Los intensivistas de hospitales públicos de Madrid, epicentro de la epidemia de coronavirus en Europa, desvelaban esta semana en Vozpópuli que las UCIs ya están "abarrotadas de enfermos" pero que no pueden derivar pacientes a los hospitales privados porque éstos no los admiten. Desde la patronal del sector aclaran que siguen en "primera línea y dispuestos a colaborar" pero, antes, quieren que el Ministerio de Sanidad "articule un acuerdo claro" para evitar perjuicios económicos y que se les compense por au atención durante la pandemia. Además, señalan que, en Madrid, por el momento el número de pacientes "es asumible" en los hospitales privados, aunque grupos sanitarios como Sanitas reconocen que se percibe "una tendencia ascendente preocupante".
Carlos Rus, presidente de la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) -que agrupa a más de 1.300 entidades sanitarias y representa a más del 80% de los centros hospitalarios privados- responde a las cuestiones planteadas por Vozpópuli sobre cómo están viviendo estos centros la segunda ola de la pandemia en España. La primera cuestión que plantea el digital es relativa a los preocupantes nuevos datos de incidencia, especialmente en Madrid, que ya acumula el 35% de los nuevos contagios notificados al Ministerio de Sanidad en las últimas horas y donde el gobierno regional ya baraja medidas extraordinarias.
En el caso de esta región, Rus responde que, desde ASPE, no tienen datos consolidados de incidencia covid en el conjunto de los hospitales privados. "Por el momento el número de pacientes es asumible y aunque también hay ingresos en otras comunidades autónomas, en ningún caso estamos a los niveles alcanzados en marzo y abril", señala.
Sanitas mantiene activos sus hospitales de campaña
Desde grupos hospitalarios privados consultados por Vozpópuli, que declinan ofrecer datos concretos de número de hospitalizaciones o ingresos en unidades de críticos, admiten que los datos hablan de un crecimiento en el número de ingresos por covid. "En nuestro caso ligero", apuntan desde HM Hospitales.
Desde Sanitas también aseguran que la presión por el momento es "asumible", pero reconocen que "percibimos una tendencia ascendente preocupante". Anticipándose a un posible escenario pesimista en la comunidad en otoño, el grupo sanitario privado decidió en su momento, y al menos hasta final de año, mantener desplegados los dos hospitales de campaña que montó en Madrid al lado de sus hospitales de La Moraleja y La Zarzuela. De esta manera, la compañía asegura que, junto a otros recursos, aumenta en un 70 % su disponibilidad de camas de hospitalización ante futuras emergencias, tal y como en su momento explicaron a este digital.
Derivación de pacientes de hospitales públicos
A nivel de toda España, Carlos Rus insiste en la misma dirección: "No estamos actualmente al nivel de presión asistencial que tuvimos durante la irrupción del coronavirus en España". En cualquier caso aclara que están preparados para afrontar una segunda embestida del virus: "Tenemos nuestros recursos listos para atender cualquier posible emergencia y lo único que pedimos es un acuerdo claro y transparente para la mejor gestión de los recursos del Sistema Nacional de Salud".
Sobre las derivaciones de pacientes de hospitales público a los privados, como ocurrió durante la pandemia, el presidente de ASPE aclara que los centros privados "siempre hemos estado en primera línea y dispuestos a colaborar con todos nuestros medios asistenciales y humanos. Esto no va a cambiar porque es nuestro deber (sin necesidad de un estado de alarma que obligue a ello)".
Pero, inmediatamente, matiza, el escenario no es ahora el mismo que en la primera oleada y los hospitales privados no están dispuestos a ofrecer sus camas como hicieron entonces por indicación de la que era la autoridad sanitaria en el estado de alarma, el Ministerio de Sanidad, sin que antes el departamento que dirige Salvador Illa "articule un acuerdo claro de colaboración y coordinación".
