El trabajo de los fisioterapeutas es clave en la atención a los pacientes con coronavirus. Lo fue desde el estallido de la pandemia. Lo sigue siendo en la tercera ola. En los hospitales y cuando ya son dados de alta. En las UCI trabajan codo con codo con sus compañeros. Su papel se traduce en una importante reducción del tiempo que los enfermos tienen que estar en cuidados intensivos: una media de dos días. Desde el punto de vista económico, también tiene un reflejo: un ahorro de, al menos, 5.000 euros por paciente, subrayan desde los colegios profesionales que, se quejan, son pocos en la sanidad pública (5.000 en toda España).
En España, según explica a Vozpópuli Gustavo Paseiro Ares, presidente del Consejo de Colegios de Fisioterapeutas (CGCFE), no existen datos sobre el número de profesionales que trabajan en la sanidad pública. Sus cálculos pasan por cerca de 5.000 entre atención hospitalaria, Atención Primaria y, en menor medida, otras administraciones públicas. Aurora Araujo Narváez, decana del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid, añade un dato: según un estudio de SATSE, el 68% son mujeres y un 32% son hombres.
"Teniendo en cuenta que han sido diagnosticados en nuestro país -a 11 de febrero- un total de 3.023.636 pacientes, de los cuales 272.044 han sido hospitalizados y 23.672 necesitaron ser ingresados en UCI, la fisioterapia habría ayudado de forma importante a los 272.044 hospitalizados y, de forma vital, a los 23.672 ingresados en intensivos", detalla Gustavo Paseiro.
Su papel en las UCI
Es precisamente en cuidados intensivos, reseñan desde los colegios profesionales, donde la fisioterapia ha mostrado un enorme potencial en la recuperación de los enfermos covid. "Ha demostrado que es capaz de disminuir una media de dos días de UCI por paciente, lo que implica descongestionar estas unidades y un ahorro de, al menos, 5.000 euros por paciente que, si lo multiplicamos por el número de pacientes, el ahorro sería de casi 120 millones de euros", indica Paseiro.
Subraya que la estancia en hospital y, sobre todo, los efectos secundarios de la inmovilización prolongada producida por el virus, así como "los importantes problemas respiratorios, también son claramente disminuidos con tratamiento de fisioterapia, por lo que los 272.044 pacientes ingresados se habrían beneficiado de este tratamiento, que provocaría una salida temprana del hospital y una recuperación mucho más rápida".
Recuperar la movilidad
La tercera ola de la epidemia está saturando las unidades de cuidados intensivos. Ingresan personas que precisan tratamiento y vigilancia continuada por complicaciones cardiorrespiratorias que, pasados los peores momentos y a medida que su estado deja de ser crítico, reciben la visita de un fisioterapeuta, que le ayuda a recuperar la movilidad, la fuerza y a mejorar la respiración. El objetivo: que el enfermo se sienta menos fatigado.
"Nuestro trabajo empieza con el tratamiento del paciente en el hospital encamado con fisioterapia respiratoria y cinesiterapia (un tipo de intervención donde se utiliza el movimiento para lograr diferentes objetivos y para tratar diversas patologías y lesiones) y termina con una rehabilitación de las secuelas, tanto a nivel respiratorio como las propias de la inmovilidad", añade a Vozpópuli Jose Luis García Galgo, fisioterapeuta de la gerencia de Guadalajara y del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla–La Mancha (COFICAM).
En Madrid, esta misma semana, la Sociedad de Medicina Intensiva de la Comunidad de Madrid (Somiama) y la Sociedad Centro de Medicina Física y Rehabilitación (SCENRHB) , firmaban un acuerdo de colaboración entre las especialidades, ampliable a otras profesiones como Logopedia, Fisioterapia y Terapia Ocupacional. El objetivo: mejorar la recuperación de los enfermos críticos y evitar el llamado Síndrome post-UCI, cuyas secuelas presentan entre un 30% y un 50% de los ingresados en estas Unidades.
