Las relaciones sexuales son una parte importante en el buen funcionamiento de una pareja y mejorarlas si hay algo que no nos acaba de convencer debería estar entre nuestros propósitos de cada nuevo año. Cuidar las relaciones íntimas, preocuparse por lo que el otro siente, le gusta o no le gusta, es fundamental para que una relación de pareja sea feliz y más duradera en el tiempo.
¿Debe estar renovar nuestra vida sexual en la lista de propósitos de Año Nuevo? ¿Por qué? “Si valoramos la importancia de la sexualidad y la erótica en nuestras vidas y deseamos priorizarlas, definitivamente deberíamos considerar la posibilidad de que renovar nuestra vida sexual sea uno de nuestros propósitos de Año Nuevo”, nos dice Cecilia Bizzotto, socióloga y portavoz de JOYclub España.
Sin embargo, “también considero que es muy importante evitar transmitir el mensaje de: “tienes que ser mejor y vivir más, tu sexualidad es insuficiente”. Este tipo de enfoque erróneo puede generar presión innecesaria y convertir el placer en una obligación. Tanto en los medios de comunicación como en redes sociales, siempre estamos mandando mensajes en cuanto a la sexualidad que hacen sentir una presión social desmedida e innecesaria a muchas personas”, explica la experta.
Además, añade que “para muchas personas el propósito de renovar la sexualidad no es importante porque quizá tienen otros problemas mayores o porque simplemente la sexualidad no es el centro de la vida de todo el mundo. Y todo es válido".
En cambio, si para ti tu erótica es un aspecto que se conecta directamente con tu plenitud, "si te encuentras atrapado en la rutina sexual y a veces careces de interés en encuentros íntimos con tu pareja o en la masturbación, si hay fantasías que deseas cumplir, pero no sabes cómo expresarlas, o si sientes que algo en tu sexualidad te gustaría cambiar o vivir más libremente, entonces por supuesto es más que válido considerar la renovación de tu vida sexual como un propósito para el próximo año”.
También el nuevo año puede ser simplemente una oportunidad para innovar, enfocarte en explorar nuevas experiencias en el ámbito de las relaciones sexuales. En definitiva, la idea es trabajar hacia una vivencia más plena y satisfactoria de tu sexualidad en el año 2024 en caso de que así lo desees.
Tendencias de la agenda sexual
¿Cuáles son las tendencias que podrían marcar la agenda sexual de los españoles más curiosos? “Nosotras desde JOYclub hicimos una encuesta a los miembros de nuestra comunidad para conocer cuáles eran las fantasías que quieren poner en práctica. Con una muestra de 200 personas, las prácticas más votadas y que, por tanto, creemos que podrían marcar la agenda sexual de los más curiosos fueron los siguientes:
La práctica, sin duda, más votada fue el sexo en grupo, por un 70 por ciento de las y los usuarios. Otra opción también muy votada fueron los “juegos sensoriales más allá de los genitales o el coito”, por un 35 por ciento de los miembros”, nos explica Bizzotto.
“Esto considero que es algo muy representativo de los cambios culturales que se están dando en cuanto a la sexualidad: venimos de un esquema absolutamente coitocentrista y cada vez más personas quieren vivir su erotismo más allá de la normatividad. Además, un 30 por ciento de las usuarias quiere probar o seguir explorando con los juegos eróticos”, añade.
Cuida tus relaciones sexuales
¿A qué nos ‘arriesgamos’ si no prestamos atención a renovar nuestra vida sexual? “Generalmente, a la pérdida de la libido o deseo sexual. Por ejemplo, muchas personas que no aceptan sus fantasías porque creen que son “desviadas” y no se permiten vivirlas con plenitud o compartirlas, acaban por aborrecer la sexualidad normativa porque esta es al fin y al cabo una imposición".
Lo mismo sucede con la monotonía sexual, "que nos hace caer en la pereza sexual y perder las ganas de mantener relaciones sexuales. Esto suele llevar aparejados problemas de pareja porque esa asincronía en el deseo (uno tiene más ganas que el otro), esa falta de contacto físico, esa mala comunicación… se acaban extrapolando a otras áreas de la relación”.
¿Programar las relaciones sexuales?
¿Es bueno ‘programar’ nuestras relaciones sexuales? “Sin duda alguna, sí, programar es lo mejor que podemos hacer para mantener la llama en relaciones de larga duración. Se suele considerar que hay dos tipos de deseo erótico: el reactivo y el espontáneo. El “deseo espontáneo” es el que nos han dicho que debería ser el bueno, el que vemos en el cine o que sucede a los inicios de una relación muy fogosa”, afirma la sexóloga.
“La típica escena de película donde los protagonistas se miran con deseo, se meten la lengua hasta la garganta y empiezan a desnudarse sin despegar sus manos y labios el uno del otro. Eso es maravilloso y a veces las relaciones sexuales pueden comenzar así, pero no siempre. La inmensa mayoría de veces el deseo aparece de forma reactiva, es decir, es una llama que se va encendiendo poco a poco con estímulos, caricias, en un espacio donde nos sentimos cómodas y con una persona que nos da seguridad”, explica.
Por ello, si estás esperando a que la llama se prenda espontáneamente como por arte de magia, “lo más probable es que el encuentro sexual nunca se acabe dando. Básicamente porque cuando aparece el deseo, igual no tenemos el tiempo y el espacio adecuados para tener unas relaciones sexuales de calidad. Además, esto es especialmente importante para la sexualidad femenina. En una sociedad donde se nos ha educado que el único objetivo del sexo es el orgasmo, los hombres tienen el “privilegio” de que suelen tener mayor facilidad para alcanzar el clímax”.
En ese sentido, “generalmente las mujeres suelen requerir más tiempo para alcanzar el orgasmo por lo que, si estamos relegando las relaciones sexuales a ese último momento del día a o a tiempos cortos, lo más probable es que a la parte femenina le cueste orgasmar o, simplemente, sentir placer”, añade.
Qué es una agenda sexual
¿Por qué deberíamos tener y qué es una agenda sexual? “Una agenda sexual es el planificar de forma consciente y deliberada un encuentro erótico. Básicamente, hablar con nuestra pareja de que tal día, a tal hora, haremos tal práctica. Para ello, no hace falta que compremos una agenda en papel o que nos mandemos citas en Google Calendar (aunque puede ser divertido) sino simplemente es tener la idea de priorizar nuestras relaciones sexuales y ponerles fecha. Es el hecho de reservarnos tiempo de calidad para encuentros sexuales, dándonos espacio para disfrutar y explorar nuestro placer”.
Los beneficios, según Bizzotto, son muchísimos. “Probablemente tendremos más predisposición física, ya que no estamos dejando el sexo para la última hora del día cuando ya estamos cansadas. Además, el mero hecho de anticiparnos y prepararlo implica un juego erótico súper placentero y muy estimulante. También nos facilitará comunicar nuestras preferencias y límites con nuestras parejas e inclusive nos puede dar pie a probar cosas nuevas”.
Y si llegado el momento de la cita, no hay deseo (alguna de las partes ha tenido un mal día, por ejemplo) “nos lo podemos tomar con buen humor y ser flexibles. Aceptar que quizá lo planeado no se puede hacer, pero sí otras cosas, por ejemplo: igual habíamos planeado probar diez posturas del Kamasutra y untarnos en chocolate y quizá acabamos acariciándonos y haciéndonos masajes eróticos. ¡Y está genial!”, concluye.