Los hoteles y alojamientos turísticos catalanes aplican desde el pasado uno de noviembre la nueva tasa turística aprobada por la Generalitat en octubre, un nuevo impuesto que supone que cada usuario deberá abonar entre 0,45 y 2,25 euros por día dependiendo del tipo de estancia, con un máximo de siete días.
La medida forma parte de una iniciativa legislativa aprobada en el mes de febrero, que finalmente ha entrado en vigor este puente de Todos los Santos tras aprobarse la ley de acompañamiento de los presupuestos del Govern para 2012. "En una primera estimación y contando con su aplicación hace ocho meses, se preveía una recaudación de uno 100 millones de euros, pero al comenzarse a utilizar en noviembre, sus expectativas son de 50 millones", afirman desde Economía de la Generalitat.
Los precios oscilan entre 0,45 y 2,25 euros por persona y noche según el tipo de alojamiento, con un máximo de 7 días
En concreto, se trata de un decreto ley que modifica la Ley 5/2012, de creación del impuesto sobre estancias turísticas, cuyo objetivo es permitir una gestión adecuada del tributo por parte de los establecimientos turísticos y evitar la carga tributaria excesiva.
Sin embargo, cuando se aprobó esta normativa el Govern desconocía cuáles eran los planes del Gobierno central respecto al IVA. La subida del mismo implantada en julio terminó provocando que se rebajara la cantidad inicial de la tasa para poder incluir el 10% de IVA en el precio final que paga el turista.
Distribución de tasas
Finalmente, el cuadro de aplicación diferencia entre establecimientos en Barcelona ciudad y en el resto de Cataluña, siendo los primeros más caros. En un hotel de cinco estrellas o embarcaciones de crucero que pasen más de 12 horas amarradas en el puerto, el precio será de 2,25 euros por persona y noche, el mismo precio que en todo el territorio catalán. Sin embargo, para hoteles de cuatro estrellas los usuarios pagarán 1,10 euros en Barcelona Ciudad y 0,90 en el resto . Para el resto de establecimientos y equipamientos se ha fijado un precio de 0,65 euros por persona y noche en Barcelona y 0,45 en cualquier otro lugar catalán.
La medida ha considerado que están exentos de pagar esta tasa los menores hasta 16 años y la estancias subvencionadas por programas sociales de una administración pública de cualquier estado miembro de la Unión Europea.
Además, será la Agència Tributària de Catalunya quien se encargue de recaudar este impuesto, que se liquidará trimestralmente, coincidiendo con el trimestre natural.
"Es una vía para generar ingresos que se destinarán a fomentar el turismo en Cataluña. La previsión es que se recauden en torno a 50 millones de euros", explican desde la Generalitat
Para fomentar el turismo
Según explica la Generalitat, el impuesto se convierte en una vía para generar ingresos que deben permitir consolidar y seguir potenciando Cataluña como "destino de primer orden y de referencia a nivel estatal, europeo y mundial". Para ello, los recursos que se obtengan se dedicaran a fomentar el turismo en Cataluña, por lo que en palabras del portavoz del Govern, "son recursos de carácter finalista para el sector".
Sin embargo, algunos de los responsables hoteleros de zonas turísticas ya han expresado su desacuerdo con esta medida recién implantada. Eduard Farriol, presidente de L´Associació Hotelera Salou-Cambrils-La Pineda, defiende que es un impuesto no equitativo respecto a Barcelona, principalmente por tres motivos: "El precio medio de la estancia es de menos de la mitad, nuestra ocupación por habitación por persona y noche es más del doble y la estancia media en un hotel de costa es más de cuatro veces superior a la de las ciudades", argumenta.
Farriol destaca además que el hecho de que sean los hoteleros quienes recauden la tasa será problemático a la hora de comunicarlo a los turistas en las recepciones. "Se ha implantado de manera demasiado precipitada y sin tener en cuenta las características de la Costa Dorada, copiando simplemente tasas similares de grandes ciudades", defiende.
Algunos hoteleros se quejan de la premura de la implantación, del problema de recaudarlo directamente en las recepciones o de que no es equitativo para todos los establecimientos
En la misma línea se manifiesta Martí Sabrià, gerente de la Asociación Hotelera Costa Brava, señalando que algunos clientes se habían quejado estos primeros días cuando se les había informado del tributo, de manera que "hay hoteleros que estos 4 primeros días no lo están aplicando".
Por su parte el director de la Federación de Hostalería de Lleida, Juan Antonio Serrano, explica que todavía no se puede valorar cómo funciona el impuesto, pero sí admite, en contraposición a lo que exponía Sabrià, que la consigna de la asociación es que se cobre desde el primer día porque de lo contrario "la gente se acostumbraría a no pagarlo".
Barcelona, una más
Sin reacciones conjuntas específicas, algunos hoteles de la capital catalana manifestaban que no creen que haya ningún tipo de queja al explicar a los clientes que se trata de una nueva normativa que hay que aplicar.
Con este nuevo impuesto, más controvertido si cabe por el tenso momento entre Moncloa y la Generalitat por el 'desafío independentista', Cataluña se equipara con una buena parte de los principales destinos turísticos de todo el mundo. Una tasa similar se aplica en Estados Unidos, Francia, Italia, Alemania, Austria, Bélgica, Países Bajos, República Checa, Hungría, Suiza, Croacia, Eslovenia, Marruecos, Egipto, Japón o Túnez.