La crisis del coronavirus continúa lejos de acabar. En España, donde la incidencia acumulada llegó a un mínimo de 40 casos por cada 100.000 habitantes el pasado 14 de octubre, algunas autoridades como el Gobierno vasco comienzan a plantear nuevas restricciones debido al crecimiento de la sexta ola del virus, que paulatinamente ha cogido forma. Hoy la incidencia supera los 88 casos, con Navarra y el País Vasco como regiones en peor situación al tener 203 y 174 casos cada una. El Ministerio de Sanidad ha notificado esta tarde 4.901 nuevos contagios y 29 muertes.
Estanislao Nistal, virólogo y profesor de Microbiología de la Facultad de Farmacia en la Universidad CEU San Pablo, opina que no hay riesgo en España de colapso del sistema sanitario gracias, por un lado, a que casi el 80% de la población ha recibido la pauta completa de la vacuna y, por otro, al alto nivel de seroprevalencia: más de cinco millones han pasado esta enfermedad desde el inicio de la pandemia, a los que hay que sumar todos los aquellos que Sanidad no ha detectado. Este virólogo espera una sexta ola “más achatada” que, además, implique menos muertos y menos ingresos en el hospital que la quinta ola, que ya fue la menos lesiva. Este virólogo pone el foco en el tensionado sistema de atención primaria, donde se puede retrasar el tratamiento de otras patologías.
En el resto de Europa la situación es muy distinta: en Austria, donde la incidencia casi roza los 1.400 casos por cada 100.000 habitantes, el Gobierno ha decretado un confinamiento obligatorio para los no vacunados hasta el 24 de noviembre. Esta medida afecta a dos millones de personas, que deberán permanecer en sus casas salvo para actividades esenciales.
Mientras, en Francia, donde la incidencia es de 182 casos, los estudiantes de primaria deben llevar mascarilla en clase desde este lunes. Por su parte, en Países Bajos, con 943 casos, el Gobierno ha decretado el cierre de tiendas y restaurantes no esenciales desde las 20.00 horas hasta las 06.00. Mientras, las actividades de ocio o deportivas se celebrarán a puerta cerrada. Al igual que en Alemania, sólo los vacunados o aquéllos que han superado la enfermedad podrán asistir a festivales y eventos. En el país teutón, que registra una incidencia acumulada de 553 casos, aún sin Gobierno tras las últimas elecciones, y con una de las tasas de vacunación más bajas en Europa (67,5%), los tres partidos de la futura coalición están de acuerdo en imponer restricciones para los no vacunados.
Para Nistal, España tiene hoy por hoy una mejor situación que otros países europeos también gracias a que las bajas temperaturas han tardado más en llegar. El clima español, más benigno, ha impedido, hasta ahora, mayor circulación del virus, pero ahora que el frío llega, las calefacciones se encienden y las ventanas se cierran para impedir que el calor se escape, lo que genera menos ventilación en espacios cerrados, el virus se expande con más facilidad. Esto podría explicar que las regiones más al norte, Navarra y País vasco tengan peor situación que el resto.
Nistal no cree, sin embargo, que grandes restricciones o medidas sanitarias sean necesarias, pero sí cree que medidas parciales pueden ayudar a contener la expansión del virus: “En la media que podamos hacer alguna cosa que implique un pequeño esfuerzo y que atenúe la expansión del virus, para controlarlo poco a poco”, como ventilar, el uso de la mascarilla en interiores, controlar los aforos. No cerrar, por ejemplo el ocio nocturno, pero sí aplicar medidas.
El Gobierno vasco quiere imponer el certificado covid
En paralelo, el Gobierno vasco pedirá autorización al Tribunal Superior de Justicia del País Vasco para imponer el certificado covid en locales de ocio nocturno y restaurantes, según ha anunciado hoy su consejera de Salud, Gotzone Sagardui, quien también ha comunicado que se suspenderán aquellas actividades o eventos en las que no se puedan garantizar las medidas de prevención. Otras comunidades como Cataluña, Comunidad Valenciana y Navarra también han propuesto en los últimos días la implantación del certificado covid para acceder a determinados lugares. Castilla y León, por su parte, se plantea pedir el pasaporte covid en los lugares cerrados en los que hay que quitarse la mascarilla, como ocio nocturno, albergues y hostelería, y aplicado por territorios e indicadores, de forma temporal y proporcional, para que cuente con el aval de la justicia.