No hay rastro. La próxima semana hará quince años que Marisol De Gracia Durán, de 40 años, salió de su casa de Aluche y nunca más se supo de ella. Su hermana María Dolores intenta que la "desaparición" no se olvide pero lo tiene difícil. Hace cinco años escribió una carta a la delegada del Gobierno, entonces Amparo Valcarce, quien le aseguró que el caso no estaba cerrado. Pero la realidad es que ella y su entorno están seguros de que hace muchos años se ha dejado de buscar a Marisol.
"Si hubiera decidido alejarse nos lo hubiera dicho y lo dejó todo en casa, no cuadra”, explicaba su hermana
El 15 de septiembre de 2000 esta mujer, en trámites de separación, abandonó su piso de Madrid en dirección a Aldea del Fresno donde estaban sus hijos que vivían entonces con su marido, Carlos Hernández, de 55 años. Su esposo dice que estuvo en el pueblo y que luego se fue. Un compañero llamó a la hermana para preguntarle por el paradero de Marisol porque no se había presentado en su puesto de trabajo, una residencia de mayores. Su hermana llamó a Carlos, quien le explicó que no sabía dónde estaba. Le reconoció que había discutido con su mujer el día anterior y que se había ido de madrugada a su piso de Madrid. Esta versión fue ratificada por uno de los hijos ante la Guardia Civil.
No se sabe si llegó a su casa en la capital de España. Nadie la vio. Sin embargo, su coche sí que estaba en el aparcamiento de la vivienda. Su documentación en la casa y el dinero que tenía ahorrado en el banco, donde nadie lo ha tocado en los últimos 15 años. No se llevó ninguna maleta, toda su ropa estaba en los armarios. "Si hubiera decidido alejarse nos lo hubiera dicho y lo dejó todo en casa, no cuadra", explicaba su hermana. El marido, que se había ido a la playa después de la discusión con su mujer, volvió cuando se conoció que había desaparecido y, especialmente, cuando su cuñada le preguntó si había presentado una denuncia. Carlos tenía un dedo roto, que dijo se había lesionado en su trabajo. Finalmente presentó la denuncia en Madrid y la Policía y la Guardia Civil se pusieron a trabajar.
En los últimos tiempos tenía discusiones con su marido, con el que ya no convivía
Lo primero fue interrogar a la nueva pareja. Los investigadores descartaron desde el principio que tuviera algo que ver con la desaparición. Luego al marido… Pero no se averiguó nada. María Dolores estaba segura de que a su hermana le había sucedido algo grave. En los últimos tiempos tenía discusiones con su marido, con el que ya no convivía. Recuerda que la última pista de su vida es una discusión en Aldea del Fresno, que llegaron a oír los vecinos. Luego, nada… La hermana ha seguido su lucha por encontrar a Marisol, ayudada por varios amigos y familiares. Organizaron varias manifestaciones en el pueblo para que continuaran las investigaciones. Ahora, sus amigos preparan una concentración en Madrid para la que buscan apoyo de organizaciones feministas, de partidos, de la alcaldesa Carmena,… "de todo el que nos puede ayudar a saber donde está", afirma uno de los amigos.