Sexualidad

Citas con calma: cómo aumentar la resiliencia y controlar los nervios

Las citas con calma son aquellas en las que las dos personas se dejan fluir sin pensar en un futuro ni en más compromiso que en vivir ese momento concreto

  • Citas con calma: cómo aumentar la resiliencia y controlar los nervios. -

Las citas con calma son una de las tendencias a las que deberías apuntarte si estás buscando una relación de pareja. Vivir de manera relajada una cita, dejar fluir y ver cómo evoluciona sin pensar en el futuro es clave para tener éxito y encontrar una pareja con la que vivir experiencias y tener algo más.  

¿Los nervios pueden dar al traste con una cita? “Claro que sí. Los nervios a veces nos ayudan a estar alerta, pero muchas veces pueden hacernos perder la cabeza. Estos nervios pueden hacernos decir cosas que no queremos o hacer parecer que estamos inseguros”, nos explica la psicóloga especializada en terapia de pareja Lara Ferreiro, analista además de los resultados de un estudio sobre relaciones llevado a cabo por Badoo.

“Es normal estar nervioso de vez en cuando, no es algo malo. Pero si eso pasa hay que intentar relajarse antes de la cita, hacer ejercicios de relajación o tomarse una tila. Hay que evitar que los nervios manchen esa primera cita tan deseada. Si sabes que puedes sufrir de estrés o ansiedad lo mejor es que pidas ayuda a un psicólogo, trabajar en eso te puede ayudar, no solo en las relaciones amorosas, si no a nivel general en tu día a día”, recomienda Ferreiro.

Qué son las citas con calma

“En estos tiempos he visto que cada vez más personas parecen tener miedo a enamorarse. La gente tiene cada vez más miedo de tener relaciones serias o comprometidas. Estas citas con calma implican que no se define la relación desde el principio, sino que se intenta fluir con tranquilidad. Esto puede ser algo positivo si las dos personas están de acuerdo. El problema viene cuando llevas varias citas teniendo “citas con calma” y el hombre (o mujer) de turno te hace 'ghosting' o 'breadcrumning', te da “migas de pan” y solo te habla cuando le interesa”, explica Ferreiro. 

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Los nervios en las citas pueden dar al traste con una incipiente relación.Pixabay

“Lo que me preocupa de la sociedad actual es la falta de compromiso. Es perfectamente normal querer tener una relación donde haya calma, y se construya poco a poco. Es más, creo que es algo muy sano. Pero el problema aparece cuando hay personas que se aprovechan de ello para llevar a cabo comportamientos tóxicos que pueden hacer mucho daño”, añade. 

“Por ejemplo, la otra persona está teniendo sexo con otras personas, no te lo dice, y cuando tú le preguntas qué es lo que quiero de ti, él dice que “ fluir”, en realidad te está manipulando porque no quiere decirte la verdad de que no se va a comprometer contigo. Y tú tendrás que hacer una intervención específica, del tipo, quieres una relación o lo que quieres es sexo ocasional, en el caso de que sea incompatible contigo, tienes que dejar de quedar con esa persona”, afirma la psicóloga. 

¿Qué es la resiliencia en las citas? 

La resiliencia hace referencia a la capacidad para enfrentar desafíos. En el mundo de las citas o a la hora de ligar estos desafíos pueden ser experiencias difíciles, como ser rechazados por alguien o encontrarse obstáculos en las relaciones. “Una persona resiliente es capaz de afrontar esos obstáculos sin que afecte a su autoestima y a su bienestar emocional. Puede parecer algo muy complicado, pero no es imposible. Por ejemplo, a veces pensamos que una relación pasada o una ruptura donde lo pasamos muy mal no nos ha aportado nada bueno. ¡Dale la vuelta a la tortilla! De las experiencias pasadas siempre podemos aprender”, nos dice la psicóloga. 

Esas relaciones pasadas que no funcionaron seguramente pueden mostrarnos lo que no queremos repetir en una relación. “También nos hacen ver lo que sí nos gusta, lo que, por otro lado, debemos mejorar y aquello que no queremos repetir. La información es poder. No sirve de nada quedarse llorando por una relación pasada toda la vida. Toma la información que necesitas, toma nota de todo lo que has aprendido, quédate con lo bueno y… ¡a otra cosa!”, añade.

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Déjate fluir cuando tengas citas y todo irá como la seda.Pixabay

Errores comunes en las citas

Algunos errores comunes pueden afectar negativamente a la experiencia en las citas. Muchas veces los nervios o la falta de empatía pueden jugarnos una mala pasada. Según Ferreiro, los errores más comunes habitualmente son: 

  • Ser impuntual. Llegar tarde puede ser una falta de respeto.
  • Mal aspecto o falta de higiene. Nuestro aspecto es lo primero que entra por los ojos. ¡No lo olvides!
  • Hablar demasiado de uno mismo sin preguntar al otro. Es decir, monopolizar el tema de conversación.
  • Mirar el móvil constantemente. Es señal de que no estás prestando atención. 
  • No hacer ninguna pregunta a la otra persona. A todos nos gusta que nos pregunten. 
  • Ser demasiado negativo. Está bien ser sincero, y si algo no te gusta decirlo, pero criticar constantemente todo lo que sucede puede molestar. 
  • Hablar todo el tiempo de una expareja. Esto suele ocasionar mucho rechazo. Estás en una cita para conocer a alguien nuevo ¡No es momento de acordarte de tu ex! 
  • Hablar del futuro juntos sin haber acordado nada. Dar las cosas por hecho siempre acaba mal. ¡La comunicación es esencial! 
  • Tener un excesivo consumo de alcohol. Es estupendo que te tomes una copa. Ahora bien, terminar borracho puede dar una muy mala impresión. 
  • No respetar los límites personales del otro. Presionar demasiado puede incomodar. 
  • Dar la impresión de que estás obsesionado con el tema, por ejemplo, tener hijos y casarte. Si ellos notan esa presión, huyen. Hay que preguntarlo de una forma inteligente para no dar esa imagen. 

