Los mejores oncólogos de la lista de Forbes han querido compartir con Servimedia los aprendizajes para los profesionales médicos durante la pandemia y el impacto que tendrán en la sanidad en los próximos años, en vísperas de la celebración el 4 de febrero del Día Mundial contra el Cáncer.
La doctora Ana María Lluch, jefa de Servicio de Hematología y Oncología Médica del Hospital Clínico Universitario de Valencia, lo tiene claro: “No somos invencibles sino vulnerables y la sanidad no puede con todo. Necesitamos investigar más, hemos sido capaces de sacar en un año las vacunas. La ciencia nos está ayudando y se debe invertir más en recursos científicos. Sin investigación no es posible sacar adelante la humanidad”.
En el caso concreto de la disciplina de la oncología, lo que más me preocupa a los especialistas son las personas que están viviendo momento de angustia y de miedo. La doctora Lluch recomienda tranquilizar a los pacientes y animarles a tomar medidas estrictas de no actividad social, no ir a los comercios, siempre con mascarillas, salir lo menos posible, hacer teletrabajo. “Hay miedo en la sociedad, sobre todo si alguien de tu familia tiene un desenlace fatal, eso es lo peor, crea una mella en las personas. Las diferencias sociales se están agudizando con la falta de recursos para muchas vidas personales, hay un grave problema social para las personas sin recursos”, concluye.
La pandemia nos ha cambiado a todos, y más a los profesionales de la medicina. El doctor Josep Tabernero, director médico del Instituto Oncológico de Barcelona (IOB), considera que “esta crisis humanitaria, médica y económica, nos ha hecho readaptarnos durante la primera ola, para poder dar respuesta a los pacientes que venían con síntomas de infección de Covid, pero a la vez intentando mantener al máximo todas las estructuras médicas para el tratamiento de otras enfermedades, incluido el cáncer”. Y continúa: “Esto nos ha hecho ser más eficientes, dar más importancia a lo que realmente es más importante, y centrar al paciente en medio de todo el proceso diagnóstico y terapéutico. Hemos utilizado la telemedicina, establecido espacios de seguridad para los pacientes. Son ejemplos de actitudes que hemos instaurado quizás precipitadamente pero que han venido para quedarse para el bien del paciente”.
Por su parte, Jesús García-Foncillas, jefe del Departamento de Oncología de los Hospitales Públicos gestionados por Quirónsalud en Madrid y de su instituto oncológico, OncoHealth, recuerda que no hay que pensar que ya hemos pasado una pandemia y que ya no va a haber más episodios similares. “La historia de la humanidad está jalonada por múltiples episodios que han supuesto un punto de no retorno en la evolución. Debemos plantearnos que, junto a las enfermedades que son la razón de padecimiento de las personas, puede haber episodios como este que nos vuelvan a poner en jaque. Por ello, debemos tener planes de contingencia, porque nadie puede pensar que no pueda volver a repetirse. A nivel mundial no ha habido una respuesta, ni en la manera ni en la forma, que nos permita sobrellevar condiciones de riesgo compartidas entre la pandemia y procesos como el cáncer. Tenemos que poder diseñar planes de respuesta rápida y globalizada para evitar nuevos retos como este”.
Para el doctor Javier Hornedo, jefe del servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, hay un antes y un después de la Covid. “A nivel de atención al paciente exige un mayor esfuerzo en todos los niveles, requiere nuevos hábitos y también ha revolucionado el ámbito del conocimiento científico puesto que muchos mecanismos del Sars-Cov-2 que afectan las células del huésped (paciente) son los mismos que en el cáncer. Por tanto, a nivel de investigación se aprende mucho a partir de la investigación de excelencia acelerada que se está haciendo en Sars-CoV-2 que incluye el espejo de las cunas en cáncer”.
Impacto
Los especialistas consideran que el impacto de la pandemia es amplísimo y a todos los niveles, pero constituye un revulsivo y creen que habrá una medicina mejor, si cabe, en todos los ámbitos y niveles.
El doctor Rafael Rosell, director médico y presidente del Instituto Oncológico (IOR), del Hospital Universitario Dexeus, destaca la sobrecarga asistencial, lo que “ha supuesto que muchos facultativos con especialidades médicas incluso quirúrgicas hayan tenido que ayudar en la situación de sobrecarga a la atención de estos pacientes. Un dato importante es que se ha impuesto el lavado de manos y esta práctica disminuirá con seguridad la incidencia de infecciones hospitalarias en general. El aspecto negativo en Oncología es la supresión de congresos, reuniones, contactos con otros profesionales que en Oncología son muy importantes y aunque en general están disponibles online, no es lo mismo”.
Al preguntar al doctor Rosell por los aprendizajes para los profesionales médicos, resalta que “se ha aprendido a tener una mejor coordinación con el resto de los servicios, a priorizar las patologías que requieren atención más inmediata y en general a ser la Oncología un servicio más integrado en el funcionamiento diario del hospital”.
Para el doctor Jesús García-Foncillas, “es importante tener siempre recursos para poder sobrellevar situaciones inesperadas que pueden trastocar, como ha ocurrido, todos nuestros planes y expectativas previos. Al mismo tiempo, ha puesto de manifiesto la fragilidad del sistema sanitario, que quizá no tiene capacidad de maniobrabilidad frente a problemas como los que hemos vivido”.
Todos insisten en que cuando una persona sienta un estado general disminuido, pérdida de peso y anemia importante o alteración en la glándula mamaria, debe ir a la consulta. El miedo no debe poder con los pacientes. Y recuerdan que los servicios especializados están atendiendo a estos pacientes y son sitios seguros, por lo que no van coger la Covid por ir al hospital. Pueden ser atendidos porque hay especialistas en cada materia sanitaria a su disposición, no han dejado de atender a pacientes con otras patologías.
Los pacientes tendrían que acudir en el momento en el que vean o sientan que hay un síntoma o un signo anormal, y que dura más allá de 15 días. Dependiendo del tipo de tumor, estos síntomas y signos pueden ser un poco diferentes. El doctor Tabernero resalta que “en el caso del cáncer de mama, la aparición de un bulto que no se notaba antes, y que se puede diagnosticar por la autopalpación, puede ser un síntoma de sospecha. En el caso del cáncer de colon, la aparición de una pérdida de sangre en heces, o un estreñimiento, o de una diarrea que no cambia al cabo de 15 días, nos debe hacer sospechar, así como la sensación de insatisfacción al ir al baño, o una pérdida de peso no justificada por una dieta. En el caso del cáncer de pulmón, o cabeza y cuello, podemos pensar en aparición de tos, o de expectoración con sangre, que no tuviéramos antes, a veces alteraciones en la voz, como disfonía o afonía, nos deben hacer pensar en esto”.
El doctor Tabernero saca, finalmente, sus propias conclusiones: “Del Covid todos hemos aprendido mucho, desgraciadamente es una pandemia que ha afectado a muchos pacientes. Los profesionales sanitarios hemos aprendido a ser más eficientes, a usar recursos como la telemedicina, como la monitorización a distancia, y a veces un revulsivo tan dramático como esta pandemia puede traer ventajas en la optimización, eficacia y eficiencia de nuestros sistemas sanitarios, consultas… seguro que hay aprendizajes positivos de esta situación”.