Sociedad

Las cárceles más duras del mundo: poca comida, transmisión de enfermedades, torturas...

La prisión de Surat Thani, donde se encuentra Daniel Sancho, es una de las más conocidas de Tailandia por su dureza. Sin embargo, no es la única que destaca por las prácticas realizadas en su interior

Fachada de la prisión de Surat Thani
Fachada de la prisión de Surat Thani EFE

Daniel Sancho, condenado a cadena perpetua por el asesinato premeditado del cirujano colombiano Edwin Arrieta, fue trasladado a la prisión de Surat Thani, en Tailandia, el pasado 30 de agosto. Antes, Sancho se encontraba en la cárcel de Samui, donde ingresó a los cinco días después del crimen y pasó poco más de un año —fue puesto a disposición judicial el 7 de agosto de 2023—.

Su traslado se debe a las mayores medidas de seguridad que ofrece Surat Thani, con alrededor de diez veces más reos (5.400 frente a 542, según el departamento de correccionales). Además, todos ellos cumplen condenas superiores a los 25 años, mientras que la prisión de Samui solo permite alojar a presos con condenas de hasta 15 años. La prisión de Surat Thani acoge a los presos ajusticiados por cometer delitos tipificados de “muy graves”, así como tráfico de armas o estupefacientes.

Surat Thani es conocida por ser una de las cárceles más duras de todo el país, con una gran masificación de reclusos —30 personas residen en cada celda donde ninguno de ellos dispone de colchón para dormir—, escasez de comida, poca higiene o violencia. De hecho, el naturalista Frank Cuesta, residente en Bangkok, opinó que uno de los riesgos en estas cárceles es el suicidio. "Lo primero que hace un preso con una cultura extranjera en Tailandia cuando le condenan a una pena larga, es pensar en quitarse la vida, en escaparse o en cómo poder pagar para poder salir", aseguró en el canal de Youtube de The Grefg.

'El gran tigre' de Tailandia

A pesar de estas condiciones, Surat Thani se queda atrás en comparación con la cárcel de Bang Kwang, "la más dura de Tailandia". Así lo asegura Joaquín Campos, quien ha visitado diversas cárceles en el sudeste asiático. Él explica que las prisiones de alta seguridad de Tailandia "no están designadas para reinsertar a presos, sino para castigarles". Es decir, no estudian carreras ni ven partidos de fútbol o escriben una biografía, "van a purgar lo que han hecho". "Se les trata mal, comen mal, duermen mal, con un hacinamiento extremo y eso da igual en Tailandia", declara Campos.

En Bang Kwang — también conocida como 'El Gran Tigre' por sus duras condiciones—, los presos no tienen aire acondicionado ni ventiladores y "duermen todos hacinados". Esto facilita la transmisión de enfermedades entre "la mayoría" de los presos, siendo la conjuntivitis la más común. Sin embargo, Joaquín Campos explica que "lo más terrible de todo" es la incomunicación. En la televisión no se pueden ver informativos, tan solo algunas películas o series en tailandés. Esto genera cierta "desesperación", "sobre todo entre los presos occidentales" por la educación recibida ya que no saben qué ocurre en el mundo. A su vez, tal y como explica Campos, esto implica que las conversaciones "todos los días versan por lo mismo", así como sobre las ratas de la cárcel, quién enferma o quién se pelea: "El día a día es muy pesado".

El único aspecto favorable de Bang Kwang es su antigüedad. "Surat Thani es una prisión nueva", por lo que la acumulación de presos es menor y el grupo de extranjeros es "minúsculo". Bang Kwang tiene mayor hacinamiento y una presencia muy grande de extranjeros, lo que permite "hablar más o menos el inglés" y, así, poder tener un grupo. "Las violaciones son muy habituales en las cárceles tailandesas, contra extranjeros sobre todo", y "la única salvación" es tener un grupo o una banda que sirva de defensa.

