Mientras la situación sanitaria sigue complicándose en España, especialmente en la Comunidad de Madrid, donde la sanidad le ha "declarado la guerra" a Isabel Díaz Ayuso por la saturación de los centros de salud y hospitales, un informe del Sindicato de Enfermería, SATSE, alaba la sanidad madrileña como la segunda comunidad que mejor valora el trabajo extra de las enfermeras. 

En dicho informe denuncian que 75.000 enfermeras y enfermeros de siete comunidades autónomas y de las dos ciudades de Ceuta y Melilla ven cómo su trabajo es discriminado porque sus consejerías no computan como horas de trabajo la "barbaridad" de horas extras que tienen que hacer anualmente, principalmente por lo que se llama el "solape de horas". En contraste, y pese a la encrucijada en la que se encuentra la sanidad madrileña, el informe pone a Madrid como ejemplo a seguir. "¿Por qué las enfermeras y enfermeros de Navarra llevan ya 22 años con el reconocimiento del 'solape de jornada' y las de Aragón y Madrid, más de 17 años, por ejemplo, mientras que otros miles de profesionales siguen esperando que sus respectivas consejerías de Sanidad hagan algo al respecto?"

María José García, portavoz del Sindicato de Enfermería denuncia en conversaciones con Vozpópuli que "no entienden" porque las administraciones estatales y autonómicas "no escuchan nuestra constante petición y no siguen el ejemplo de aquellas comunidades que lo hacen desde hace más de 15 años". 

"Para nosotros, es importante que se reconozca todas las horas extra que tenemos que hacer a lo largo de nuestras jornadas como tiempo de trabajo, ya no solo por un tema económico, sino sobre todo por un tema de dignificar nuestra profesión", añade García. 

Su reclamo apunta a que, como hace Madrid y Aragón desde hace 17 años y Navarra desde hace 20, se establezca que el solape de jornada se contabilice como tiempo de trabajo normal. "El solape de jornada es el tiempo necesario en los cambios de turno. En un trabajo normal, es tan sencillo como que llega un trabajador y se va el otro. En nuestro caso, no es así. Tenemos que dedicar media hora aproximadamente cada día para informar al que coge tu turno de la situación de cada paciente. Y eso sólo si el otro llega pronto. Ponte que tu compañero llega 15 minutos tarde a su turno por lo que sea. Ya son 45 minutos extra que haces de trabajo cada día, como mínimo. No nos quejamos de que esto ocurra, es así y no hay más. Pero sí pedimos a las administraciones que se conciencien, como ya han hicieron algunas hace mucho tiempo, e incluyan ese tiempo como horas de trabajo". 

En esta línea la secretaria del sindicato reitera que no es lo mismo ser un funcionario que un sanitario. "Cuando ellos terminan su turno, pueden levantarse e irse. No tienen necesidad de poner al día con exactitud a su compañero de lo que han hecho. En nuestro caso, en cambio, es fundamental y dedicamos mucho tiempo a ello porque dependen vidas". La solución, apunta, es tan sencilla como que se establezca en los estatutos que los solapes de jornada se incluyan como horas trabajadas y se organicen los horarios en este sentido. 

El aplauso de las enfermeras, en medio de la polémica

Este aplauso a algunas comunidades, entre ellas la presidida ahora por Isabel Díaz Ayuso, llega en un momento de crisis e inestabilidad para la sanidad de la capital. Este mismo lunes, unos 4.240 médicos de familia y 720 pediatras estaban llamados a una huelga indefinida en los 430 centros de salud de la Comunidad de Madrid, en protesta por "la sobrecarga de trabajo, las agendas infinitas y la falta de tiempo para atender a los pacientes". Esta huelga, convocada por Amyts, arrancó tres días después de que el mismo sindicato de médicos que ha impulsado esta movilización llegara a un acuerdo con el Gobierno regional para poner fin a la de las urgencias extrahospitalarias que empezó el 7 de noviembre.

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