Indignación entre los alcaldes de A Mariña (Lugo) por la gestión que la Xunta de Galicia está haciendo de la crisis sanitaria desatada en la comarca. Desde este lunes y hasta el próximo domingo unas 70.000 personas, residentes en 14 municipios, han quedado aisladas por el brote de coronavirus registrado en la zona con un centenar de positivos. Los ediles acusan al Gobierno gallego de "ponerse de lado" y dejar en sus manos la responsabilidad de "inspección, vigilancia y cumplimiento" de las restricciones anunciadas. En el Hospital da Costa (Burela), donde está el principal foco de contagios, admiten estar más preocupados que durante la pandemia. La semana, critican los alcades, es especialmente complicada ante las elecciones del próximo domingo. El de Burela, ya ha pedido que se aplacen los comicios.
Impotencia, tristeza, frustración...Es el sentimiento común en la Mancomunidad de A Mariña, una comarca que, tras el largo y duro confinamiento, se preparaba, por fin, para la llegada de turistas atraídos por un entorno privilegiado: casi cien kilómetros de litoral, salpicado por rías, cabos, acantilados...Una comarca bañada por el Cantábrico que tiene en la Playa de As Catedrais (Ribadeo) la mejor de sus embajadoras. Está considerada entre las mejores playas del mundo y, con más de medio millón de visitas al año, es el segundo monumento más visitado de Galicia después de la Catedral de Santiago de Compostela.
"Es un golpe tremendo en la economía de muchos ayuntamientos; para nuestro Concello, durísimo. El verano es una bolsa para que los establecimientos puedan sobrevivir el resto del año y sólo con las cancelaciones que ha habido en el día de ayer (por el domingo) en los hoteles, supone que la temporada esté muy tocada", señala a Vozpópuli Fran Cajoto, alcalde de Foz y presidente de la Mancomunidad de A Mariña.
Segundo varapalo, remarca el edil en una comarca ya sumergida en una severa "crisis industrial" tras el anuncio de la multinacional Alcoa de paralizar la producción de aluminio primario en la factoría de San Cibrao y la intención de despedir a 534 trabajadores de la planta. "Hacer frente a otra crisis en el sector turístico es muy complicado", señala Cajoto que, inmediatamente, antepone la salud a cualquier otra consideración.
"Somos conscientes todos, vecinos y empresarios, que lo más importante es la salud y pedimos que, ante el esfuerzo tan grande que están haciendo los trabajadores, que ven peligrar su trabajo este verano, la Xunta no se ponga de lado porque son muchas las familias que están sufriendo", prosigue.
Controlar la propagación del brote
Ayer domingo el conselleiro de Sanidad, Jesús Vázquez Almuiña, detallaba las medidas que ha decidido adoptar su departamento para frenar el preocupante brote de A Mariña, una comarca que apenas si registró casos durante lo peor de la pandemia. En la actualidad, en la comarca, con más de 2.000 PCR realizdas, hay un total de 106 positivos, de los que siete ya están curados, con lo que, a fecha de domingo, la cifra descendía a 99 afectados por la covid-19.
Con datos de hoy lunes, la Dirección General de Salud Pública de la Consellería de Sanidad informa que, en la última actualización de casos activos de coronavirus en Galicia, las cifras arrojan un total de 254: 30 en el área sanitaria de A Coruña; 143 en la de Lugo (sin desglosar por municipios); 3 en la de Ourense; 2 en la de Pontevedra; 61 en la de Vigo; 13 en la de Santiago y 2 en la de Ferrol. Del total de positivos, 6 están hospitalizados y 248 en seguimiento domiciliario.
La situación de A Mariña es, por supuesto, la más preocupante. Ayer mismo, Vázquez Almuiña, explicaba las nuevas normas que, durante cinco, días (es decir, hasta el viernes) se establecen para la población del distrito sanitario de esta Mancomunidad lucense de la que forman parte ayuntamientos como Barreiros, Burela,Foz, Lourenzá, Mondoñedo, Ribadeo, O Valadouro, O Vicedo, Viveiro o Xove y que ese mismo día comunicaba a los alcaldes.
