Cerca de 23.000 jóvenes españoles estudian fuera de España, según un informe de la UNESCO, conscientes de las limitaciones de un mercado laboral doméstico incapaz de incorporar a todos sus licenciados. Si bien hace unos años la emigración iba ligada estrictamente al trabajo, ahora la inmersión en un idioma y cultura foránea comienza antes, a través de estudios en el extranjero.
De hecho, la embajada de Estados Unidos en España publicaba esta semana los datos del informe anual Open Doors 2012 sobre movilidad académica, donde se advierte que el número de estudiantes españoles en EE.UU ha crecido un 34,5% en los últimos cuatro años, coincidiendo con el estallido de la crisis. Con 4.924 jóvenes desplazados, España ha entrado por primera vez en el TOP 25 de países emisores de estudiantes a Estados Unidos.
Los países preferidos por los estudiantes españoles son Reino Unido, Alemania, Francia, EE.UU y Portugal
"El interés se ha disparado. La mayoría de los estudiantes españoles buscan mejorar sus habilidades en inglés y mejorar sus perspectivas de empleo, pero muchos también buscan tener una mejor comprensión de la mentalidad americana", explica Kara Madden, Asesora Educativa de la Comisión Fulbright para España.
"Mejoran los idiomas y las perspectivas de trabajo; también la comprensión de la mentalidad del país"
Esta comisión de intercambio cultural, educativo y científico entre España y EE.UU convoca anualmente cerca de 150 becas para estudios de grado, postgrado y postdoctorado, que logran una demanda de aproximadamente 2.500 solicitudes anuales. "Además de la formación académica, se persigue el fomento del entendimiento mutuo entre ambos países", recuerda el director ejecutivo de la Comisión Fulbright, Alberto López San Miguel.
La relación en materia de Educación Superior entre España y Alemania es igualmente muy estrecha. Actualmente hay registrados 1.987 convenios de cooperación universitaria entre los dos países y, según confirman desde el Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD), el número de solicitudes de becas por parte de alumnos españoles ha crecido exponencialmente en los últimos años. "En 2011, un total de 914 estudiantes, profesores e investigadores de España y Alemania se beneficiaron de los programas propios del DAAD", afirma su directora, Christine Arndt.
Otra de las alternativas para estudiar en el extranjero, sin duda la más conocida, son las becas Erasmus. Pese a no atravesar su mejor momento, estas becas tienen en España su máximo aliado, ya que por segunda vez consecutiva ha sido el país que más estudiantes recibió en el curso 2010-11 (37.432 alumnos) y que más estudiantes envió (36.183, un 16% más que el curso anterior).
Comenzar desde el bachillerato
Existe un recurso más para aquellos estudiantes decididos a emprender su carrera en el extranjero, que si bien sigue siendo minoritario, va en aumento en España. Se trata del Bachillerato Internacional (BI), una modalidad de enseñanza no obligatoria que garantiza el acceso a cualquier universidad del mundo, incluso las más exigentes como Oxford (Reino Unido). Este sistema, que lleva en España 30 años, fomenta una educación mucho más especializada y exige al alumno ser más proactivo y analítico.
"De cada 100 alumnos del Bachillerato Internacional, 20 continuan sus estudios en el extranjero"
"En los últimos años se ha visto un aumento considerable de la demanda y de las listas de espera para acceder a este tipo de enseñanza", asegura Juan Manuel Espinosa, uno de los coordinadores del BI en el colegio Ramiro de Maeztu, el primer público en Madrid que ofertó este bachillerato.
"No está confirmado que este aumento vaya ligado a la crisis, ya que de cada 100 alumnos sólo 20 se marchan al extranjero", explica Espinosa, que considera que muchos alumnos optan por esta enseñanza "basada en la excelencia" para salirse del deficiente sistema educativo español.