Pocos pacientes tratados
Pero la realidad, advierte el presidente del Consejo de Colegios de Fisioterapeutas, es que el número de pacientes tratados en España "es mucho menor del deseado: nuestras estimaciones se acercan al 10% . La pandemia ha puesto de manifiesto la importante presencia de profesionales en ámbitos sanitarios de urgencias para contribuir a la mejora del importante deterioro físico que afectaba principalmente al sistema respiratorio y músculo esquelético".
No puede existir actualmente ningún servicio hospitalario que no cuente con fisioterapeutas en cuidados intensivos y, por supuesto, deben estar especializados", señala el presidente del Consejo.
Paseiro Ares asegura que "no puede existir actualmente ningún servicio hospitalario que no cuente con fisioterapeutas en cuidados intensivos, y por supuesto, estos profesionales han de estar especializados en el tratamiento de pacientes con unas características tan particulares". Con la ayuda de los fisios, se agiliza la rotación de los enfermos desde las UCIS a la planta y de la planta a su domicilio. También en mejores condiciones físicas. "El resultado ha influido no sólo en un mejor coste/ beneficio, sino en buenos resultados en salud", añade.
En Atención Primaria, fisioterapia todavía se considera un servicio de apoyo. Tendría que estar asegurada la presencia, al menos, de un profesional en cada centro de salud para evitar las listas de espera", señalan desde el Colegio de Madrid
Desde el Colegio de Madrid, su decana añade que, además de en la UCI, los fisioterapeutas deberían formar parte de unidades como Neurología, Medicina Interna, Neumología....En Atención Primaria, "aún se consideran servicios de apoyo, aunque cada vez es más evidente que deben formar parte del equipo esencial. Tendría que estar asegurada la presencia, al menos, un profesional en cada centro de salud, lo que evitaría las listas de espera que hay en la actualidad".
Consultas telemáticas
En el ámbito privado, durante los primeros meses de la pandemia, actualizaron sus modelos terapéuticos. La mayoría de las intervenciones fueron telemáticas, hasta que pudieron volver a reanudar su actividad presencial. Desde Guadalajara, José Luis García Galgo, recuerda que en las unidades de fisioterapia se trabajo en la creación de protocolos aplicables a la rehabilitación a distancia, que era válidos en fisioterapia cardiorrespiratoria, deporte, personas mayores y fisioterapia infantil. También en pacientes derivados del área de traumatología o a aquellos que padecen lesiones neurológicas como el ictus.
Las consultas telemáticas han sido una herramienta fundamental para la rehabilitación de pacientes. El problema con los mayores, señalan los fisios, fue la brecha digital.
"Ha sido un gran complemento, una herramienta fundamental, especialmente en los momentos de confinamiento", asegura. El principal problema al que se han enfrentado los fisios en estos meses, ha sido el de la brecha digital. Algunos mayores, explica García Galgo, no tenían medios tecnológicos para seguir con las sesiones. "En general la única forma de solucionarlo es por medio de algún familiar que hace accesible la información para ellos", apunta.
Más fisios y más reconocidos
El presidente del Consejo hace un alegato final: "necesitamos que el sistema político analice la situación y modifique el actual planteamiento. No podemos permitirnos un sistema sanitario público, que prescinda de una profesión sanitaria vital en momentos como el actual, pero también en donde las enfermedades crónicas siguen teniendo una importancia creciente".
Las plantillas de fisioterapeutas en los diferentes servicios autonómicos de salud son prácticamente inexistentes, se queja la decana del Colegio de Madrid.
Consideran indispensable una reordenación de su actividad, con especialidades en todos sus ámbitos de actuación, un mayor número de fisioterapeutas en todos los niveles asistenciales. "No somos suficientes. Hay una ratio de un profesional por cada 10.000 habitantes, muy por debajo de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que estima necesario un mínimo de un fisioterapeuta por cada 1.000 habitantes. Las plantillas de fisioterapeutas en los diferentes servicios autonómicos de salud son prácticamente inexistentes.
En cuanto al sector privado, añade Aurora Araujo, la situación es algo mejor, con una ratio estatal de 0,9 profesionales por cada 1.000 habitantes. Por su parte, pide "un mayor control sobre el intrusismo, ya que no sólo nos perjudica a nosotros como profesión, sino que perjudica seriamente la seguridad".