretario general de Podemos. Pero ahora, la ampliación a IU, los Comunes y hasta Equo, revela la intención de Iglesias de asegurarse que la decisión final sea consensuada y no haya fracturas.
El asunto no es baladí. El pasado 25 de julio, poco después del debate de investidura de Pedro Sánchez, desde IU se levantó el hacha de guerra contra el veto de Iglesias. El propio Alberto Garzón, como adelantó en exclusiva Vozpópuli, comentó que hubiera sido mejor ceder y asumir un gobierno de coalición con Sánchez, aún con competencias limitadas. Pocos días después, su formación anunció en un comunicado su disposición a avanzar hacia un acuerdo de programa con Sánchez, aparcando de facto la idea de la coalición.
Este martes, tras recibir el documento de Podemos, el PSOE ha considerado "inviable" la propuesta de Iglesias y ha invitado a la formación morada a "encontrar otras fórmulas" que faciliten la gobernabilidad y un programa progresista.
Temor a la pinza Sánchez-Errejón
También entre los Comunes existen dudas, sostienen varias fuentes. Algunos sectores de la marca catalana de Podemos son partidarios de llegar a un acuerdo de mínimos con Sánchez para evitar nuevas elecciones. Equo plantea lo mismo. El partido de Juantxo López Uralde está intentando resistir a los ataques de Íñigo Errejón y unas nuevas elecciones serían demoledoras.
En definitiva, todos los nuevos actores que Iglesias ha sumado al equipo negociador comparten la idea de que la prioridad de aquí al próximo 23 de septiembre es evitar nuevas elecciones. Y, con mayor o menor intensidad, coinciden en que, si hace falta asumir un gobierno a la portuguesa, será conveniente aceptar.
El miedo a nuevas elecciones también ha cundido en las filas de Podemos. Dirigentes del partido hablan de la pinza Sánchez-Errejón para intentar que Iglesias asuma el peligro de repetir los comicios. Desde el entorno más cercano del secretario general creen, no obstante, que apoyar a Sánchez sin obtener nada a cambio es algo parecido a un "suicidio político".
Sobre las intenciones del secretario general se mantiene un velo de misterio. Pero los más reticentes temen que el secretario encaje otra vez la cuestión en el marco de la dicotomía humillación-dignidad. De ser así, algunos creen que Iglesias será capaz de "llevar hasta el final su desafío". Si bien esa opción parece hoy en día más bien remota. Cada día quedan menos halcones en Podemos.