La pérdida de gusto u olfato fue uno de los primeros síntomas que detectaron los neurólogos en pacientes que, luego, se demostró que estaban infectados por coronavirus. Fue en marzo. Ahora, señalan, están viendo otros síntomas como dolor de cabeza, dolor muscular, crisis epilépticas o algún caso de encefalitis. Necesitan más tiempo, dicen, para saber si el virus puede afectar al sistema nervioso de manera indirecta.
El pasado 21 de marzo, la Sociedad Española de Neurología (SEN) lanzó una recomendación urgente para que la anosmia (pérdida de olfato) fuera considerada como uno de los síntomas de padecer coronavirus. Hasta entonces ni la Organización Mundial de la Salud (OMS) ni el Ministerio de Sanidad lo consideraban coo señal de padecer la infección.
Se hubieran evitado contagios
"Se publicaron algunos estudios que hablaban de un porcentaje de hasta el 80 % de personas que padecían este trastorno. Pero, en el registro Covid-19 de la SEN, tenemos un porcentaje de pacientes con anosmia del 20 %", señala a Vozpópuli David Ezpeleta, Secretario de la Junta Directiva de la sociedad.
"Esto es importante porque con mucha frecuencia quien presenta esta alteración es de forma aislada, sin mucosidad, y acompañada, o no, de sutiles síntomas de infección vírica. Muchos pacientes, sin más, un día dicen que dejan de oler. Y nos empezamos a dar cuenta de que la posibilidad de que fuera debido al virus era muy alta. El haber incluido ese trastorno en marzo como síntoma de la Covid-19 nos hubiera ahorrado más de un contagio", señala el neurólogo.
Secuelas neurológicas
Porque, añade David Ezpeleta, más allá de la certeza de ese síntoma, por ahora todo son incógnitas en cuanto a cómo afecta el coronavirus a nivel neurológico. "De alguna manera nos estamos encontrando lo que estábamos esperando", indica el neurólogo y alude a síntomas que vieron con el SARS (enfermedad respiratoria viral que apareció en el sureste de China en 2002) o, en 2012, con el síndrome respiratorio de oriente medio (MERS, por sus siglas en inglés).
"Parece que son factores externos al cerebro los que, en una frecuencia por determinar, pueden producir daños cerebrales en pacientes más graves", advierte el médico.
Entonces, señala, vieron complicaciones neurológicas parecidas a las que están viendo ahora en infectados por Covid-19: dolor de cabeza, dolor muscular, crisis epilépticas, algún caso de encefalitis, síndrome confusional...
"El problema es que nos dan una opinión sesgada de lo que se está viendo y el tono es bastante catastrófico en el sentido de que es un virus neurotrópico (capaz de infectar las células del tejido nervioso) y espero que no sea así", afirma.
El virus, explica el neurólogo, puede afectar al sistema nervioso "pero de una manera indirecta". Por ejemplo, apunta, a través de la enorme inflamación sistémica que produce, la insuficiencia respiratoria con hiposia o los fármacos que se manejan. "Parece que son factores externos al cerebro los que, actuando en conjunto y en una frecuencia que está por determinar, pueden producir daños cerebrales en pacientes más graves", advierte el médico.
La lupa de la inmediatez
David Ezpeleta apuesta por la prudencia. "Todavía no hay respuesta a si este virus afecta al sistema nervioso hasta el punto de preocuparse. Muchas de las cosas que estamos viendo ahora en la práctica clínica en pacientes con Covid-19, dada la alta población que debe estar afectada, pueden ser coincidencias. Todo esto se dilucidará en las próximas semanas", afirma.
Lo que sí asegura el neurólogo es que se trata "del virus más observado de la historia porque nos ha pillado en el siglo XXI, con toda la tecnología a nuestro alcance". Así, indica el especialista, han sido capaces de ver "de golpe" todas las complicaciones asociadas a la enfermedad en diferentes especialidades. "Hay que saber interpretar los datos. Todo está sometido a la lupa de la inmediatez", concluye.
Las cefaleas no empeoran el pronóstico en Covid-19
Este domingo, 19 de abril, se celebra el Día Nacional de la Cefalea, un término utilizado para denominar cualquier tipo de dolor localizado en la región craneal, parte alta de la región cervical o nuca y mitad superior de la cara.
Según datos de la SEN, más de un 90% de la población ha sufrido en alguna ocasión algún episodio de cefalea; un 50% en el último año, al menos una vez; y hasta un 46% de la población presenta algún tipo de cefalea activa.
Desde el Grupo de Estudio de Cefaleas de la sociedad indican que no hay evidencia de un mayor riesgo de sufrir coronavirus en pacientes esta dolencia ni datos de que el antecedente de cefalea implique un peor pronóstico en caso de sufrir la infección.