El poco conocido campo de la motivación empresarial fue el eje del encuentro de hace unas semanas entre expertos en la materia y asistentes al acto, un público muy variado que llenó la Academia de Cine de Madrid formado por directivos, empresarios, emprendedores o directores de Recursos Humanos. Las intervenciones de los ponentes giraron en torno a una clave: La motivación de los trabajadores y la inversión en RRHH están directamente relacionados con la obtención de mejores resultados empresariales y puede ayudar a salir de la crisis.
El acto estaba organizado por el canal Motivación y Más, especializado en este nicho informativo y que dirige Adrián Díaz-Caneja. "Se trata de una web donde tratamos de tener dos tipos de artículos: Unos muy especializados en nuestro campo (la motivación, la superación, los RRHH, la gestión del talento, la racionalización del tiempo) y otros que se llevan esa especialización a noticias que aparecen en los medios. Es decir, si dimite Esperanza Aguirre, analizamos cómo gestiona el estrés un directivo de alto nivel y cómo puede afrontar una pérdida de estatus. Si España e Italia se enfrentan en la Eurocopa, nosotros analizamos el perfil de Mario Balotelli y cómo podemos gestionar un talento díscolo en nuestra organización", explica Díaz-Caneja.
Lo cierto es que tanto el canal como el encuentro celebrado para compartir experiencias se centran en la idea de que las empresas han de poner el acento en las personas que trabajan para ellas. La frase pronunciada por María Jesús Álava de "no importa cómo haya ido el día, volvamos a casa con la cabeza bien erguida" puede resumir el ánimo con el que las ponencias lograron dar otra visión sobre la motivación a los asistentes al acto en la Academia de Cine.
"No importa cómo haya ido el día, volvamos a casa con la cabeza bien erguida", propone María Jesús Álava.
Como el propio Díaz-Caneja admite, es una misiva que parece muy sencilla pero que en estos momentos cuenta con un contexto realmente negativo. "Aún así, no tenemos que dejar todo a merced de los factores exógenos. La tarea más dura pero la que más os va a ofrecer es la automotivación, hemos de ser capaces de gestionar nuestras emociones para poder conducirnos a donde realmente queremos ir sin que nos influya lo que nos rodea", argumenta.
Cada persona y cada empresa, un mundo diferente
Pero si algo se quiere dejar claro desde el mundo experto en motivación, es que no se pueden ofrecer incentivos generales, y que las empresas deben saber personalizar aquello que haga a cada trabajador estar más a gusto con el trabajo que realiza. Aunque en esta coyuntura parece que la única motivación puede ser la económica, los especialistas en capital humano hace años que reconocen la importancia de otros factores como la visibilidad o el reconocimiento a la labor de cada uno, la capacidad de desarrollo de la persona en la organización, la preocupación de la empresa por el empleado o que el trabajo se dé en un entorno agradable.
Según el director del canal, los mecanismo de análisis de necesidades son fáciles, y cualquier compañero o jefe puede detectar la poca motivación de un trabajador por su actitud, por su forma de encarar sus tareas. Entonces se pueden poner en marcha herramientas como los planes de incentivos, las jornadas dedicadas al 'team building', los planes de coaching con grupos, las estrategias de gamificación o las webs como Motivación y Más.
"Cada vez se habla más del 'trabajo emocional', aquel que nos satisface. Si realmente os gusta lo que hacemos existe un apego hacia nuestra labor, y esa implicación cambia sustancialmente nuestra concepción del trabajo, aportándole otro sentido a nuestra vida, por pretencioso que suene", comenta Díaz-Caneja.
Salir de la crisis
Lo cierto es que la motivación empresarial es algo por lo que se preocupan tanto empresarios o directivos como los trabajadores y el ciudadano de a pie. "Todos están interesados en esto en tanto en cuanto las empresas se mueven gracias a las personas y esa motivación hacia sus empleados supone dar motivos para su acción", defiende el director del canal.
Además, este tipo de incentivos laborales que defendía Díaz-Caneja pueden ser de mucha ayuda para empezar a salir de la crisis, según publicaba recientemente un estudio de Towers Watson.
Las empresas no pueden ofrecer planes de incentivos para mayorías, sino que se debe tratar a cada empleado en función de sus intereses
Pero para que esto funcione, tanto la empresa com el trabajador deben ser sinceros y saber cuáles son sus expectativas. La empresa debe saber seleccionar a su personal y ofrecer un espacio de desarrollo y reconocimiento de la persona. De lo contrario, ocurrirá lo que explicaba Jorge Salinas en el encuentro como 'esquizofrenia de las organizaciones': Las empresas defienden que quieren trabajadores motivados pero no hacen lo pertinente para que lo estén.
En cualquier caso, Díaz-Caneja explica que por suerte, la de la motivación es una cultura que va calando cada vez más en la mentalidad empresarial, pero que aún tiene mucho camino por recorrer. Quizás lo mejor que uno puede hacer al acabar el día, un día duro de trabajo, es seguir los consejos de algunos de los expertos que publican sus estudios en el canal para ver las cosas desde otro punto de vista y volver a casa "con la cabeza erguida", pese a lo difícil que pueda resultar actualmente.