Durante la pandemia los internistas atendieron a cerca del 80% de los pacientes no críticos ingresados por coronavirus en los hospitales españoles. Sobre la evolución del virus y las reclamaciones de su colectivo habla para Vozpópuli el doctor Ricardo Gómez Huelgas, presidente de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). Realza el papel que está jugado su especialidad -por su larga tradición en la atención integral del enfermo adulto, subraya- y muestra su preocupación sobre el ritmo continuado de expansión del virus. "Asistimos al inicio de una segunda ola que tiene una cadencia más lenta, no tan explosiva como la primera, pero que nos hace ser muy precavidos". Eso sí, asegura que, tras la experiencia vivida, los internistas están más preparados y conocen mejor "al enemigo".
La conversación con el doctor Gómez Huelgas, director la Unidad de Medicina Interna del Hospital Regional Universitario de Málaga, arranca con un tema polémico: la ausencia de la figura del internista en los protocolos de coordinación y equipos de alerta de los hospitales en el "Plan de respuesta temprana en un escenario de control de la pandemia por COVID19". Un documento elaborado por el Ministerio de Sanidad en el que sí se tiene en cuenta a otras especialidades como los servicios de Medicina Preventiva, Enfermedades Infecciosas, Medicina Intensiva o Urgencias.
Hace unos días, los internistas mostraron públicamente su enfado y pidieron al Ministerio de Sanidad una rectificación expresa. De momento, señala el presidente de SEMI, no han tenido noticias. "Nos causa estupor. No entendemos como en un enfoque profesional se puede orillar en una comisión de seguimiento (del coronavirus) a la comunidad médica que ha atendido al 80 % de pacientes adultos no críticos hospitalizados. No alcanzamos a entender cuáles han sido los criterios de selección para que no formemos parte de esos equipos. No se entiende", se queja.
El papel de los internistas en la covid-19
Tras esa ausencia de la especialidad en el documento de Sanidad, el presidente de SEMI argumenta que "Medicina Interna tiene una situación paradójica. Desde el punto de vista asistencial, somos la primera especialidad médica en España en el número de altas hospitalarias. Según la última cifra del Ministerio -del año 2018- una de cada seis altas en España de un paciente adulto la da nuestro servicio. Hablamos de 800.000 altas al año con un incremento, en el último quinquenio, de más del 25 %; es decir nuestra actividad es cada vez más creciente e importante dentro del sistema sanitario, tanto en centros públicos como privados".
El doctor Gómez Huelgas recuerda que, por su edad, ya se enfrentó a graves emergencias sanitarias como el síndrome de la colza o, en los ochenta, el sida. A finales del siglo pasado sitúa "la pandemia de enfermedades crónicas y el envejecimiento de la población". Ahora, con la pandemia de la covid, Medicina Interna ha estado a la altura, asegura. "Siempre hemos dado respuesta a los desafíos, porque somos un servicio muy transversal, que estamos en todos los hospitales y porque nuestra propia versatilidad nos facilita mucho adaptarnos a las necesidades cambiantes", afirma.
En el caso del coronavirus, el presidente de SEMI señala que la visión del internista ha sido "muy útil" porque, aunque "inicialmente se enfocó como una enfermedad vírica infecciosa, que lo es, hemos aprendido que las consecuencias clínicas graves, de mal pronóstico de esta enfermedad, no lo causa el virus en sí mismo, si no la respuesta del organismo a nivel inmunitario, vascular o inflamatorio frente al virus". Y remarca: su trabajo ha sido en equipo: "ha sido un esfuerzo colectivo. Desde urgencias, especialistas en infecciosas, intensivos, preventiva, pediatras...".
Al inicio de una segunda ola pandémica
¿Qué situación atraviesa España en estos momentos?. El doctor Gómez Huelgas muestra su preocupación. "Se han cumplido los peores augurios y la pandemia no está dando tregua en los momentos más cálidos del año: el verano". Lo justifica porque, una vez que se han relajado las medidas de confinamiento, "se ha mantenido un ritmo de transmisión continuado". Así, piensa que ahora se está asistiendo "a lo que es el inicio de una segunda ola, no tan explosiva como la primera, pero que, a las puertas del otoño, nos hace ser muy precavidos y tener un alto nivel de preocupación sobre cómo pueden evolucionar las cosas en las próximas semanas máxime cuando se inicie la actividad docente y haya más movilidad social".
