El presidente de la Xunta de Galicia , Alberto Núñez Feijóo, ha avanzado que trabaja en la posibilidad de dejar sin efecto el estado de alarma por el coronavirus el próximo lunes, decisión que se adoptaría en la reunión de su gabinete este viernes.
Durante una visita a una empresa de impresión 3D en Nigrán, Feijóo ha concretado que como autoridad delegada del Gobierno hará dicha propuesta a tenor de que Galicia ha sido en los últimos siete días la comunidad autónoma con la tasa de contagios más baja de España: 0,4 por cada 100.000 habitantes.
"Si seguimos con esta tasa de control del virus, probablemente a partir del lunes el estado de alarma quedaría anulado en Galicia y entraríamos en una situación social y económica normal, con algunas cautelas desde el punto de vista sanitario", ha proclamado Feijóo.
Las cifras actuales permiten "albergar esperanzas fundadas" de decidir en la reunión del Consello de la Xunta de este viernes poner fin al estado de alarma en la comunidad autónoma. Pero todo, ha insistido, está a expensas de que la tasa de contagios mantenga la tendencia actual de aquí al viernes.
Madrid y Barcelona no avanzarán
La Comunidad de Madrid y las áreas de Barcelona y Lérida no pedirán el paso a la fase 3 del plan de desescalada a partir del 15 de junio, algo que sí solicitarán la Comunidad Valenciana, Castilla y León, Ceuta y las provincias de Toledo, Albacete y Ciudad Real.
La Comunidad de Madrid ha sido la última en decidirse y, tras un debate interno en el propio Gobierno regional, finalmente ha acordado que no pedirá pasar a la fase 3 la próxima que viene, ni ha barajado de momento ninguna medida en concreto para flexibilizar la fase 2.
Así lo ha anunciado este miércoles el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, que ya había dicho días antes que no era partidario de acelerar el paso de la región a la fase 3 porque los quince días previstos para avanzar entre los distintos escenarios no son "por capricho", sino por el periodo de incubación del virus, que marca cómo desescalar.
Sin embargo, la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, y el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, evidenciaron sus discrepancias sobre este tema a principios de semana, ya que la primera abogó por ir "poco a poco" y el segundo planteó pedir el progreso de fase.
También ha habido debate en Cataluña, donde la Generalitat propondrá al Ministerio de Sanidad que el próximo lunes sólo avancen a la fase 3 las regiones sanitarias de la Catalunya Central y Girona, por lo que Barcelona y su área sanitaria y también Lleida tendrán que seguir una semana más en la fase 2.
Sin embargo, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, el Gremio de Restauración y otros sectores económicos de la Ciudad Condal habían presionado para que el área metropolitana pudiera progresar el lunes a fase 3 argumentando que el índice de contagios en la ciudad es bajo.
Mientras, el jefe de Epidemiología del Hospital Clínico de Barcelona, Antoni Trilla, cree que es "mejor y más prudente" mantener las regiones sanitarias de Barcelona y Lleida en fase 2 hasta el 21 de junio. "Serían 14 días, el plazo más ortodoxo" para cambiar de fase, ha dicho el asesor del Gobierno.
Comunidad Valenciana
Donde no ha habido dudas ha sido en la Comunidad Valenciana, que ya ha enviado a Sanidad toda la documentación para progresar de fase a partir del próximo lunes con movilidad entre las tres provincias.
De conseguirlo, el president de la Generalitat, Ximo Puig, planteará iniciar la movilidad exterior de su comunidad con la Región de Murcia y Baleares y posteriormente con Castilla-La Mancha y Aragón, aunque en una fecha aún por decidir.
País Vasco y Cantabria
Sobre la movilidad entre el País Vasco y Cantabria, el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha dicho hoy que espera que el próximo lunes se pueda permitir el tránsito entre ambas comunidades, pero ha asegurado que analizará "todos los datos" para que esa circulación de personas "tampoco pueda generar una situación no deseada en ninguna otra comunidad".
Urkullu ha señalado que ha mantenido "varias conversaciones" con el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y ambos han manifestado en la conferencia de presidentes del pasado domingo que, "si las circunstancias lo permiten, el lunes" pudieran "posibilitar la movilidad" entre las dos regiones, ya que ambas están en fase 3.
Sin embargo, el consejero cántabro de Sanidad, Miguel Rodríguez, ha manifestado que el brote de covid en dos hospitales del País Vasco "influye" a la hora de tomar esa decisión. Ha reconocido que a la hora de pedir que se pueda transitar del País Vasco a Cantabria, el hecho de que haya dos focos de contagio en el País Vasco "influye técnicamente", pero también cree que hay que tener en cuenta que se enmarcan en el ámbito sanitario, ya que se han producido en los hospitales de Basurto y Txagorritxu.
Castilla y León
Por su parte, Castilla y León prevé pedir el pase a la fase 3 para el lunes 15 de junio, sólo siete días después de pasar a la dos, avalada por sus datos sanitarios.
La consejera de Sanidad, Verónica Casado, ha explicado que los datos epidemiológicos y sanitarios lo avalan, y aunque siempre ha apostado por la prudencia, dejando pasar 15 días entre fase, ahora van a "arriesgar un poquito" y pedir ese pase a la tres para el próximo lunes.
Será este jueves cuando se analice con el Ministerio el posible tránsito, al que -según ha dicho la consejera- han animado tanto el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, como el ministro Salvador Illa.
Castilla-La Mancha
Por su parte, el Gobierno de Castilla-La Mancha solicitará que Toledo, Albacete y Ciudad Real pasen a la fase 3, en la que ya están las otras dos provincias de la comunidad autónoma y también lo hará el presidente de la ciudad autónoma de Ceuta, Juan Jesús Vivas, que ha apelado a la "responsabilidad y prudencia" de los ciudadanos para impedir que se produzcan nuevos rebrotes.
Precisamente la aparición de nuevos contagios obligaron a Ceuta a permanecer una semana más en la fase 2, pero Vivas ha asegurado que las circunstancias "han cambiado", ya que la ciudad lleva cinco días sin ningún positivo.