El Helicoide, el centro de torturas de Venezuela

En la capital venezolana de Caracas se levanta El Helicoide, un edificio que sirve de sede para el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN). Sin embargo, también cumple las funciones de un centro penitenciario de torturas. Inicialmente, la edificación iba a albergar un centro comercial, cuando comenzaron sus obras en la década de los 50. El proyecto no llegó a finalizarse y, tras unos años abandonado, El Helicoide pasó a ser propiedad del organismo de inteligencia del gobierno de Venezuela.

El Helicoide
El Helicoideeuropa press

En la actualidad, esta cárcel recluye tanto a criminales como a presos políticos, culpados de delitos que no han cometido y apresados arbitrariamente. La tortura física y psicológica es lo más habitual para ellos. En El Helicoide, las autoridades penitenciarias someten a los prisioneros a horribles castigos que van desde violaciones grupales, descargas eléctricas o asfixias con bolsas de plástico, tal y como relatan algunos de los supervivientes. Tampoco pueden hacer ninguna llamada ni ver la luz del sol. La ausencia de un respeto a los derechos humanos son la perfecta definición de las prácticas realizadas en El Helicoide.

La cárcel rusa, nieve y barro

Rusia es otro país que acoge penitenciarías conocidas por su dureza con los prisioneros. Conocida como Delfín Negro, la cárcel de Oremburgo y sus pequeñas celdas sirven de residencia para algunos de los reclusos más peligrosos de todo el país. Su vigilancia y seguridad extrema han conseguido que ningún recluso haya escapado de ella.

Sin embargo, la prisión rusa más estricta es la colonia penal IK-3 o Lobo Polar, ubicada dentro del círculo polar ártico. Allí van los acusados de los peores delitos y en ella estuvo recluido el opositor de Putin, Alekséi Navalni. Esta prisión utiliza las condiciones temporales como forma de castigo. Durante el invierno, la temperatura media es de -25ºC a -30ºC, según el portal web Latitud Nómada. Los trabajadores castigan a los reclusos dejándolos sin abrigo a la intemperie mientras los mojan. En verano, la nieve da paso al barro y los presos, desnudados hasta la cintura, son expuestos a los enjambres de mosquitos.

Estados Unidos y Ruanda

Otras de las cárceles más peligrosas del mundo se encuentran en Estados Unidos. La prisión de la Isla Rikers, en Nueva York, es considerada una de las más duras del país. Con una capacidad de hasta 10.000 presos, este complejo penitenciario ha sido denunciado por numerosos casos de abusos y violencia contra los presos. En 2022 murieron 19 personas bajo custodia policial y, al año siguiente, el Departamento de Corrección de Nueva York decidió no comunicar al público las muertes bajo su custodia. La prisión federal ADX Florence, en Colorado, también es famosa por sus celdas de aislamiento con un contacto humano mínimo.

En Ruanda, la prisión de Gitarama ve cómo miles de personas mueren cada día debido a las extremas condiciones que viven los reos. Aunque fue diseñada para 400 reclusos, son más de 7000 los que habitan en ella. Cada preso tiene un espacio de menos de un metro cuadrado y es común que sufran enfermedades o falta de comida. Estos factores son los que provocan una mortalidad muy alta, además de las muertes por asfixia o a causa de la violencia entre los presidiarios. Cruz Roja o Médicos sin Fronteras han denunciado en alguna ocasión estas condiciones.

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  • O
    Ojeador

    Antes de pasar de "chef" a "charcutero" convendría ponderar convenientemente el lugar en el cual se va a escabechar a aquel que le financia a uno las "chapas".
    Según en qué sitio te toque "penar tus culpas", puedes llegar a preferir un buen tiro en la nuca.

  • M
    MaxRusell

    Si pretenden que el público lea las noticias, por favor revisen el contenido. Claramente no pueden morir miles de personas cada día ni en la prisión de Gitarama en Ruanda como en ninguna otra. Cuando uno lee eso acaba pensando que todo el resto de los que se dice es poco menos que inventado o un refrito de aquí y allí. En fin.

  • X
    xaxonem

    Razonable que sean cárceles, y no hoteles con demasiados derechos y ninguna obligación.
    No es que se deseen, es que son imprescindibles para no olvidar que los que están dentro son delincuentes.