Desde que el pasado 1 de enero, el Sistema Nacional de Salud comenzó a financiar dos fármacos para dejar de fumar -que ya estaban antes a la venta, pero no eran subvencionados por el Estado- sus ventas se han disparado casi un 300% en tan sólo un mes. Así lo afirma el Grupo Cofoares, la mayor cooperativa de distribución farmacéutica de España.
En particular, los dos medicamentos que han empezado a distribuirse por la Seguridad Social son la vareniclina, fabricada por Pfizer y comercializada bajo el nombre de Champix, y el bupropión, distribuido comercialmente por la farmacéutica británica GSK bajo el nombre Zyntabac. Según la información proporcionada por Cofares, durante el pasado mes de enero se vendieron un total de 18.700 unidades, en comparación a las 4.700 del mismo periodo de 2019, cuando estos dos tratamientos para dejar de fumar no estaban financiados por la sanidad pública.
Antes de lograr la subvención pública, la varniclina tenía un precio que rondaba los 300 euros al año. Ahora, el coste es de aproximadamente 3,55 euros por persona en el caso de la vareniclina y de 1,03 euros/día en el caso de bupropion. Esto implica una reducción del coste de la vareniclina de un 36% y en bupropion, del 72%.
Para Cofares, estas cifras reflejan que los tratamientos promovidos por el Ministerio de Sanidad son "una opción interesante" entre las personas que desean abandonar el hábito de fumar. Lo cierto es que cuando se anunció fue muy bien recibida entre los millones de fumadores que hay en nuestro país, que sin duda han acudido a las farmacias a intentar dejar el tabaco.
Según la última encuesta realizada por la Sociedad de Medicina y Comunitaria (semFYC), el número de personas que fuman en España ha aumentado un 3,3% en los últimos años, hasta situarse en un 23,3% de la población española.
El consumo de tabaco a día de hoy supone la principal causa de enfermedad y muerte prematura evitable en nuestro país, con una media de muertes anuales de 51.870 personas al año. La inclusión de estos dos fármacos supondrá un impacto presupuestario de 7,9 millones de euros en las arcas públicas, pero desde el Ministerio que preside María Luisa Carcedo esperan que dé resultados muy pronto.
De acuerdo con los últimos datos facilitados por Sanidad, la tasa de éxito entre aquellos fumadores que siguen un tratamiento farmacológico específico es de hasta un 40%, frente al 5% de éxito que presentan aquellas personas que deciden dejar el tabaco sin ayuda alguna. Desde el Ministerio esperan que más 83.000 personas con problemas de adicción al tabaco puedan beneficiarse de este programa.
Requisitos para acceder a ellos
No obstante, el acceso a estos medicamentos financiados viene con reglas. Para que un médico pueda prescribir tanto Zyntabac como Champix, el paciente debe formar parte de un programa de apoyo psicológico para dejar el tabaco que forma parte del sistema sanitario de su comunidad.
Por otro lado, tienen que cumplir otros tres requisitos. El primero es que han de tener una motivación expresa para dejar de fumar, por lo que tienen que haberlo intentado al menos una vez en el último año. Por último, deben sufrir un alto nivel de dependencia del tabaco y deben fumar 10 cigarrillos o más al día.
Por otro lado, para limitar el abuso de este tratamiento, desde Sanidad han impuesto un límite en su financiación. Sólo se harán cargo de los costes una vez al año por paciente: es decir, para poder dejar de fumar con ayuda pública sólo se dispondrá de una oportunidad al año.