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El 85% de los ingresados por coronavirus en España tomó hidroxicloroquina, el polémico fármaco 'cancelado' por la OMS

Un estudio publicado en The Lancet alerta del riesgo que supone este medicamento, que en España se usa de manera mayoritaria 

  • Los auxiliares del hospital de Aranda de Duero atienden a un paciente enfermo.

Un 85% de los pacientes que han tenido que ser ingresados en nuestro país por covid-19 ha tomado hidroxicloroquina, un fármaco en el punto de mira de la comunidad científica por sus efectos adversos. Es una de las principales conclusiones que se pueden extraer del informe presentado este miércoles por la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), en el que se desgranan los datos de más de 12.200 pacientes de un total de 150 centros españoles.

Sus resultados, aunque preliminares, suponen el mayor estudio clínico que se ha hecho sobre los pacientes con covid-19 en nuestro país. Gracias a este informe, sabemos que uno de cada cinco hospitalizados por covid-19 en España falleció, o que uno de cada tres sufrió insuficiencia respiratoria grave, lo que nos da una mayor idea del terrible impacto que ha tenido el virus en nuestro país.

No obstante, la conclusión de este informe que nos ocupa es otra: según determina la SEMI, en torno al 85,7% de los pacientes hospitalizados por covid-19 en nuestro país recibió hidroxicloroquina, un fármaco que ha pasado de ser la gran esperanza contra el virus a caer en desgracia, ya que un estudio masivo publicado en la prestigiosa revista científica The Lancet  asocia su uso contra la covid-19 con un mayor nivel de mortalidad.

El informe, publicado hace unos días, analizó a más de 96.000 pacientes por todo el mundo donde se había utilizado este medicamento. De acuerdo con los resultados, el fármaco en cuestión no sólo no supuso mejora alguna para el diagnóstico de los pacientes, sino que aumentó el riesgo de sufrir arritmias y problemas cardiovasculares, así como desarrollar cuadros graves por culpa del virus.

La investigación analizó la efectividad de la cloroquina y la hidroxicloroquina en comparación con enfermos que no recibían ninguno de estos tratamientos. La mortalidad en el grupo de aquellos que no recibieron los fármacos fue del 9,3%, mientras que entre los que sí tomaron esos fármacos murieron entre el 16%  y el 23%, en el que tomaba hidroxicloroquina y antibiótico. Los pacientes que tomaron alguno de los fármacos analizados tenían más riesgo de sufrir arritmias, un problema cardíaco que puede desencadenar muerte súbita. 

A pesar de ello, el medicamento sigue utilizándose a gran escala en nuestro país, y según adelantaba este miércoles el diario El País, desde la Agencia Española del Medicamento optan por seguir investigando y utilizar este medicamento, ya que consideran que las conclusiones del estudio "no son lo suficientemente sólidas".

La OMS cancela un ensayo y Francia prohíbe su uso 

La OMS y el Gobierno de Francia, entre otros, no están de acuerdo. A principios de esta semana, después de salieran a la luz los resultados de este trabajo, la Organización Mundial de la Salud (OMS), optó por cancelar un ensayo clínico masivo a escala internacional con este fármaco debido a los riesgos que podría suponer. Este miércoles, por otra parte, el Gobierno francés, uno de los primeros en utilizar ese fármaco, ha decidido prohibir su uso en pacientes infectados con coronavirus ante los posibles efectos adversos de este fármaco.

No obstante, desde la OMS han advertido de que la suspensión es "temporal", al tiempo que han apuntado que están recabando más información sobre este medicamento, lo que podría implicar que de considerar que el fármaco sí es seguro y eficaz, podrían volver a activar el ensayo clínico. Por el momento están llevando a cabo una investigación al respecto.  

La realidad es que este medicamento, utilizado desde hace años para tratar el lupus y la malaria, se convirtió al principio de la epidemia en una de las grandes esperanzas contra la covid-19 y no sólo ha sido utilizado ampliamente en hospitales españoles, sino que ha sido el tratamiento de referencia en Estados Unidos, Francia o China, entre muchos otros países.

No obstante, poco a poco, tal y como ya publicamos en este diario, han ido surgiendo voces dentro de la comunidad científica que alertaban sobre el riesgo que suponía este medicamento, sobretodo al conocerse que el coronavirus no sólo ataca a los pulmones, sino que puede implicar problemas cardiovasculares. Es por ello que tomar un medicamento que aumenta ese riesgo puede traducirse en una mayor mortalidad, como resulta evidente.

A pesar de estas voces, esta polémica pareció caer en el olvido hasta que hace unas semanas, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó en una rueda de prensa que tomaba todos los días hidroxicloroquina para protegerse ante la enfermedad, a pesar de no padecerla. Algo que el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, también ha asegurado que hace.

El principal responsable científico en la lucha contra el coronavirus en Estados Unidos, Anthony Fauci, jefe del Instituto Nacional de Alergología y Enfermedades Infecciosas, se ha desmarcado de nuevo del presidente, Donald Trump, poniendo en duda la eficacia de la hidroxicloroquina y defendiendo en cambio el uso de mascarillas.

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