El Gobierno ha sacado adelante el Dictamen del Proyecto de Ley por la que se establece un Impuesto Complementario para garantizar un nivel mínimo global de imposición para los grupos multinacionales, que Podemos amenazaba con tumbar, a la espera de que se vote esta tarde. El método, el mismo del de la agónica y caótica sesión de la madrugada del martes, prometiéndole que habrá impuesto a energéticas, como hizo con ERC, Bildu y BNG para que no le tumbaran el Dictamen en la Comisión de Hacienda. El resultado, el mismo: Junts tiene la sartén por el mango. El impuesto a energéticas no se ha aprobado y todo intento de que se apruebe mediante proyecto de ley o Real Decreto-ley como ofrece el Gobierno necesita sus votos para salir adelante. Tampoco hay que despreciar el papel del PNV, también en contra de este impuesto o al menos de una versión que no sea muy suave y con exenciones a la inversión que prácticamente lo desactiven.
Despejada la incertidumbre de si Podemos dejaba caer la norma, quedaban detalles trascendentes. Finalmente no se subirá el diésel, como quedó el lunes auque en las últimas horas se apuntaba a que esta subida podía aprobarse, y habrá impuesto a la banca, aunque este último impuesto no fue validado el lunes.
No ha salido adelante como el lunes la supresión del régimen de las SOCIMI, la imposición de un IVA del 21% a apartamentos turísticos, el fin de la exención de los seguros sanitarios privados y el impuesto a grandes herencias de Sumar.
Sí se han validado las enmiendas del PSOE y PNV que pretenden atajar el fraude en hidrocarburos, una subida a las rentas del capital de dos puntos, al 30%, para rentas desde 300.000 euros transaccionada por PSOE y Sumar y una mejora de la reducción de las rentas irregulares en el IRPF para artistas. También se han validado las alzas en el Impuesto sobre Sociedades y una rebaja de tipos para micropymes y cooperativas del PSOE y Junts. Se ha dado luz verde a mejoras técnicas al impuesto mínimo del 15%, pero no a que la Ley de Presupuestos pueda modificarlo.
El culebrón de la Comisión de Hacienda
El mensaje que venía llegando desde el Congreso de los Diputados a instancias del Gobierno de Pedro Sánchez y sus socios es el de una catarata de subidas de impuestos y ya está teniendo consecuencias negativas en la inversión. Las principales SOCIMI ya han anunciado que estudian llevarse su sede fiscal fuera de España, según avanzó Vozpópuli, tras conocerse el plan del PSOE y Sumar para eliminar su régimen.
El problema es que ni siquiera el detalle de las subidas de impuestos que quiere aprobar el Ejecutivo estaba claro. El Ministerio de Hacienda ha llegado a negociar dos baterías fiscales diferentes, una con PNV y Junts, y otra con Sumar, que han rechazado el resto de sus socios. En el caso de la que ha publicitado con la formación de Yolanda Díaz la semana pasada ni siquiera es del agrado de los socios de izquierda al acompañar sus subidas de impuestos del fin del impuesto a energéticas que ERC, Bildu y Podemos quieren mantener a ultranza.
En primer lugar, el miércoles 30 de octubre, al día siguiente de la DANA, se registraron las enmiendas en el Congreso al Proyecto de Ley por la que se establece un Impuesto Complementario para garantizar un nivel mínimo global de imposición para los grupos multinacionales, texto que el Ejecutivo ha decidido que opere como ley de acompañamiento fiscal de unos potenciales Presupuestos de 2025. Aquí se desveló el pacto del PSOE con el PNV y Junts, por el que el impuesto a energéticas desaparecería y el impuesto a la banca seguiría tres años, convertido ya en impuesto en términos técnicos para que el País Vasco pueda concertarlo.
Esto se acompañó de una subida del impuesto de hidrocarburos que paga el gasóleo de automoción en 9,37 céntimos por litro (el tipo general pasará de 0,307 euros por litro a 0,40069 euros) para equipararlo con la gasolina. A la que se añadieron un alza en el IRPF a las rentas del ahorro de más de 300.000 euros un punto, del 28% al 29%, y distintos incrementos en el Impuesto sobre Sociedades.
Pues bien, el pasado lunes 12 de noviembre el PSOE desconvocó al Comisión de Hacienda que iba a votar estas enmiendas y Sumar anunciaba un pacto con el PSOE en el que le arrancaba un impuesto al lujo, un IVA del 21% a pisos turísticos, que el impuesto a la banca sea permanente y el fin de las SOCIMI y de la exención de primas de seguros privados sanitarios, entre otras medidas.
El pasado jueves, la Comisión de Hacienda volvió a desconvocarse por falta de acuerdo en las subidas de impuestos. Se produjo un nuevo retraso en la tramitación que pone en serios aprietos a Hacienda, que quiere que esté en vigor el 1 de enero para evitar perjuicios a las filiales españolas en el extranjero.
El Gobierno no quiso votar este jueves el texto sin las enmiendas de la polémica -fórmula que aconsejaban sus socios- y prefirió seguir intentando llegar a un acuerdo en impuestos, poniendo en riesgo la aprobación de la norma a tiempo. En la madugada del pasado martes se vivió la sesión más caótica que se recuerda, con la Comisión secuestrada ahasta las 0.44 horas.