Sanitatem

Médicos y enfermeras de paliativos claman para que nadie muera solo, con síntomas mal controlados y dolor

"Nos llegan voces de alarma de socios y amigos compartiendo esta inquietud por el enorme dolor que están presenciando", advierten desde las sociedades médicas

  • La UME desinfecta una residencia por el coronavirus.

Médicos y enfermeras de cuidados paliativos han alzado la voz para pedir que, pese la grave situación de emergencia sanitaria que atraviesa España por el coronavirus, ningún enfermo muera solo, ni con sus síntomas mal controlados o padeciendo dolor. "Nos llegan voces de alarma de socios y amigos compartiendo esta inquietud por el enorme dolor que están presenciando", advierten. En España ya han fallecido 9.053 personas por la Covid-19.

Desde la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) y la Asociación Española de Enfermería de Cuidados Paliativos (AECPAL) entienden "que vivimos una grave situación de emergencia sanitaria" pero expresan su preocupación "por lo que creemos que puede estar incidiendo de manera trascendental en el sufrimiento de cientos de personas".

Las sociedades van más allá y muestran su inquietud porque "el centro de la atención sea el virus, y no el enfermo infectado". Critican que en los protocolos de atención que inundan las redes se olviden aspectos como la comunicación, la soledad, la despedida o los rituales.

Derecho a morir en condiciones

E insisten: los cuidados paliativos "son un derecho de las personas, también en épocas como esta". Por eso piden que "ninguna persona muera sola, ni con sus síntomas mal controlados o padeciendo dolor o disnea por miedo o por desconocimiento de las medidas adecuadas".

"El tacto, la cercanía, los abrazos, incluso los besos, instrumentos habituales en nuestro trabajo, han sido sustituidos por guantes, mascarillas y demás sistemas de protección", se lamentan desde ambas sociedades que recuerdan que el confinamiento provoca que no todos los familiares puedan despedirse o que los rituales se tengan que modificar.

A los paliativistas les preocupa el sufrimiento de sus pacientes y las personas que les cuidan por "la carga sintomática, por problemas sociales y familiares o por cuestiones espirituales"

Los paliativistas dicen que se está intentando hace más soportable el final de la vida con iniciativas imaginativas de todo tipo (tabletas conectadas por videoconferencia, cartas anónimas, canciones, poesías…) pero les preocupa "el sufrimiento de sus pacientes y las personas que les cuidan por "la carga sintomática, por las emociones que aparecen; por problemas sociales y familiares o por cuestiones espirituales de todo tipo que afloran cuando el fin de vida se hace presente".

Las despedidas más dolorosas

Xabier Azkoitia es responsable del servicio de atención espiritual y religiosa del Centro Asistencial San Camilo en Tres Cantos, Madrid, donde existe una unidad de cuidados paliativos con 32 pacientes. "Para nosotros está siendo una circunstancia similar a la de fuera de esta situación de crisis, porque recibimos pacientes con enfermedad avanzada y pronóstico de vida limitado, algunos de los cuales vienen con Covid-19. Lo que estamos es articulando los medios para que el acompañamiento de la familia se pueda producir", señala en alusión al aislamiento. 

En su unidad, explica el sacerdote, se hace una valoración integral del paciente que entra por la puerta. Se ven las necesidades que hay que atender físicamente, psicoemocionalmente, socialmente y espiritualmente, apunta. Se asume que morir, dice, es parte del proceso de la vida, "pero otra cosa es que las circunstancias en las que se produce ese fallecimiento hagan que el sufrimiento se aumente y una de nuestra misiones es minimizar en la medida de lo posible el sufrimiento".

No podemos erradicar el sufrimiento, pero sí intentar que sea lo más soportable posible", señala el sacerdote Xabier Azkoitia desde Madrid

"Las circunstancias en las que se está produciendo todo esto hace que ese sufrimiento sea enorme y en esto la espiritualidad creo que está ayudando. No podemos erradicarlo, pero sí intentar que sea lo más soportable posible", señala el sacerdote. 

El equipo (médicos, enfermeros, psicólogos, trabajadores sociales, cocina, limpiadores...) trabaja "engranado, somos un equipo e intentamos que las personas mueran lo más en paz posible", indica Xabier Azkoitia.

Y las familias, añade, están mostrando una resilencia extraordinaria, apunta: "Esta circunstancia, no solo es amenaza, que es muy grande, sino también una oportunidad de que saquemos lo mejor de nosotros mismos. El poder de las familias de estos pacientes, su amor, es más poderoso que el Covid-19"

Abandonados por el sistema

"SECPAL está representada en todo el Estado y, como es sabido, hay diferencias importantes en cada comunidad autónoma. Nuestra preocupación se orienta hacia el sufrimiento de las personas en su fase final de vida, sea cual sea la duración de esta fase y la situación que la provoca" responden a Vozpópuli cuando se les pregunta si están teniendo conocimiento de casos de personas en estado terminal, sea por coronavirus o por otras dolencias, que están muriendo sin esa atención.

La SECPAL y la AECPAL realizaron hace días una serie de recomendaciones dirigidas a los equipos de profesionales que realizan atención domiciliaria. Frente a los principios del proceso de triaje en catástrofes, donde los pacientes con expectativa de vida más corta no deben ser atendidos, "los pacientes con necesidad de cuidados paliativos precisan una atención continuada que garantice su confort" para evitar "sentirse abandonados por el sistema", subrayaban.

Antes de la pandemia, SECPAL denunciaba en Sanitatem que cada año mueren 80.000 españoles sin los cuidados que necesitan al final de la vida

Ambas sociedades sugerían entonces priorizar la atención de aquellos enfermos en los que no sea posible posponer la visita domiciliaria según criterios de complejidad, como mal control sintomático, inestabilidad clínica, alta complejidad emocional o social o situaciones que los propios profesionales identifiquen como "no demorables".

El pasado febrero, antes de la pandemia por el coronavirus, la SECPAL denunciaba en Sanitatem que cada año mueren 80.000 españoles sin los cuidados que necesitan al final de la vida. Nuestro país dispone de 260 recursos específicos en este tipo de cuidados frente a los 914 de Alemania, los 860 de Reino Unido, los 653 de Francia, los 587 de Polonia, 570 de Italia o 321 de Rusia, países que concentran el 47% del total de los dispositivos disponibles.

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