Yo no lo veo como un giro de ciento ochenta grados, como han asegurado los más críticos, sino como adecuación a las nuevas circunstancias

Illa es una alma caritativa, qué duda cabe. Como cuando a uno le toca la lotería: los beneficiarios principales serán los amigos del afortunado, a los que invitará a unas cañas

Las lenguas deben ser oficiales cuando tengan implantación social y se hablen, no para obligar a hablarla a los que no la hablan porque no quieren, no la conocen o no la necesitan