Citas con nervios: ¿en qué se falla más?

Todos somos humanos, es natural estar nervioso en las citas. Aun así, hay que aprender de todos nuestros errores. Si vemos que los nervios siempre nos hacen pasarlo muy mal en una cita, es importante reconocerlo y buscar soluciones. Lo más importante es reconocer esos fallos. 

¿Cuáles son los fallos más frecuentes? Lara Ferreiro nos los explica:

  • Hablar demasiado rápido. Los nervios pueden hacer que hablemos muy rápido y que no se nos entienda. 
  • Olvidar detalles importantes: ¿Dónde habíamos quedado? ¿Cómo te llamabas? ¡Socorro!
  • No escuchar. Al estar nerviosos a veces solo escuchamos nuestros propios pensamientos. Actuar de manera demasiado rígida. Los nervios pueden verse convertidos en timidez. Esa tensión nerviosa puede afectar a la naturalidad de la conversación. 
  • Mostrar inseguridad.
  • Evitar el contacto visual. Puede que no se haga con mala intención, pero puede molestar a la otra persona. 
  • No disfrutar de la cita. Este es de los fallos más frecuentes. Se nos olvida que lo más importante de una cita es pasarlo bien, conocer a otra persona, reírse, etc. Si estamos nerviosos lo más probable es que no disfrutemos.

“Una vez conocemos esos fallos hay que cambiar el chip. En vez de dar por hecho que vas a estar nervioso, intenta trabajar en ello. Reconoce qué es lo que te pone nervioso y cómo puedes evitarlo”, añade la experta en relaciones de pareja. 

Cómo controlar los nervios en las citas 

Conocer a alguien por primera vez ocupa el segundo lugar entre las diez cosas que, según los encuestados de Badoo, les ponen nerviosos o les hacen sentir menos seguros a la hora de salir con alguien (34 por ciento). ¿Cómo podemos controlar nuestros nervios previos? Ten en cuenta algunos consejos:

  • Practica la respiración profunda. Antes de acudir a la cita puedes hacer ejercicios de relajación para relajar cuerpo y mente. 
  • Prepárate bien y con tiempo: si sabes que te pone nervioso una cita, arréglate con tiempo, date una ducha, tómate la tarde libre para cuidarte antes de la cita. 
  • Crea expectativas realistas. En lugar de buscar esa perfección imposible, trata de disfrutar. Visualiza el encuentro como algo positivo. En vez de pensar en todo lo malo que puede pasar, piensa en lo bueno. ¡Una primera cita es una aventura! 
  • Haz ejercicio el día de la cita: El ejercicio hace que liberemos endorfinas, neurotransmisores del cerebro que nos hacen sentir bien. 

¿A veces vamos con demasiadas prisas para enamorarnos? “Totalmente, a veces exigimos mucho. El amor es algo que surge, pero también algo que se construye. No podemos enamorarnos de un día para otro de alguien. A veces la gente pierde la confianza o teme quedarse soltero/a. Lo que de verdad hay que hacer es disfrutar también de esa soltería. Si quieres conocer a alguien, lánzate al mundo de las citas. Bájate una aplicación, conoce gente nueva, adéntrate en ese mundo apasionante. ¡Adelante! Pero no olvides disfrutar del viaje”, recomienda Ferreiro. 

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No tengas prisa en tus citas, deja que todo vaya fluyendo.Pixabay

“No debemos olvidarnos que la relación más importante que vamos a tener en nuestra vida es con nosotros mismos. También debemos enamorarnos de nosotros, cuidar nuestra salud mental y nuestra autoestima. No tengamos prisa”, añade. 

¿Cuáles son los trucos para saber si esa relación incipiente va a ir a más... o no? Podemos notar cuando una relación está funcionando y existe una química entre dos personas. Ferreiro nos da algunas pistas: 

  • Tienes ganas de ver a la otra persona. Te apetece conocerla, quieres saber más sobre su vida y te interesa pasar mucho tiempo con ella. 
  • Hay reciprocidad. Para que una relación funcione tiene que ser recíproca. Si no te dan lo que tu quieres ¡Sal de ahí! 
  • Límites y respeto mutuo: Sabéis establecer límites y podéis negociarlos sin haceros daño. 
  • La relación es fácil. Todo te parece sencillo a su lado, hay respeto, no hay faltas de respeto ni malos rollos. 
  • Detalles. Si las dos personas tienen detalles con el otro. Detalles que ilusionan. 
  • Hay atracción física. Se siente esa química en el ambiente. Por supuesto, para que una relación vaya a más las dos personas tienen que poner de su parte y formar un equipo. Las relaciones sanas se construyen, no salen sin más. 
  • Por otro lado, también hay que saber reconocer cuando estamos en una relación tóxica, aprender a reconocerla y darla por terminada si vemos que no hay forma de reconstruirla. Hay que saber decir adiós a aquello que nos hace mal. Si por el contrario, la relación en la que estás es fluida, hay química, respeto, compromiso y confianza, sigue adelante y trabaja en ella. Seguro merecerá la pena.

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