Teruel, Ávila, Burgos, León, Segovia, Vizcaya, Murcia, Sevilla, Alicante... Hasta 36 provincias españolas, además de la Ciudad Autónoma de Ceuta, no tienen suficientes camas de Unidades de Cuidados Intensivos (UCIs) en sus hospitales para hacer frente a un posible rebrote de coronavirus. Lo asegura el Sindicato de Enfermería, SATSE en base a un estudio realizado en toda España.
El Sindicato de Enfermería recuerda que, entre otros criterios, el Gobierno determinó que resultaría necesario para que los distintos territorios pudieran avanzar en el proceso de 'desescalada' el disponer de entre 1,5 y 2 camas en las Unidades de Cuidados Intensivos por cada 10.000 habitantes, o, al menos, tener acceso o capacidad de instalarlas en un plazo máximo de cinco días.
Según los datos que maneja SATSE, las provincias con déficit de camas en las UCI son todas las de Andalucía, menos Granada; Teruel y Zaragoza, en Aragón; Baleares; Cantabria; todas las de Castilla-La Mancha; Ávila, Burgos, León y Segovia, en Castilla y León; todas las de Cataluña; Ceuta; todas las de la Comunidad Valenciana; Guipúzcoa y Vizcaya, en Euskadi; las dos de Extremadura; Lugo y Pontevedra, en Galicia; La Rioja; Murcia y Navarra.
La escasez de camas de UCI en diferentes comunidades fue uno de los grandes problemas durante el inicio de la pandemia. Las regiones redoblaron esfuerzos para habilitar este tipo de dispositivos y atender a los enfermos críticos. En algunos casos, como la Comunidad de Madrid, que al comienzo de la epidemia disponía de 540 camas de pacientes críticos, llegó a tener a mediados de abril, según datos de la Consejería de Sanidad, en torno a 1.900. Madrid, una de las comunidades más castigadas por el coronavirus, no figura, por cierto, en el informe de SATSE como deficitaria en este tipo de camas.
Sin UCIs por falta de medios y personal en Teruel
En comunidades como Aragón, explican desde CESM-Teruel, se ha dado el caso de localidades como Alcañiz, en la misma provincia, que, durante la pandemia tuvieron que trasladar enfermos de coronavirus a un hotel medicalizado por falta de camas. El obsoleto hospital de Alcañiz (años pendiente de la construcción de un nuevo centro sanitario) se quedó, además, sin las camas de UCI que inicialmente se preveían por falta de medios y de personal especializado.
En Castilla y León, la consejera de Sanidad, Verónica Casado, defendía esta misma semana la planificación hecha para incrementar la dotación de camas de UCI en la región. Casado señalaba que Sanidad pretende cumplir con la ratio marcada por el Ministerio y admitía que provincias como Ávila, León, Segovia o Zamora o el Hospital Comarcal de Medina del Campo (Valladolid) necesitaban incrementar ese tipo de camas de cara al otoño.
En Baleares, el Gobierno también ha querido responder al informe del Sindicato de Enfermería. Este mismo viernes informaba de dispone de 168 camas de UCI -141 camas en Mallorca, 17 en Ibiza y 10 en Menorca-, en hospitales públicos y privados y que puede llegar a las 220.
España, por debajo de la media
La organización sindical recuerda que, según el último informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), España está por debajo de la media: tiene 9,7 camas UCI por 100.000 habitantes y la media es de 15,9 camas por 100.000 habitantes. Nuestro país queda muy por debajo de países europeos como, por ejemplo, Alemania, que triplica la media española de camas UCI. Cuentan con 33,9 camas UCI por 100.000 habitantes. España ocupa el octavo lugar del ranking.
SATSE subraya que una de las prioridades de las diferentes consejerías de Sanidad debe ser reforzar esas unidades ante posibles rebrotes de la covid-19 en los próximos meses. “No pueden volver a producirse las situaciones de caos, saturación y desbordamiento sufridas al inicio de la actual crisis por no contar de manera estructural con las suficientes camas”, apuntan.
Además de camas, incide SATSE, es necesario un aumento de las plantillas de enfermeras y enfermeros que prestan sus servicios en las UCI, para que no se superen, en ningún caso, los dos pacientes por cada enfermera. Es frecuente, asegura el sindicato, que se supere esta cifra y en un número importante de centros sanitarios se alcanzan los tres o cuatro pacientes por cada enfermera, "lo que pone en mayor riesgo la seguridad y salud del paciente ingresado".