La primera, restringir la movilidad dentro del mismo distrito sanitario, con excepción, además de motivos laborales o similares (vuelta al domicilio habitual, cuidado de mayores o dependientes...) y la circulación que sea de tránsito por la comarca y que ni tenga como origen ni como fin un ayuntamiento de los confinados. Una medida que se aplicará durante cinco días.
Otra medida es el uso obligatorio de mascarillas, también en espacios públicos, playas incluidas. Asimismo, se reduce el aforo de centros de ocio al 50% y se establece un máximo de 10 para los grupos de personas y no podrán realizarse actividades con más de 60 personas en espacios cerrados y de 150 si se trata de actividades al aire libre.
Aislados hasta las elecciones del 12-J
Un espacio de tiempo que sorprende a los alcaldes mariñenses y también a los sanitarios de la comarca consultados por Vozpópuli. "Es una cifra que no se barajaba en ningún momento. En el 'runrún' de la calle, que en eso no voy a entrar, se asocia a las elecciones del próximo domingo", indica Cajoto.
"Estamos peleando. Es una situación complicada", resume el edil de la localidad mientras apunta que, en el horizonte inmediato, está la jornada electoral del 12-J. Alcaldes de la mancomunidad, como el de Burela, la localidad con el grueso de casos, ya han pedido, en declaraciones a Europa Press, que se aplacen las elecciones en esta comarca por el brote de covid-19.
En la misma línea, el Bloque Nacionalista Galego (BNG) pedía este domingo que se suspendan los comicios. También el alcalde de Ribadeo (10.000 habitantes), Fernando Suárez Barcias, se pregunta por qué el candidato del PP a la presidencia de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, no advirtió a los alcaldes de la situación y asegura que en la administración gallega "están nerviosos" por la celebración de las elecciones autonómicas del domingo.
"Esto del confinamiento es un lavado de cara. Cinco días y el sábado, a salir y el domingo, a votar. Si quieres acabar con el brote, aíslas la comarca durante 14 días, dejas a la gente en casa y, si hace falta, vuelves a la fase 2. Así se controlaría el brote", añaden fuentes sanitarias consultadas por este digital.
Más miedo el brote que la pandemia
En el Hospital da Costa, en Burela, los representantes sindicales se reunieron esta misma mañana con la gerencia de un centro sanitario que, aseguran las fuentes consultadas por este digital, vive en estos días la inquietud que no vivió durante toda la epidemia sanitaria. "Nos da más miedo este brote que la anterior pandemia, que controlamos muy bien. La gente se aisló perfectamente. Llevábamos mes y medio sin tener ningún caso", explica Rosa López, delegada en el centro de CCOO.
El primer caso que surgió en este rebrote, indica, fue el 23 de junio. No es el paciente cero, aclaran las fuentes consultadas por Vozpópuli. A ese, se le perdió la pista y podría proceder de fuera de la Comunidad. El primer brote surgió a finales de junio en la localidad de Xove, tras una reagrupamiento familiar. El segundo, y más importante ahora, está en Burela.
Desde esa fecha, añade López, se empezaron a hacer tanto los estudios de contacto como las pruebas PCR que, en la comarca, detalla, los pide tanto el médico de Atención Primaria, como de Preventiva o Salud Pública. En A Mariña se realizan una media de 70 PCR por la mañana y otras 70 por la tarde. En este momento, según los datos que aporta la delegada sindical, hay 119 pacientes con coronavirus, entre ellos dos limpiadoras y una pediatra de Atención Primaria. Confinadas en sus casas por contacto con estas compañeras, pero negativos, hay cinco limpiadoras, un médico y un enfermero.
