El coronavirus no está bajo control en España. Y probablemente no llegue a estarlo, debido a la propia naturaleza de este virus y la facilidad de contagio. Los profesionales sanitarios están desbordados ante el incremento de casos sospechosos, una cierta psicosis en la población y la actualización constante en los protocolos.
"Venden que está todo preparado, pero se actúa sobre la marcha”, dicen fuentes sanitarias consultadas por Vozpópuli. "Estamos saliendo adelante por el sacrificio y los turnos que están doblando los profesionales".
El sector lamenta el tiempo que tardó el Gobierno en reaccionar después de conocerse los primeros casos en Italia hace dos semanas. En su opinión, se perdió un tiempo valioso. Y el brote ha acabado atropellando a las autoridades. España suma al menos 23 infectados, la mayoría gente que visitó recientemente Italia.
Sobresaltos en los hospitales
El Gobierno y las comunidades ofrecen ruedas de prensa diarias, en las que tratan de transmitir tranquilidad. Pero la situación que se vive en los centros hospitalarios es muy diferente. Cada día es un sobresalto. Y se han llegado a producir situaciones en las que Salud Pública ha llamado buscando a un paciente al que días antes se había descartado como sospechoso.
"¿Y qué hacemos? ¿Buscarlo por la calles?", explican. "Vamos por detrás en la epidemiología".
La propagación del coronavirus está obligando a una actualización permanente de los protocolos, los cuales son muy complejos. Y exigen medidas especiales de aislamiento y protección para los profesionales. La atención al resto de pacientes ingresados, en estado objetivamente más grave, se acaba resintiendo.
Cada comunidad autónoma sigue su propio criterio. En Madrid, por ejemplo, el departamento de Salud Pública se encarga de cribar como sospechoso o no el caso que llega al hospital. Se trata de un grupo de entre tres o cuatro personas, que no da abasto. Si el paciente llega al centro sanitario de noche, la responsabilidad recae en la sala del 061.
Todos los hospitales no pueden hacer análisis
Una persona que presente tos, fiebre o disnea (dificultades respiratorios) y haya visitado China, Japón, Corea del Sur, Singapur, Irán o el norte de Italia se considera sospechoso. Cualquier familiar o amigo que haya estado en contacto con este primer paciente y presente uno de los tres síntomas descritos, también se considera sospechosa.
A partir de ahí, la muestra debe ser analizada para confirmar la infección. No todos los hospitales de Madrid tienen la capacidad de hacerlo. El centro de referencia es el Carlos III, pero hay otros tres centros para estos análisis. Esto obliga a recoger la muestra, aislarla y prepararla para su transporte. El resultado puede demorarse unas horas.
"Lo lógico es que cada hospital puede hacer sus pruebas", dicen. Otros médicos describen situaciones kafkianas con personas robando mascarillas de los centros sanitarios. Y un cierto caos. Los profesionales están doblando turnos y reforzando las áreas de atención para dar salida a la avalancha de casos. La mayoría acaba siendo negativo.