El aumento de la obesidad a nivel mundial ha traído consigo un grave aumento de los casos de diabetes a nivel mundial, una enfermedad que determina la vida de sus pacientes y puede reducir las esperanzas de vida de muchos de ellos en sus formas más graves. Este jueves, Día Mundial de la Diabetes, tiene como objetivo concienciar sobre ello.
Se estima que de media, cada día mueren 68 personas por diabetes en España, lo que supone cerca de 25.000 fallecimientos por esta causa al año, según datos de la Federación Española de Diabetes (FEDE).
A nivel mundial, se estima que cerca de 425 millones de personas en todo el mundo sufren diabetes. Debido a los malos hábitos alimenticios y al aumento de las tasas de obesidad en todo el mundo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) preveé que de cara a 2045, el número de diabéticos a nivel internacional ascienda a un total de 628 millones de personas.
Es una patología que se ha convertido en una suerte de epidemia sanitaria. De hecho, la propia OMS espera que se convierta en la séptima causa de muerte en el mundo para el año 2030, si los niveles siguen así. Una enfermedad que no hace más que crecer y para que los tratamientos todavía continúan en desarrollo. Como consecuencia, se ha convertido en el nuevo filón del sector farmacéutico.
Un mercado multimillonario
Los laboratorios se han hecho eco de esta nueva pandemia y están apostando a lo grande por desarrollar nuevos fármacos contra una enfermedad cuyo mercado de medicamentos está valorado en más de 78.000 millones al año.
Los potenciales clientes cada vez son más, ya que por un lado las tasas de obesidad a nivel mundial no hacen más crecer, al mismo tiempo que en nuestro país aumenta la esperanza de vida y la tasa de envejecimiento. De cara a 2025, superaremos a Japón como el país más envejecido del mundo. Con la edad, el riesgo de padecer diabetes también aumenta.
Según datos proporcionados por la consultora Allied Research, el mercado mundial de la diabetes – incluyendo no sólo medicamentos, sino cualquier tipo de dispositivo diseñado para ayudar a los pacientes- está valorado en más de 67.000 millones de dólares a día de hoy. Se estima que de cara a 2023, esa cifra ascienda a más de 186.000 millones.
El interés por parte de las farmacéuticas es tal que de los más de 7.000 medicamentos en desarrollo en el mundo, 475 son para los distintos tipos de diabetes, según ha apuntado Farmaindustria, la patronal de la industria farmacéutica en España con motivo del Día Mundial de la Diabetes, que se celebra este jueves 14 de noviembre.
Apple se lanza a por ello
Incluso compañías como el gigante tecnológico Apple han optado por lanzarse al mercado que rodea a esta patología, ya que ha lanzado un dispositivo medidor de glucosa. Su CEO actual, Tim Cook lleva varios años reiterando su compromiso con el sector sanitario, ya que ha llegado incluso a decir que decir que el cuidado de la salud será la "mayor contribución de Apple a la humanidad".
Y es que para avanzar en el tratamiento de la diabetes es esencial la alianza entre la tecnología y el conocimiento farmacéutico, ya que los diabéticos necesitan poder monitorizar de manera eficiente su nivel de glucosa en sangre para poder sobrevivir.
Muestra de eso son dos de las grandes compañías metidas en el tratamiento de esta enfermedad, la danesa Novo Nordisk y la francesa Sanofi, dos gigantes de la industria a nivel internacional.
Las plumas de insulina
Hace apenas unos meses, Medtronic y Novo Nordisk, y por otra parte, Abbott y Sanofi, han firmado dos acuerdos para integrar los datos correspondientes de sus actuales sistemas de monitorización continua de glucosa, una herramienta clave en el control de los pacientes con diabetes, en sus futuras plumas de insulina.
Las plumas o bolígrafos de insulina, denominados sí por su similitud tanto de tamaño como de forma con estas herramientas de escritura, son el método más extendido para inyectarse la insulina debido a su comodidad y precisión.
Tanto Sanofi como Novo Nordisk pretenden ir más allá y comenzar a desarrollar plumas de insulina "inteligentes" con mediciones de datos en tiempo real. Estos 'ipens', del inglés, suponen una revolución en el mundo de la diabetes, ya que son el primer paso para desarrollar dispositivos inteligentes con un software que puede ayudar a salvar vidas.