La crisis del coronavirus azota con especial crudeza a las 35.000 personas sin hogar que viven en España. Solo en Madrid, son 3.000. Varias organizaciones piden que, ante las medidas de restricción de movimientos impuestas por el Gobierno, se les cobije en iglesias u hoteles. El Gobierno ya ha anunciado que el Ejército también se ocupará de la protección de este colectivo. No es solución, dicen quienes trabajan con ellos, si duermen en los albergues y, después, vuelven a las calles. Además, se quejan de que no hay sanitarios para atenderles y no disponen de equipos de protección.
“El lema #yomequedoencasa está muy bien. Pero, ¿y si no tienes casa?”. La pregunta, lanzada hace unos días en redes sociales por una sanitaria madrileña, pone sobre la mesa una situación de especial gravedad en la crisis del Covid-19. ¿Qué se hace con las 35.000 personas que viven en las calles en España?. ¿Cómo se controlan los movimientos del colectivo teniendo en cuenta la elevada morbimortalidad que la infección presenta en mayores y personas con diferentes enfermedades, entre las que hay numerosas personas sin hogar?
Cobijo en hoteles o iglesias
En Madrid, con más de 3.500 casos positivos por coronavirus, organizaciones como Hogar Sí (Rais Fundación), Cáritas Madrid, Acción Humanitatis, Casa Solidaria, Granito a Granito...instan al Gobierno y la Comunidad a que proteja a las personas que viven en la calle, en riesgo de exclusión social y sin recursos económicos.
Las ONGs piden que, ante la emergencia sanitaria que se está viviendo, "no se mire hacia otro lado" en el caso de las personas sin hogar.
“Nos preocupa mucho la desprotección en la que quedan y su especial vulnerabilidad”, señalan al tiempo que piden que, ante la crisis sanitaria que se está viviendo, "no se mire hacia otro lado" en el caso de este colectivo.
Por eso, sugieren que se utilicen los hoteles, los lugares de culto o cualquier otro espacio seguro para la “atención adecuada de dichas personas”. Añaden que cualquier iniciativa para proteger al colectivo, será bien acogida.
Que los albergues abran de día
"Es complicado", admite a Vozpópuli una trabajadora que en estos días vive con inquietud la situación de estas personas con las que tiene contacto diario. Primero, por las propias características de las personas sin hogar. Muchas de ellas, dice, no quieren acudir a ningún centro y prefieren permanecer en la calle. No es fácil, admite, imponerles un horario pero, lo peor, es que aunque quieran permanecer a resguardo, por su protección y por la de los demás, para evitar contagios, no tienen donde vivir.
En un Madrid con sus calles desiertas la situación es dramática. La misma trabajadora relata que, cada día, dos autobuses municipales parten desde sendos puntos del centro de la ciudad para llevar a las personas que no tienen hogar y no quieren dormir en la calle a los centros de acogida de Vallecas y de Pinar de San José (Carabanchel).
"Ya de entrada van todos juntos (habla de grupos en torno a 150 personas), como sardinas en lata, pero es que además duermen en los barracones también juntos, en literas", explica aludiendo a que es imposible mantener la distancia de seguridad recomendada por las autoridades sanitarias.
Dos meses más de campaña de frío
La iniciativa se lleva a cabo dentro de la “Campaña del Frío" que promueve el Ayuntamiento de la ciudad para que, durante lo más crudo del invierno, duerman en los centros. Una campaña que, habitualmente, se extiende hasta finales de marzo y ahora, por la emergencia sanitaria que atraviesa Madrid, se ha decidido ampliar dos meses más. Así lo anunció el delegado del Área de Familias, Igualdad y Bienestar social en consistorio, Pepe Aniorte.
Hace semanas que los trabajadores comenzaron a informar a quienes viven en las calles de Madrid sobre el coronavirus. Ahora, faltan sanitarios para ocuparse de ellos
Días antes, trabajadores que cuidan de las personas sin hogar a través del Samur Social (que cuenta con 18 equipos de calle) ya habían comenzado a informarles de lo que era el coronavirus y a darles instrucciones de cómo protegerse y cómo proteger a los demás. El problema, señala una de esas trabajadoras que les atiende, es que ahora están bajo mínimos.
Faltan sanitarios para ocuparse de ellos porque muchos están a pleno rendimiento en los hospitales. Además, en el caso de las personas sin hogar, se desconocen los datos relativos a casos positivos.
"Que la campaña del frío siga es una buena noticia. Nuestros centros son para dormir. Son barracones llenos de literas. Dejarlos abiertos como centros de día sería una solución. Porque, llevarles a dormir y volver a dejarles en una ciudad vacía es una locura. Es como una escena de 'The walking dead'", señalan las mismas fuentes en alusión a la famosa serie de televisión.
Nerviosismo y falta de información
Especial "nerviosismo e inquietud" reina entre los trabajadores de Accem, una ONG presente en 12 comunidades autónomas y un total de 38 municipios de toda España que participa en más de un centenar de redes y espacios de colaboración con instituciones y entidades sociales.
Los trabajadores de los centros se quejan de que se están “exponiendo de forma muy directa al coronavirus”
“Nuestras compañeras y compañeros nos están trasladando sus inquietudes, su nerviosismo y su falta de información, recursos y medidas. Estamos pidiendo a la entidad que mejore todos estos aspectos y nos facilite información, pero… nos faltan respuestas. En los centros de personas sin hogar éstas personas pueden tener un riesgo mayor por un estado de salud deteriorado y con bajas defensas", señalan desde la sección sindical de CCOO en Acemm Madrid.
Los trabajadores se quejan de que se están “exponiendo de forma muy directa al coronavirus”. En la fase del brote de Covid-19 en la que estamos, apuntan, el objetivo es impedir los contagios y una de las medidas prioritarias es evitar las concentraciones de personas.
Trabajan sin mascarillas
“En estos centros son muchas las situaciones de aglomeraciones, las salas de dormir son grandes y diáfanas, duermen sin separaciones, en el comedor tampoco hay distancias...". Se quejan, también, de que trabajan sin mascarillas. "Y cuanto más precarias son las condiciones de trabajo, peores son las medidas frente al coronavirus", remarcan.
En Madrid, el Ayuntamiento dispone de diferentes dispositivos de atención que proporcionan prestaciones básicas (alojamiento, manutención, aseo, etc…) y atención social a las personas sin hogar que presentan un mayor grado de deterioro personal y social. En los centros se desarrollan programas de atención a personas sin hogar que presentan problemas específicos como drogadicción, alcoholismo o trastorno mental.