Tras muchos meses de lucha, Marcos Lechet, sordo desde los 5 años, ha conseguido que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, le reciba mañana para trasladarle una reclamación vital para el colectivo: que el Ministerio de Sanidad homologue al menos un modelo de mascarilla transparente que permita la lectura labial para no sentirse aislado e incomunicado. Desde que se ha instaurado el uso de mascarilla obligatoria como medida de prevención frente al coronavirus, este colectivo se siente más solo que nunca.
"Me llamo Marcos, soy sordo y desde hace unas semanas me siento completamente aislado". Así comienza la petición de recogida de firmas de Lechet a través de la plataforma Change.org. Pide la homologación de mascarillas transparentes y accesibles: "deben ser una barrera para los virus, no una barrera en la comunicación para personas sordas o con pérdidas de audición", argumenta en su reclamación.
Marcos Lechet ha conseguido reunir, desde el pasado 7 de agosto, más de 70.000 apoyos. Ahora, explica a Vozpópuli, siente "una mezcla de emociones; entre emocionado, ganas de llorar y la enorme responsabilidad que tengo hacia el colectivo de personas sordas, siempre invisible, con múltiples barreras, de poder transmitir a un Ministerio y a la sociedad en general que todos necesitamos comunicarnos y ver una sonrisa, a la vez que nos protegemos".
Leer los labios a través de la mascarilla
"Hasta ahora, para comunicarme con otras personas, leía sus labios, pero de repente me he encontrado con que todo el mundo los lleva cubiertos por una mascarilla. Mi médico, los cajeros de mi supermercado… y lo que es más duro: mi familia y mis amigos. Hace tiempo que no puedo entender lo que dicen. Y como yo, las miles de personas sordas o con problemas de audición en España", indica en su campaña.
La buena noticia, señala, es que existen mascarillas inclusivas "que son igual de efectivas que las comunes. Simplemente tienen incorporada una ventana transparente que nos permite leer los labios". La mala, precisa, que el Ministerio de Sanidad todavía no las ha homologado "lo que nos deja totalmente incomunicados". Lechet se muestra satisfecho por la reunión con Salvador Illa que, el pasado viernes le dijo que, desde su departamento están valorando "lo que estamos pidiendo, pero las personas que necesitamos estas mascarillas no podemos esperar más".
El impulsor de la iniciativa comprende que esa homologación necesita tiempo porque la evolución del coronavirus "ha sido imprevisible para todos y homologar requiere sus pasos". Pide, eso sí, celeridad porque ese tiempo corre en su contra: "Ya llevamos meses de obligatoriedad de uso de mascarillas y seguimos igual". En algunas comunidades autónomas, precisa, esa homologación de mascarillas accesibles ya está en marcha pero, insiste, "no puede depender de cada comunidad, necesitamos que en toda España haya una mascarilla transparente homologada y lo necesitamos ya".
También para los niños con TEA
El impulsor de la campaña insiste en que las personas con problemas de audición no son el único colectivo que se beneficiaría de esta homologación. En su petición, explica, también han publicado comentarios muchas otras personas que explican por qué para ellas también supondría una mejora. Cita el de una madre que habla de las dificultades que supone para su hijo con Trastorno del Espectro Autista mantener una sesión de sesión de logopedia "a través de una pantalla de ordenador".
También han sumado su apoyo a la petición algunos profesionales que trabajan con personas sordas y cuentan que han visto cómo muchas se sienten aisladas y algunas de ellas, incluso, han perdido sus empleos debido a la imposibilidad de comunicarse desde que es obligatorio el uso de mascarillas.
Más de un millón de personas tienen alguna deficiencia auditiva en España. La Confederación Española de Familias con Personas Sordas (Fiapas) ha expuesto en diferentes ocasiones las dificultades añadidas que para este colectivo representa la situación provocada por la pandemia y el estado de alarma decretado para hacerle frente.