Camas de UCI privadas sin utilizar
Un acuerdo que, señala Carlos Rus, evitaría que se den "situaciones con graves consecuencias económicas como por ejemplo: tener un hospital privado paralizado, con UCI’s y camas disponibles, y al tiempo se construyan instalaciones sanitarias provisionales, como hospitales de campaña, en zonas donde no se ha hecho uso de los recursos ya existentes".
"Lo que nos preocupa es que haya una mejor coordinación y ayuda entre comunidades autónomas, algo que no se produjo en la primera ola", señala el presidente de ASPE
Una de las quejas de ASPE durante la primera oleada de la pandemia fue que la sanidad privada puso a disposición de la pública 2.000 camas de UCI libres que no se utilizaron. ¿Les preocupa que se vuelva a producir esta situación?. "Lo que nos preocupa es que haya una mejor coordinación y ayuda entre comunidades autónomas, algo que no se produjo en la primera ola y de lo que deberíamos haber tomado nota para estar en condiciones de dar una mejor respuesta sanitaria a la ciudadanía", responde Rus.
Añade que "es responsabilidad de todos los que formamos parte del sistema sanitario, pero sobre todo de aquellos encargados de su gestión, el tomar las medidas necesarias para no cometer los mismos errores".
Más de 19.000 pacientes covid en la privada
Una de las quejas de la sanidad privada es ahora la laxitud con la que las comunidades autónomas están negociando las compensaciones económicas por su actuación durante la pandemia. Un estudio realizado por ASPE a finales de junio ponía en en valor su asistencia a pacientes, los suyos y los derivados de la sanidad pública. Según los datos del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias, el 42% de los hospitales generales privados asumieron durante los meses de marzo y abril el 16% (19.289) de los ingresos de pacientes diagnosticados o con sospecha de covid-19 y el 14% (1.536) de los ingresos en UCI, apuntaba el documento.
La patronal hacía números sobre lo que le había costado la pandemia y las cuentas, denunciaban entonces, les situaban "al borde de la quiebra asistencial y financiera". Acusaban al Gobierno de "abandono" y pedían que se agilizasen las compensaciones por su atención a los pacientes derivados de la pública. Sólo en la compra de equipamiento, respiradores o adecuando instalaciones, la sanidad privada invirtió más de 13,5 millones de euros. La situación, aseguraban, era crítica para 2.400 pequeñas clínicas que, finalizado el estado de alarma, se verán abocadas al cierre.
Sólo Cataluña ha hecho cuentas
A fecha de hoy, el tema de las compensaciones sigue coleando, explica Carlos Rus. Y detalla: "En Cataluña se ha alcanzado ya un acuerdo de compensación con la Generalitat por cada paciente y recurso empleado. Valencia ha tomado la decisión de pagar los casos a precio público. Madrid, Murcia, Canarias, Galicia, Andalucía, País Vasco, Castilla y León, Baleares, La Rioja y Navarra aún se encuentran en periodo de evaluación de las compensaciones, las mesas de negociación están abiertas".
Desde ASPE piden que se cubran los costes de los casos covid tratados y se compense la puesta a disposición de recursos como se ha hecho en Francia, Alemania o Reino Unido
El presidente de ASPE insiste en que "la sanidad privada ha mantenido un firme compromiso con la emergencia asistencial vivida en nuestro país desde antes del 14 de marzo". El Gobierno central "nos ha emplazado a acordar con cada territorio regional la forma de compensación de los recursos habilitados dedicados a atender a los pacientes covid, ya que a través del Fondo COVID-19 (regulado en el Real Decreto-ley 22/2020, de 16 de junio) se han destinado 9.000 millones de euros para que los distintos gobiernos autonómicos hagan frente a los gastos originados por la gestión de la pandemia en sus respectivos territorios".
Por lo tanto, concluye, desde ASPE "lo que solicitamos es que se cubran los costes de los casos covid tratados y se compense la puesta a disposición de recursos asistenciales solicitados por las consejerías de sanidad a la sanidad privada, al igual que se ha hecho en el resto de países de nuestro entorno como Francia, Alemania o Reino Unido".