"Ya sabemos lo que funciona mejor, lo que no ha funcionado. Eso permitirá una capacidad de respuesta mejor y más rápida", indica el doctor Gómez Huelgas sobre la evolución del coronavirus
Como ventaja señala que los médicos "estamos más preparados, conocemos mejor al enemigo. Ya sabemos lo que funciona mejor, lo que no ha funcionado. Eso permitirá una capacidad de respuesta mejor y más rápida. Los problemas que hubo al inicio fueron problemas muy serios de desabastecimiento de equipos de protección y de escasez de PCR que no deberían volver a ocurrir. Además, se está intentando reforzar al personal, dentro de las limitaciones que existen, porque el personal sanitario no se saca de una hucha. Creo que la respuesta del sistema a una segunda ola será buena pero no deja de ser dramático que sigan ingresando y falleciendo pacientes por esta pandemia".
Pacientes más jóvenes en los hospitales
¿Qué se están encontrando en los pacientes que ingresan ahora en los hospitales?. El presidente de SEMI indica que los ingresos aumentan, pero a un ritmo más lento que en la primera ola. Entonces, precisa, duplicában ingresos cada dos o tres días y, ahora, cada siete o diez días. En segundo lugar, afirma que los pacientes que están viendo tienen un perfil diferente. "Antes, la edad media era cerca de 70 años; ahora son pacientes de entre 45/50 años y, aunque hay pacientes graves en la UCI que están falleciendo, tenemos la sensación de que, al ser más jóvenes, la tasa de mortalidad hospitalaria está siendo algo menos que antes".
Ricardo Gómez Huelgas cita una tercera diferencia que considera fundamental. "En la primera ola, y era comprensible, existía una enorme confusión en cuanto a la aplicación de terapias sin evidencia científica que se justificaban por lo difícil de una situación con muchos escenarios clínicos. Ahora, pasados los meses, tenemos más conocimiento de qué tratamientos son eficaces y cuáles no aportan anda al paciente y eso ha simplificado y aclarado bastante los protocolos de actuación hospitalaria".
"El remdesivir no es la panacea"
En el caso del remdesivir, el único medicamento antiviral autorizado contra la covid-19, el presidente de la SEMI alude a dos ensayos clínicos -uno en neumonía grave y otro en neumonía leve moderada- en los que el fármaco ha demostrado "cierta eficacia clínica en cuanto a que acorta el periodo de hospitalizacion en una media de tres/cuatro días y que produce una cierta mejora sintomática". Lo que no se ha demostrado, subraya, es que "reduzca la mortalidad, que al fin y al cabo, es lo que nos interesa. Por tanto tiene una eficacia limitada, no es ninguna panacea".
En cuanto a la hidroxicloroquina asegura que "con los ensayos clínicos que tenemos en la mano, no funciona como tratamiento de la covid, pero no está claro si es útil como terapia preventiva de la enfermedad". Cita varios ensayos en marcha, financiados por el Instituto de Salud Carlos III, que "están estudiando esta hipótesis en varios escenarios como las residencias de ancianos, el colectivo de sanitarios y en mujeres embarazadas". Como colofón, señala que la mayor lección aprendida durante la pandemia es que "lo más importante es la prevención; el mejor covid es el que no se coge".
La seña de identidad de los internistas
"Atender al paciente y no a la enfermedad. Esa es un poco nuestra seña de identidad", añade Gómez Huelgas sobre la esencia de la Medicina Interna. Sin embargo, y pese a que es un servicio "que, por sus características, es muy útil para atender a un tipo de pacientes que se han convertido en preferentes en los hospitales españoles -de edad avanzada, con varias enfermedades y que necesitan de un enfoque global e integral de sus patologías, precisa- paradójicamente tenemos cierto grado de invisibilidad tanto a nivel administrativo como, incluso, social".
De cara a la opinión pública, y pese a ser una especialidad muy antigua, la Medicina Interna no es demasiado conocida, se lamenta el presidente de la SEMI. Lo achaca a que "vivimos un poco en la época del espejismo de la hiperespecialización. Somos conscientes de que es importante para el avance médico, pero hay que priorizar qué actos médicos le rinden valor al paciente", indica.
"Nosotros mantenemos la esencia de la medicina clínica tradicional que antepone la persona a la enfermedad", señala el presidente de la SEMI
En los últimos años muchos estudios indican que, prácticamente un tercio de los actos médicos, tanto diagnósticos como terapéuticos, que realizan los médicos en los países occidentales "son superfluos o de bajo valor", señala el presidente de SEMI que lo fundamenta "porque se antepone la aplicación automática de un protocolo a la necesidad o los intereses reales del paciente. Una asistencia hiperespecializada lleva a una duplicidad de pruebas no necesarias. Esa es un poco la corriente de fondo, la medicina como valor de consumo".
Desde SEMI, añade su presidente, se "mantiene la esencia de la medicina clínica tradicional que antepone la persona a la enfermedad pero, como no tenemos una enfermedad que nos caracterice, que sea propia de la medicina interna, si no que compartimos con el resto de especialistas médicos, eso contribuye a cierta invisibilidad por nuestra parte y se traslada también a los ámbitos administrativos".