El coronavirus ya ha sido bautizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) -no sin cierta resistencia- como la enfermedad Covid-19, que hace referencia a "Corona Virus Disease 2019". La conocida popularmente como neumonía de Wuhan ya se ha cobrado la vida de más de más de 1.100 personas, con unos 44.500 contagiados en 28 países por todo el mundo.
El impacto de esta nueva patología ha ido mucho más allá del ámbito sanitario. Son numerosos los expertos que alertan sobre sus efectos económicos. Desde AXA Im, por ejemplo han advertido que de continuar extendiéndose más allá de China, podría provocar una caída de entre cuatro y cinco puntos en el PIB mundial durante 2020. En España, uno de los congresos internacionales más importantes del año, el Mobile World Congress, se tambalea por el miedo al virus.
Dentro del sector sanitario, cientos de laboratorios de todo el mundo -pero muy pocos gigantes farmacéuticos- se han puesto manos a la obra para intentar encontrar una vacuna. En Wuhan y otras áreas afectadas de China, el material médico escasea, provocando que se agoten las mascarillas, entre otros productos, en el resto del mundo, incluida España.
Por si fuera poco, la estricta cuarentena impulsada por las autoridades chinas ha provocado el cierre temporal de infinidad de fábricas. El Gobierno chino decidió extender las vacaciones del Año Nuevo Lunar hasta este lunes, pero todavía son muchas las plantas de producción que no han vuelto al trabajo, entre ellas, varias plantad farmacéuticas.
Es por ello que varios agentes internacionales han expresado su preocupación porque la aparición del coronavirus en Wuhan pueda poner en peligro el suministro mundial de medicamentos, aunque todavía no se han registrado desabastecimientos en las principales 'farmas'. No obstante, todas están vigilantes por si esto ocurriera.
El Gobierno británico, por lo pronto, ha solicitado a los principal distribuidores sobre el posible impacto que puede tener el coronavirus en su cadena de producción. En Estados Unidos, el asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, ya advertía de que se producirá una caída en las exportaciones chinas, especialmente en el sector farmacéutico. Son varios los senadores estadounidenses que han solicitado informes sobre la situación del suministro de fármacos.
China concentra la producción
¿Por qué el coronavirus puede llegar a poner en peligro la fabricación de ibuprofeno en la otra punta del mundo? Muy simple. Desde hace varios años, China e India se han convertido en las 'despensas' farmacéuticas de toda la industria. El 80% de los principios activos que utilizan el resto de laboratorios internacionales para fabricar todo tipo de medicamentos se producen en estos países. Por otro lado, es el hogar del 50% de las fábricas que producen APIs (principios activos, por sus siglas en inglés) del mundo.
El éxito de este modelo se basa en una simple reducción de costes. Externalizando la producción de los materiales bases con los que se fabrican infinidad de fármacos, lo grandes laboratorios ahorran dinero.
Este nuevo sistema de deslocalización ya ha producido numerosos problemas a nivel internacional, y ha sido el principal motivo de desabastecimientos en las farmacias españolas durante 2019, que registraron un 60% más de faltas de medicamentos que el año anterior. Desde el Ministerio de Sanidad, han llegado a proponer incentivos a los laboratorios nacionales para que produzcan fármacos en desabastecimiento, y así intentar poner fin al ciclo.
Problemas de seguridad
El problema no es sólo la posible falta de medicamentos ante una catástrofe como el coronavirus, sino que se han llegado a registrar numerosos problemas de seguridad. En 2018, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) tuvo que retirar más de 200 fármacos por la presencia de nitrosaminas, una impureza categorizada como carcirógena.
El compuesto en cuestión, es una impureza que aparece en el proceso de síntesis. Después de cierta investigación, se descubrió que habían aparecido en los compuestos base que habían importado las farmacéuticas afectadas desde China hasta España. De hecho, las retiradas no sólo se produjeron a nivel nacional, sino que afectaron a toda Europa, ya que los lotes habían sido elaborados por el laboratorio chino Zhejiang Huahai Pharmaceuticals, que suministraba el principio activo a farmacéuticas de todo el mundo.
Por el momento, se estima que todas las fábricas chinas vuelvan a la normalidad el próximo 17 de febrero, según la última información proporcionada por las autoridades del país. No obstante, con lo impredecible que ha sido la aparición de este virus, para el cual todavía no hay vacuna, será cuestión de tiempo poder medir su impacto real.