El anuncio de que en la nueva legislatura se miraría debajo de las alfombras parecía una figura retórica pero ha resultado ser literalmente cierto. El Congreso de los Diputados ha convocado un concurso público para limpiar las alfombras de la Cámara por 660.000 euros.
La partida es una losa económica que anteriores presidentes de la Cámara han intentado cancelar pero a la que no habían podido renunciar porque la Real Fábrica de Tapices mantenía la exclusividad de la restauración y mantenimiento de esos tapices. Vencido ese contrato, la Cámara ha optado por no retirar esas alfombras sino por renovar la contratación mediante un nuevo concurso.
El nuevo contrato incluye la limpieza de las alfombras, un tratamiento anti-ácaros y el almacenamiento de los tapices en la temporada de verano y suma 660.000 euros. La cantidad es sustancial porque en el mismo día en que el BOE publica el concurso se ha licitado también la limpieza de todos los centros de entrenamiento de la Policía Nacional. La limpieza de los 110 centros de tiro de la Policía se realizará con una cuantía un 30% menor que la de las alfombras del Congreso: en total, 466.000 euros.
El Congreso alfombrado “sí o sí”
El Congreso de los Diputados ya intentó durante la presidencia de Manuel Marín levantar las alfombras de la Cámara. Marín propuso en la primera legislatura socialista retirar las alfombras del Congreso. Su iniciativa no salió adelante porque la cámara mantenía un contrato exclusivo con la Real Fábrica de Tapices que obligaba a mantener el alfombrado y los tapices “sí o sí”.