La decisión de la directora gerente del Hospital Universitario de Canarias (HUC), Mercedes Cueto, de cesar al coordinador del Servicio de Urgencias, el doctor Guillermo Burillo, un profesional de larga y reputada trayectoria, ha caído como una bomba en el centro público de Tenerife. Sus compañeros han cerrado filas en torno al médico, piden su restitución y estallan contra una decisión "inexplicable" cuando están saliendo de una crisis tan grave como la del coronavirus. La destitución de Murillo ha provocado una cadena de dimisiones en bloque en Urgencias. El hospital asegura que el cambio estaba previsto desde enero y que busca "mejorar algunos aspectos de organización interna y algunos indicadores de gestión".
"Estamos destrozados", resume Lissete Traveria Becquer a Vozpópuli. Es una de las cinco jefes de unidad que ha presentado la dimisión de su cargo por el cese de su coordinador, como también lo ha hecho el jefe de sección de Urgencias, Marcos Expósito Rodríguez. Las dimisiones, "por apoyo y coherencia", todavía no han sido aceptadas.
El Complejo Hospitalario Universitario de Canarias, según datos del propio hospital, es un centro público, situado en La Laguna, Tenerife, que cuenta con 822 camas instaladas y alrededor de 4.000 trabajadores. Atiende las necesidades sanitarias de nivel especializado a la población del área norte de la isla y, como hospital de referencia, a la población de La Palma. En Urgencias, la media de entrada de pacientes es de unos 240 al día.
No existen motivos para el cese
El pasado lunes se conocía el cese del coordinador de Urgencias, el doctor Guillermo Burillo. El médico llevaba seis años al frente del servicio y 27 en el hospital. El martes, la dirección del hospital anunciaba el nombre de su sustituto: el doctor Juan Luis Alonso, médico en excedencia del servicio de Urgencias del Hospital Nuestra Señora de la Candelaria, también en Tenerife, y que, hasta ahora, estaba trabajando como médico de Atención Primaria en un centro de salud.
"Está siendo complicado. Hoy mismo (por ayer) tuvimos una reunión con la gerente en la que no nos dio ninguna explicación del motivo del cese de nuestro coordinador. Sencillamente nos habló de que hay una jerarquía piramidal, que los jefes se sustituyen y que no hay que justificarlo. Fue una reunión estéril. Durante estos días hemos manifestado el apoyo a nuestro antiguo jefe porque, además de la figura de Guillermo, que es un referente, formamos parte de un proyecto de Urgencias que pensamos que es muy positivo para el hospital", señala la doctora Traveria.
La decisión no sólo ha sido una sorpresa. Indica que ha dejado al servicio fuera de juego porque se produce en plena 'desescalada'. "El coronavirus interrumpió los planes que teníamos en Urgencias. Y esto nos coge antes de salir de la crisis, con todos agotados. Nos dicen que no fue una decisión espontánea, que fue planeada. Pero carece de sentido: confían en una persona para gestionar algo tan gordo como lo vivido y ahora lo sustituyen. No se entiende. Aquí las cosas se hicieron muy bien", añade la médico.
La situación, añade Lissette Traveria, es muy complicada en este momento en un servicio que es puntero en asistencia, docencia e investigación. Ya hay compañeros que han anunciado que, tras el cese de su coordinador, abandonarán el hospital. "Vamos a acabar marchándonos todos", apunta.
La doctora Traveria añade una consideración: llevan diez años pidiendo que las plazas de jefatura de servicio se saquen a concurso por méritos y no sean puestos de confianza, sin que les hayan hecho caso. "Eso evitaría problemas porque cada vez que cambia la gerencia del hospital estamos con el corazón en la boca pendientes de que tu jefe, sea o no eficiente, forme parte del equipo político de la dirección que entra", apostilla.
El coordinador se quejaba del funcionamiento del servicio
Según ha podido saber este digital de fuentes cercanas al servicio de Urgencias, no existe una justificación técnica ni profesional para el cese del doctor Guillermo Burillo Putze; el servicio ha funcionado perfectamente. Detrás, explican, una serie de quejas planteadas desde la coordinación a la dirección del hospital sobre el funcionamiento de Urgencias: como la falta de personal, pacientes que permanecen días en el servicio hasta ser ingresados en planta, incluso, pacientes con "problemas sociales que han estado en Urgencias hasta un año pendientes de ingreso.
Esas quejas, planteadas reiteradamente a la dirección del hospital, habrían convertido al doctor Burillo en un profesional "incómodo" para la gerente con la que no existía sintonía. El Servicio Canario de Salud nombró a Mercedes Cueto como directora gerente el pasado mes de septiembre.
Sin relación con la crisis de la covid-19
Desde la dirección del hospital se indica que el puesto del coordinador de este servicio, es de libre designación y se remarca que el cese no está relacionado no está relacionado con la gestión del coronavirus. La dirección del centro "ha manifestado en varias ocasiones que la respuesta de los profesionales del HUC, incluidos los del servicio de Urgencias, ha sido ejemplar, con una alta dedicación y compromiso durante la pandemia", indican en un comunicado.
Añaden que el cambio estaba previsto en enero de 2020 y que "pretende mejorar algunos aspectos de organización interna y algunos indicadores de gestión". El servicio de Urgencias, explican, continua funcionando "con total normalidad. Las dimisiones de los jefes de Unidad son puestos funcionales por lo que seguirán prestando la atención como médicos del servicio de Urgencias".
Desde la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes), su presidente, Juan Armengol, muestra el apoyo a su compañero. Exige "la restitución en su puesto de una persona de prestigio, referenciada a nivel nacional e internacional y uno de los máximos expertos en toxicología clínica. Un orgullo para Canarias". Además, exige "cese y apertura de expediente a la gerente por su actuación" que considera "inconcebible y atípica".