Los madrileños hospitales Gregorio Marañón y La Princesa y el Summa 112 han conseguido reunir, en el mismo centro y en la misma habitación, a una madre y su hijo adulto con Síndrome de Down infectados por coronavirus. Una más de las historias extraordinarias que suceden estos días en una ciudad donde hay 42.450 casos positivos por la Covid-19.
Según detallan desde el Gregorio Marañón, la madre fue la primera en ingresar en este centro sanitario con una neumonía provocada por el virus. Su hijo, se quedó a cargo de un familiar pero, finalmente, comenzó a presentar también síntomas de la enfermedad y su estado empeoró. Se le trasladó entonces al Hospital de La Princesa, donde acabó hospitalizado.
La familia explicó entonces que la madre también se encontraba hospitalizada en otro centro sanitario, muy cercanos entre sí, y se activó un protocolo de coordinación para que el chico fuera trasladado con su madre al Gregorio Marañón donde, indican desde el centro, se hicieron los trámites para que pudieran estar juntos en la misma habitación.
Cuidándose en la misma habitación
El traslado, organizado desde La Princesa, fue llevado a cabo por el Summa 112. Según informan desde los centros sanitarios, madre e hijo están ya hospitalizados en el Gregorio Marañón donde "reciben atención especializada, atención médica y de enfermería, y pueden estar juntos cuidando el uno del otro".
El madrileño Hospital Universitario La Princesa cuenta con una Unidad de Síndrome de Down, referente en toda España. Se creó en 2005 y la dirige el doctor Fernando Moldenhauer. En el servicio se atiende las necesidades específicas de más de mil madrileños con Down.
Test de detección para personas con discapacidad
Con el comienzo de la pandemia organizaciones como Plena Inclusión Madrid pidieron test de detección para las personas con discapacidad intelectual y quienes les atienden. La entidad explicó que cerca de 2.000 personas están siendo atendidas en las residencias y viviendas del movimiento asociativo en Madrid y subrayó que muchas de ellas son mayores con grandes necesidades de apoyo "que requieren de atención y contacto individual y permanente, incluso en circunstancias normales".
Según Plena Inclusión, disponer de las pruebas facilitaría la puesta en marcha de "protocolos y estrategias de aislamiento, incrementar la seguridad de los profesionales y los residentes y optimizar los recursos humanos disponibles, en los que se van produciendo cada vez más bajas".