Emocionado, orgulloso y feliz. Así se siente José Eugenio Guerrero Sanz, jefe de la UCI del Hospital Gregorio Marañón y del Grupo HM, en Madrid, quien este viernes será el encargado de pronunciar un discurso en nombre del colectivo de sanitarios españoles en primera línea contra la covid-19 galardonados con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia. Un acto que desde el Marañón, especialmente orgulloso de que uno de sus profesionales haya sido distinguido con semejante reconocimiento, seguirán con entusiasmo.
Los Premios Princesa de Asturias se entregan este año en una edición inevitablemente marcada por la pandemia del coronavirus. Tanto es así que este jueves, la víspera del gran día, la Fundación Princesa de Asturias ha emitido un comunicado en el que informa que los actos que se van a celebrar en el marco de los galardones fueron autorizados por la Dirección General de Salud Pública en fecha 5 de octubre de 2020 y han sido reevaluados los días 14 y 15 de octubre con las autoridades sanitarias competentes, que han confirmado que la autorización sigue vigente.
¿El motivo? Desde la medianoche del 14 de octubre y durante los próximos 15 días, Asturias volverá a una fase 2 de la crisis sanitaria, aunque "modificada". El presidente del Principado, Adrián Barbón, ha llamado a los asturianos a un "autoconfinamiento" de quince días, además de evitar actividades y contactos sociales y, en su caso, realizar esas actividades al aire libre.
Unos premios marcados por la pandemia
En ese contexto, Oviedo celebra unos premios en los que, especialmente, se reconocerá la labor de los sanitarios españoles que han trabajado y lo siguen haciendo en primera línea contra la pandemia de la covid-19. Un reconocimiento dirigido a los profesionales de la medicina, la enfermería, los auxiliares y el resto del personal sanitario que han atendido directamente a los pacientes contagiados y han realizado su labor en los principales focos de lucha contra la enfermedad.
El doctor Guerrero será una de las quince personas que representarán a los sanitarios en el acto de entrega. En Oviedo, según ha anunciado la Fundación, el colectivo estará representado mayoritariamente por personal de Asturias, desde médicos a farmacéuticos, pasando por enfermeras, celadores, limpiadoras o técnicos de emergencias.
Un discurso redactado "con mucho mimo"
En el grupo figuran también Teresa López Pernia, madre de Sara Bravo López, médico de Familia en el Centro de Salud de Mota del Cuervo (Cuenca) que con 28 años perdió la vida atendiendo a pacientes; Alberto González Estébanez, neumólogo en el Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla de Madrid y capitán del Cuerpo de Sanidad Militar; la farmacéutica Nieves Mijimolle Cuadrado, cuyos padres, Tomás Mijimolle y María del Carmen Cuadrado, también farmacéuticos o Fernando Valdés Menéndez, celador del Hospital Universitario Central de Asturias.
En el doctor Guerrero ha recaído la responsabilidad de pronunciar el discurso en nombre de sus compañeros. Unas palabras que "ha cuidado mucho, ha redactado con mucho mimo y en el que habrá un recuerdo para sus compañeros fallecidos", señalan desde el Hospital Gregorio Marañón donde, en estos días, asisten con orgullo al hecho de que "uno de los suyos" haya sido elegido para semejante tarea.
Cuando decidió entregar el Premio Princesa de Asturias de la Concordia a las "miles de personas, que desde sus respectivas responsabilidades y tareas, en centros sanitarios públicos y privados, y otros servicios, han estado en contacto directo con los pacientes afectados por la covid-19", el jurado destacó que "con su heroico espíritu de sacrificio, y asumiendo graves riesgos y costes personales, incluso la pérdida de la propia vida, se han convertido ya en el símbolo de todas las personas, instituciones y empresas enfrentadas a esta pandemia".
"Los peores días de mi vida como médico"
El pasado mes de junio, Vozpópuli entraba en la Unidad de Cuidados Intensivos del Gregorio Marañón que dirige el doctor Guerrero. El intensivista explicaba entonces a este digital que donde habitualmente existía una veintena de camas, llegaron a estar hospitalizados 135 pacientes, de los que 115 padecían la covid-19.
Guerrero echaba la vista atrás y rememoraba "un desbordamiento sanitario espectacular" en un centro sanitario que llegó a superar los mil pacientes ingresados por coronavirus durante varias jornadas. "Recuerdo los peores días de mi vida como médico. Y yo, por mi edad, he vivido el VIH, la colza, accidentes aviación, el 11-M...pero, como esto, nada", sentenciaba entonces el jefe de la UCI.
El médico, de larguísima trayectoria y también jefe de UCI del Grupo HM Hospitales, señalaba entonces a modo de reflexión: "Es importante el reconocimiento social, pero el gran drama que se ha vivido en la sanidad madrileña no ha llegado. Ese sufrimiento se ha quedado para los sanitarios y a los familiares que han vivido esto. Es una enfermedad deshumanizada", concluía sobre el coronavirus.