En el hospital hay ingresados cinco pacientes con covid-19. Ninguno reviste gravedad. Ninguno está ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos. En caso de que fuera necesario el ingreso de algún paciente en la unidad de críticos, la gerencia les ha comunicado que se estabilizarían en Burela para su posterior traslado al Hospital Lucus Augusti de Lugo, donde los boxes están aislados a diferencia de los del hospital de A Mariña. Durante la pandemia, en Burela, llegaron a contar con 14 puestos de UCI: siete camas para pacientes covid y, otras siete que se sumaron desde la Unidad de Reanimación, destinadas a pacientes muy graves no covid.
Los datos que baraja el alcalde de Foz, que pide a la Xunta que facilite información diaria y por municipios y se queja de que esos datos no les están llegando, es que hay "del orden de los 100 positivos, con un incremento diario de 20 casos en toda A Mariña y con muchas diferencias entre ayuntamientos".
Una situación "descontrolada"
Fran Cajoto, admite que en A Mariña no hay otro tema de conversación. Por la parte que les toca, señala, los ediles han hecho cuanto ha estado en sus manos para impedir la propagación del foco. En Foz, por ejemplo, han dispuesto, de forma adicional, el cierre parques ante el riesgo de no poder asegurar el distanciamiento social e intentando evitar cualquier riesgo de contagios.
Desde Ribadeo, Suárez Barcias habla de una "situación descontrolada" desde hace días cuando la Xunta debería haber visto lo que sucedía "en un punto concreto de la comarca "y así podrían confinar un edificio o dos, un barrio o un ayuntamiento si hacía falta, pero no toda una comarca. Que quede claro que no consiste en estigmatizar a nadie, si no de actuar para que la cosa no vaya a más".
Cajoto augura una semana difícil. Los trabajadores municipales, explica, están preparando los locales electorales "que han sufrido modificaciones en base a las nuevas disposiciones para garantizar ese espacio físico entre miembros de la mesa y los propios votantes. Es un trabajo duro. Estamos colaborando sin quejarnos, y asumiendo costes que se trasladan a nuestros propios presupuestos".
El alcalde de Ribadeo también considera que las cosas "no se hicieron bien" por parte de la Xunta de Galicia y critica que las responsabilidades para controlar el brote de covid-19 se trasladen a los ayuntamientos, cuando la mitad de esos ayuntamientos ni siquiera tienen Policía Local.
Responsabilidad sobre los ayuntamientos
Pero, sobre todo, los alcaldes se muestran "muy indignados" por la forma de proceder de la Xunta a quien acusan que se "pone de lado y nos está trasladando la responsabilidad de todas las labores de inspección, vigilancia y cumplimiento de las medidas a nosotros, los ayuntamientos. Y, ayuntamiento a ayuntamiento, no podemos ponernos a coordinar a la Guardia Civil, a la Policía Nacional, a la Autonómica o a la Policía Local, en el caso de que tengan porque en A Mariña hay ayuntamientos donde no existe".
Cajoto insiste: los ayuntamientos no son autoridades sanitarias y la Xunta debe dar instrucciones claras y "no evadir sus responsabilidades". Durante el estado de alarma, prosigue, "se pedían las competencias y ahora que se tienen las competencias para dirigir la 'desescalada' o 'nueva normalidad', no se se ejecutan y no se gestionan. Ese peso que cae sobre nosotros es un galimatías jurídico que es un sinsentido, porque lo que está implicando es que cada ayuntamiento se haga responsable de todo el control y vigilancia del cumplimiento de las medidas
El alcalde de Foz pide a la Xunta que "tome el liderazgo, asuma sus consecuencias y resuelva, y ahí vamos a estar colaborando firmemente como siempre hemos hecho". De entrada, solicita la creación de un centro de coordinación, en colaboración con los distintos entes administrativos, que establezca un protocolo claro. "Lo que no podemos es coordinarnos entre nosotros mismos sin tener ningún protocolo ni profesional sanitario. Esto es muy serio como para eludir responsabilidades", insiste el edil.