Usar o no usar mascarillas. El debate se ha mantenido desde hace semanas y ha sido este viernes cuando, por vez primera, desde el Gobierno se ha aconsejado su uso generalizado. Así lo ha indicado el portavoz del Comité Técnico de Gestión del Coronavirus, Fernando Simón, quien ha planteado una estrategia que contraviene los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS): "Probablemente, es una medida que vamos a recomendar, pero no quiero anticiparlo".
"Aprendamos de cómo funcionan otras sociedades como los japoneses", ha recalcado Simón: "Tenemos que aprender a utilizar los equipos de protección individuales a medida que estén disponibles". Esta recomendación contraviene otras anteriores que realizó el propio Simón, que el pasado 26 de febrero aseguró que no tenía “ningún sentido”: ”No es necesario”.
Así, hasta la fecha el Gobierno de Sánchez había rehusado promocionar el uso generalizado de mascarillas en la población, limitándose a aquellas personas que estuvieran contagiadas, al personal sanitario y otros profesionales en posible riesgo. Un criterio acorde a la postura que sigue manteniendo la Organización Mundial de la Salud.
La postura de la OMS
El pasado domingo, a OMS publicó un informe técnico sobre las principales formas de transmisión del SARS-CoV-2. En él, insiste en que no hay suficiente evidencia científica de que el coronavirus se transmite por el aire de manera sistemática y que la principal vía de transmisión es el contacto con las gotas respiratorias de pacientes afectados por la enfermedad, como ya narró Vozpópuli.
Si bien sí que es posible que el nuevo coronavirus se transmita por el aire, desde la OMS aseguran que sólo se da en circunstancias muy específicas donde se generan aerosoles. Se trata sobretodo de tratamientos médicos como una broncoscopia, la administración de tratamiento nebulizado, realizar una ventilación manual antes de la intubación, cuando se desconecta a un paciente del ventilador, o cuando se practica una traqueotomía o reanimación cardiopulmonar. Es por ello que los que más necesitan tanto mascarillas como guantes, batas y gafas son, una vez más, los profesionales sanitarios.