Las pruebas de imagen no diagnostican por sí mismas el coronavirus, pero son importantes para manejar la enfermedad. A través de una radiografía se pueden tomar decisiones sobre el ingreso hospitalario, el tipo de tratamiento o el traslado a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de un paciente infectado. En Madrid, el Hospital Gregorio Marañón trabaja en el desarrollo de una radiografía de alta precisión que valorará la afectación pulmonar en pacientes infectados. Será un dispositivo de bajo coste y se podrá instalar en coches o en carpas portátiles de triaje.
Según informan desde el centro, el nuevo prototipo se instalará en las próximas semanas en el hospital para calibrar su precisión. Coordinado por la empresa Sedecal Molecular Imaging (SMI), en el proyecto, que durará unos seis meses, participan la Universidad Carlos III de Madrid y el Instituto de Investigación Sanitaria San Carlos, bajo la dirección científica de Manuel Desco, jefe del Servicio de Medicina y Cirugía Experimental del Marañón y catedrático de la citada universidad.
En el proyecto que ahora diseña el centro sanitario, uno de los más grandes de Madrid y que más presión ha soportado en las últimas semanas, los investigadores combinan la Inteligencia Artificial (IA) y la tomosíntesis (con dosis bajas de rayos X) para desarrollar un dispositivo de bajo coste que podría aumentar sustancialmente la precisión diagnóstica radiológica, con niveles comparables a los que se consigue mediante un TAC.
Para carpas portátiles de triaje
Desde el Marañón subrayan su ventaja: al ser más ligero se podría instalar incluso en vehículos o en carpas portátiles de triaje. “La incorporación de algoritmos de IA puede contribuir a facilitar el diagnóstico, acelerando el análisis de las imágenes y reduciendo las dosis de radiación recibidas por el paciente”, explica Manuel Desco.
Las radiografías planas que se usan ahora pueden infravalorar el alcance de las lesiones pulmonares si se comparan con los resultados de un TAC
Las radiografías planas que se utilizan en la actualidad, detallan desde el hospital, pueden resultar poco sensibles o infravalorar el alcance de las lesiones pulmonares si se comparan los resultados con los obtenidos por un TAC (tomografía axial computarizada).
El problema, añaden, es que es inviable realizar un TAC a todos los pacientes sospechosos porque no existen suficientes equipos y, también, por cuestiones de logística.
La incertidumbre de los primeros días
A comienzos del pasado mes de marzo, cuando lo peor de la pandemia estaba por llegar, la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM) elaboraba un documento explicativo sobre el manejo ante una sospecha de infección por coronavirus. La sociedad científica señalaba entonces que ni las radiografías simples ni los TC (Tomografía Computarizada) de tórax eran la técnica diagnóstica en la infección por coronavirus.
Entonces, en China, el origen de la epidemia, se estaban incluyendo el estudio de TC torácico como criterio diagnóstico dada su alta sensibilidad para detectar opacidades
pulmonares. Desde España, los radiólogos disentían y no indicaban el uso
de TC como técnica diagnóstica para un paciente infectado.
Eso sí, los especialistas advertían en aquel momento que se encontraban ante una enfermedad nueva para la comunidad radiológica y que la información cambiaba día a día. También las recomendaciones.
Sistemas convencionales fijos
Casi un mes y medio después, la SERAM ha realizado un seminario online en el que participaron los médicos Ivan Vollmer (del Hospital Clinic de Barcelona) y Luis Gorospe, del Ramón y Cajal de Madrid. El encuentro fue moderado por el presidente de la sociedad, Pablo Valdés.
Luis Gorospe destacó la importancia de las radiografías de tórax en el seguimiento de los pacientes con coronavirus (cerca de 55.000 casos positivos en Madrid) y resaltó que “siempre que sea posible, deben realizarse con sistemas convencionales fijos (no portátiles), ya que ofrecen resultados más precisos que los equipos portátiles”.
Diagnóstico de neumonía con ecografías torácicas
En el caso del Hospital Ramón y Cajal, en los momentos del pico de la pandemia, se llegaron a realizar más de 500 radiografías de tórax diarias, de las que menos del 20% se obtuvieron con equipos portátiles, según los datos aportados por el especialista madrileño para quien es recomendable realizar una TC de tórax en pacientes con prueba de diagnóstico PCR negativa persistente, cuando se sospechen complicaciones o diagnósticos alternativos.
Por su parte, Ivan Vollmer, radiólogo del Hospital Clinic de Barcelona, destacó que, además, del TC y la radiografía convencional, hay otra alternativa "muy útil" a los métodos convencionales para diagnosticar neumonías por la Covid-19 y es la ecografía torácica.