El desabastecimiento de medicamentos ha sido sin duda uno de los mayores desafíos a los que se ha tenido que enfrentar la industria farmacéutica durante 2019. En apenas dos años, el número de medicamentos que han dejado de estar disponibles se ha disparado cerca de un 45%, de acuerdo con el Ministerio de Sanidad.
En España, se estima que cerca de 500 presentaciones de medicamentos sufre desabastecimiento, entre los que se encuentran fármacos tan conocidos por el público con el Trankimazín o el Dalsy. Supone alrededor del 3% del total de fármacos que comercializa el sector en nuestro país.
Las causas que explican este fenómeno en muchas ocasiones se escapan de las competencias del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social que dirige la ministra María Luisa Carcedo. De hecho, se trata de un problema global.
Es por ello que desde la patronal europea de la industria farmacéutica, EFPIA, han elaborado un documento conjunto donde analizan el problema y reclaman a los Gobiernos de la UE que pongan en marcha medidas para 'ayudarles' a acabar con esta problemática. En él, solicitan incentivos a las administraciones y ofrecen su colaboración para acatarlo.
Según apuntan, una de las principales razones por las que se produce desabastecimiento son las medidas de ahorro en gasto farmacéutico puestas en marcha por los ministerios de Sanidad. Es decir, alegan que las bajadas de los precios de referencia puestas en marcha en España, por ejemplo, obligan a las empresas del sector a reducir costes, lo cual a su vez deriva en desabastecimiento. “El uso de medidas cortoplacistas de contención de costes es una factor de impredictibilidad en el mercado farmacéutico que puede conducir a fallos en el suministro”, señalan.
Los principios activos son de China e India
Para poder entender el conflicto es importante señalar que la inmensa mayoría de los principios activos (APIs, por sus siglas en inglés) a partir de los cuales se fabrica el grueso de los medicamentos que llegan a la farmacia de nuestro barrio se fabrican en China e India.
La principal razón por la que se producen desabastecimientos es que los fabricantes chinos o indios sufren roturas en su 'stock' por motivos como desastres naturales o un auge en la demanda repentino
No obstante, la globalización y el afán de reducir costes han generado un nuevo tejido empresarial en China e India, que cuentan con empresas especializadas en producir principios activos que luego exportan a nivel mundial. Por supuesto, comprarlos a una de estas compañías es mucho más barato para el laboratorio europeo o español que luego pone a la venta el medicamento en cuestión.
De acuerdo con el informe presentado por EFPIA, la principal razón por la que se producen desabastecimientos se debe a que los fabricantes de APIs sufren roturas en su stock por motivos como desastres naturales, un auge en la demanda repentino al que no pueden hacer frente o algo tan sencillo que como es que se les rompa una máquina en el laboratorio. Cuando esto ocurre, la farmacéutica europea deja de poder producir, ya que no tiene los ingredientes necesarios, y como consecuencia, el español de a pide deja de poder comprar Almax o Trankimazín.
En ese sentido, la patronal europea señala que una de las posibles soluciones sería crear un sistema de financiación público de medicamentos "predecible", lo que supondría "un incentivo para muchos fabricantes que quieran mantenerse en un mercado". También critican las políticas sanitarias centradas en "las reducciones arbitrarias de precio" que, según creen, no tienen en cuenta la competencia a la que se enfrenta el mercado.
En contra del pago por resultados
También denuncian el sistema de "pago por resultados", un método que utilizan desde las administraciones sanitarias sobretodo para los medicamentos más caros. Con este tipo de sistema, el Ministerio de Sanidad sólo asume el coste del tratamiento una vez este ha demostrado ser efectivo en pacientes reales. Se usa sobretodo para terapias innovadoras de alto coste.
De acuerdo con la EFPIA, este tipo de medidas "sitúa la responsabilidad del cumplimiento presupuestario en los actores de la industria en lugar de en los Gobiernos”. Todo ello, según alegan, fomenta que se produzca cierta "falta de estabilidad" en el mercado, lo que evita que haya empresas farmacéuticas europeas que puedan dar un paso al frente cuando haya un desabastecimiento.
No obstante, en el caso de España, ya se están tomando medidas de este tipo al respecto. Desde hace varias semanas, el Ministerio que lidera Carcedo está elaborando un listado de medicamentos esenciales con problemas de desabastecimiento -algunos identificados como 'críticos' por no existir alternativas terapéuticas- e incentivará a los laboratorios con beneficios regulatorios, como exención de tasas, para que los fabriquen.