La cifra total de muertes por coronavirus contabilizadas por el Ministerio de Sanidad se ha elevado de golpe hasta las 38.118 desde el inicio de la pandemia, 1.623 más que este martes. La razón de este notable repunte estriba en el cambio de criterio aplicado este miércoles por el Gobierno, que desde ahora tendrá en cuenta en el cómputo global de fallecidos los casos "sospechosos", es decir, aquellos a los que no se realizó una prueba diagnóstica que confirmara que habían contraído la covid-19.
Este cambio de criterio se produce tras la revisión en el número de muertes realizada en sentido contrario el pasado mes de mayo, cuando Sanidad eliminó en un sólo día a casi 2.000 fallecidos por la pandemia de la estadística oficial.
La decisión de ahora se adopta tras las presiones recibidas desde la Unión Europea, según ha publicado este miércoles El Español. El Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) ha venido insistiendo al Ejecutivo de Sánchez para que refinara los datos de fallecidos con el fin de homogeneizarlos con los criterios europeos.
Asimismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó el pasado mes de junio un documento en el que pedía a los países que reconocieran a los muertos por covid-19 tanto si han dado positivo en una prueba de laboratorio como si se tiene una sospecha certera de que la infección contribuyó a su defunción.