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El otro reto de la vacuna contra la covid-19: se necesitarán 8.000 aviones jumbo para distribuirla

Así lo ha advertido una de las mayores patronales del transporte aéreo a nivel internacional, que ha advertido de la falta de planificación que hay por el momento 

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Los retos que presenta desarrollar una vacuna contra la covid-19 son muchos: desde garantizar que sea segura hasta producirla en masa o incluso traducir su prospecto a más de un centenar de idiomas en un tiempo récord. Pero uno de esos desafíos en los que todavía no muchos se habían parado a pensar es cómo se distribuirá la vacuna una vez producida para llegar a los países de destino en el menor plazo posible. De acuerdo con la mayor patronal de aviación a nivel internacional, será el mayor reto de la industria hasta la fecha, ya que calculan que necesitarán al menos 8.000 aviones jumbo para suministrar una vacuna a todos los países afectados.

Eso asumiendo que la vacuna que logre desarrollarse con éxito sólo requiera una dosis para ser efectiva, claro. Desde la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés) han advertido esta semana en un comunicado que la falta de capacidad de infraestructuras para distribuir la vacuna puede suponer un bache a la hora de garantizar su acceso.

Mientras las farmacéuticas están haciendo un esfuerzo sin precedentes para acelerar el proceso de los ensayos clínicos lo máximo posible y lograr que se aprueben sus inyecciones contra la covid-19 -para lo cual tienen que ser completamente seguras y producir inmunidad- desde el sector de la aviación esán trabajando con aerolíneas, aeropuertos, laboratorios y las autoridades de decenas de países para desarrollar un plan de distribución de las dosis.

Distribuir un medicamento o una vacuna no es lo mismo que transportar ropa, por ejemplo, sino que los aviones tienen que estar adaptados y contar con control de temperatura, entre otras características. 

El director general de IATA, Alexandre de Juniac, aseguraba esta semana que distribuir la vacuna de la covid-19 será "la misión del siglo" para la industria del transporte aéreo, al tiempo que ha urgido a los gobiernos que han adquirido dosis anticipadas de la vacuna a poner en marcha una hoja de ruta para determinar cómo se transportarán.

Parón de la vacuna de Oxford

El CEO de la farmacéutica británica AstraZeneca, que este miércoles tuvo que paralizar de manera temporal los ensayos clínicos de su vacuna contra la covid-19, ha asegurado que sigue cabiendo la posibilidad de que la inyección que están desarrollando llegue a finales de año -o a principios del que viene. 

Este miércoles, la compañía, que está trabajando en colaboración con la Universidad de Oxford en una vacuna contra la covid-19, interrumpió sus pruebas clínicas en fase III después de descubrir un caso de mielitis aguda -una patología neurológica relacionada con la inflamación de la médula ósea- en una de las voluntarias en sus pruebas clínicas en Reino Unido. Aún se desconoce si la participante tenía patologías previas y si la enfermedad está o no directamente relacionada con la vacuna.

Se trata de una práctica muy habitual dentro de la industria farmacéutica y de hecho, es la segunda vez que se interrumpen los ensayos clínicos de esta vacuna. "La diferencia con otros ensayos clínicos es que no todo el mundo está pendiente de ellos. Se paran, se estudian y se retoman", ha apuntado el CEO de AstraZeneca, Pascal Soirot, en una intervención ante la prensa recogida por el diario británico The Guardian.

A pesar del optimismo de Soirot, el caso de esta voluntaria británica podría considerarse un baño de realidad para la Unión Europea, el Gobierno de Pedro Sánchez e incluso la propia farmacéutica, que han pecado de optimismo a la hora de garantizar plazos que no sabían si podían cumplir.

No obstante, desde hace meses son muchos los expertos que advierten que el plazo de finales de 2020 es muy poco realista. Si bien la comunidad científica está realizando un sprint sin precedentes para lograr desarrollar una vacuna lo antes posible, de media se tardan 10 años en lograrlo, por lo que sólo el hecho de que se vaya a conseguir en un año es todo un hito.

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