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¿A quién está matando el coronavirus?: Hombre, mayor de 80 años y con problemas de salud previos

La tasa de mortalidad entre los mayores de 80 años es de hasta un 14%, mientras que la tasa de mortalidad general se encuentra entre un 2% y un 4% (dentro de China) 

  • Un cuarto muerto en el norte de Italia por el coronavirus

El coronavirus, que parece haberse comenzado a estabilizarse en China después de varias semanas imparable, ha protagonizado un nuevo repunte en Italia, donde ya han fallecido siete personas y se han registrado más de 230 contagiados. La mayor parte de los casos se han registrado en el norte del país, en las zonas de Lombardía y Veneto, donde se ha desatado una suerte de caos en los supermercados, donde cientos de personas han hecho acopio de bienes.

Ahora bien. ¿Está justificada la histeria colectiva generada por el coronavirus? Para responder a esa pregunta es importante tener en cuenta varias cuestiones: por un lado, la gravedad de la enfermedad conocida como Covid-19 y por otro, el segmento de población a la que más afecta.

La gripe común mata a más gente en España que el COVID-19

A fecha de 25 de febrero, el coronavirus ha dejado más de 2.600 muertos y unos 80.000 contagiados en todo el mundo. De acuerdo con los últimos datos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tasa de mortalidad del coronavirus está entre el 2% y el 4% en Wuhan, el epicentro del brote. Fuera de esta zona, la mortalidad entre los contagiados varía drásticamente hasta un 0,7%.

Desde la comunidad médica, muchas voces instan a mantener la calma, ya que consideran que simplemente "se trata de una nueva forma de gripe", según apuntaba a Vozpópuli el portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas, Benito Almirante. Quiere decir que a pesar de ser una enfermedad desconocida, se comporta de manera muy similar a la gripe común, por lo que su "gravedad" es bastante parecida.

Para poder poner en contexto los niveles de mortalidad del coronavirus, resulta esclarecedor hacer una comparativa con la de la gripe común. Por el momento, el virus asiático ha demostrado ser capaz de contagiarse mucho más rápido: más de 80.000 infectados en apenas semanas, además de los 2.700 fallecidos. A pesar de lo dramático de las cifras, se trata del número de muertes a nivel mundial.

Sólo en España, la última campaña de gripe común dejó un total de 525.300 casos y más de 6.300 muertes, lo que sitúa la tasa de mortalidad en un 1.2%, superior a la tasa del coronavirus fuera de Wuhan. Si bien la campaña se sucedió durante un mayor lapso de tiempo, los datos son sólo de España. 

Hombre, mayor de 55 años y enfermo de antes

Entonces, ¿quién tiene más riesgo de contraer o en caso extremo, fallecer por culpa del coronavirus? Volviendo a Italia, el propio asesor de Sanidad de las zonas afectadas, Giulio Gallera, explicaba en una rueda de prensa que todas las muertes registradas hasta ahora han correspondido al mismo patrón: hombres, mayores de 65 años y con patologías previas.

Según ha explicado, todas las muertes se han dado en pacientes "con una salud muy debilitada o muy ancianos" y que la mayoría de los casos afectan a "hombres por encima de los 65 años". De todos los afectados, más de la mitad están recuperándose en sus casas sin necesidad de acudir a un hospital, mientras que un 10% están recibiendo terapia intensiva, ha añadido.

Por otro lado, la mortalidad es mucho más alta entre la población anciana, al igual que ocurre con la gripe común. De acuerdo con los datos disponibles el 11 de febrero, mientras que la mortalidad general es de entre un 2% y 4% en Wuhan, entre los mayores de 80 es de un 14% y del 8% en las personas entre 70 y 79 años.

Hace unas semanas, un estudio publicado en la prestigiosa revista científica The Lancet corroboraba la afirmación del asesor italiano. El estudio, publicado el pasado 15 de febrero, ha establecido un perfil a partir de 99 casos de coronavirus ingresados en un centro médico chino cercano a Wuhan.

Los resultados son claros: la mayor parte de los pacientes infectados eran hombres, mayores de 55 años y con patologías previas, sobre todo relacionadas con las funciones respiratorias. De los 99 estudiados, sólo 11 habían fallecido en el momento en el que se finalizó el informe, aunque 52 continuaban ingresados.

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