Política

Tania Sánchez le gana la batalla a Clara Serra: la experiencia contra la imagen

Más allá de la retórica, en Más País consideran que la dirigente trabajaba poco y que Íñigo Errejón se ahorra la decisión de echarla

  • Iñigo Errejon y Clara Serra, hermana de Isabel Serra, números uno y dos de Más Madrid para la Comunidad

La dimisión de Clara Serra, que para muchos representa un cisma dentro del nuevo partido de Íñigo Errejón, es una novedad solo para los aficionados a la política. Su salida es, en realidad, la constatación de un aislamiento fraguado durante meses y provocado por las tensiones internas con Tania Sánchez y el propio Errejón, tal y como ha ido desvelando Vozpópuli desde julio.

Es desde entonces que la dirigente que aspiraba a ser número dos de Más Madrid (ahora Más País) se convirtió en una figura de segunda línea. Por una razón concreta. En el desembarco de Errejón a la política nacional, por ejemplo, “su trabajo ha sido nulo”, afirman varias fuentes de la formación.

"Solo le interesan los focos"

En política, el juego de los egos tiene siempre mucho peso. Ocurre lo mismo con la habilidad organizativa y el trabajo de campo. Serra destacaba en el primer ámbito, pero aportaba “poco o casi nada” en el segundo, expresan fuentes del partido de Errejón, que añaden: “En la campaña electoral de las autonómicas no hizo casi nada. Pensaba que los votos llegaban gracias a su cara bonita, pero en la política hay que venir llorado de casa”.

Según estas fuentes afines al núcleo duro del partido, Serra se implicó poco en las campañas electorales y no ayudó a la construcción del partido. “Solo le interesan los focos”, argumentan personas críticas que recuerdan su cercanía con Isa Serra, candidata de Podemos a la Comunidad de Madrid, como otro problema de carácter político.

"Desacuerdos" con la organización

Apartada por el lado sanchista (de Tania Sánchez), e ignorada por el líder del partido, Serra lanzó ayer en las redes un duro ataque a Más País. Acusó al partido de ejercer un feminismo falso interesado en las cámaras y de competir en Barcelona por razones electoralistas. También dijo tener “desacuerdos importantes en la manera en la que este proyecto está funcionando como organización”.

Esa última frase fue el verdadero dardo de su misiva. Con él atacaba directamente a Tania Sánchez, quien mueve los hilos de Más País y que se encargó de la primera fase de expansión territorial. Tania Sánchez militó desde muy joven en Izquierda Unida y tiene una larga experiencia en la construcción de las formaciones políticas. Fue una pieza clave en la Opa que Podemos lanzó a IU tras su nacimiento después de las elecciones europeas de 2014. Varias fuentes internas de Más País confirman que desde el comienzo consideró a Serra como una dirigente poco implicada y con bajo tirón electoral.

A favor de Serra hay que señalar que le ganó a Tania Sánchez en las primarias del partido (un hecho que muchos consideran el origen del enfrentamiento entre ambas), y que los últimos meses se hicieron particularmente duros. Algunos en la formación turquesa llegaron a hablar de “bullying”, como desveló Vozpópuli.

Se refuerza el 'carmenismo'

La situación se enconó tras el nombramiento de Pablo Gómez Perpiñá como portavoz en la Asamblea de Madrid. El día de la presentación de Más País, Serra no estuvo en el escenario ni sentada cerca del candidato, donde, en cambio, sí estuvieron los afines de Carmena, como Marta Higueras, Luis Cueto José Manuel Calvo.

La salida de Serra demuestra cómo el partido va decantándose por un peso mayoritario de la corriente fiel a Carmena y de los de Tania Sánchez: los afines a la exdirigente de IU, por ejemplo, impidieron a Errejón abrir un debate interno sobre la gestación subrogada. Mientras, el errejonismo va desdibujándose, por lo menos a nivel nacional. Aunque sigue fuerte en el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid.

Tras el anuncio público, varios dirigentes de Más País han difundido en las redes mensajes de apoyos y comprensión hacia Serra. Pero se trata de un "paripé", aseguran muchos, que creen que la salida de la madrileña se percibe casi como un alivio: “Así no hace falta echarla”, ironizan, y comentan: “Hubiera podido hacer más daño”. Algunos echan ahora la mirada hacia la construcción de una nueva formación feminista. Es una opción que se va comentando en los ambientes de Podemos y que podría interesar a la exdirigente de Podemos y Más País.

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