La programación informática se convertirá a partir del curso 2015-16 en una asignatura obligatoria para los alumnos de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) madrileña, según informó el pasado jueves el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González.
Probablemente a muchos les resulte chocante o curioso que se estudie programación en la escuela, pero este conocimiento tiene una aplicación muy práctica para el mundo actual. Desde que los móviles no valen solo para llamar y las páginas web han dejado de ser simples documentos con hipervínculos, la demanda de programadores no ha hecho más que subir. Cada vez, más jóvenes ven en la programación una salida laboral con futuro. Pero, ¿por qué se debería enseñar programación a los jóvenes en el instituto? Aquí algunas razones.
“Ojalá hubiese aprendido a programar antes”
Un ejemplo de porqué aprender a programar lo ofrece la plataforma Code.org, donde se invita a programar durante al menos una hora para comprobar que no es tan complicado como a priori pueda parecer. No es la única iniciativa que existe para animar a cualquiera a dedicarse a este oficio, pero sí la más conocida.
Mark Zuckerberg, Bill Gates, incluso actores como Ashton Kutcher o cantantes como Shakira, así como deportistas conocidos de EE.UU. colaboraron con esta asociación para producir un vídeo en el que se anima a cualquier persona a aprender, al menos, una hora de código. Más de cuarenta millones de personas se han sumado al reto.
Por qué aprender a programar
Programar no deja de ser aplicar la lógica para construir un lenguaje que nos permita crear una aplicación para ahorrar tiempo y dinero. Lo fundamental de la programación es aprender qué es un algoritmo, es decir, unos pasos a llevar a cabo de forma mecánica. David Fernández, ingeniero informático asturiano, destaca que "con la programación aprendes a pensar de un modo más abstracto y te fuerza a tener una mente analítica".
A su juicio, esto es bueno para los jóvenes ya que "además enseña una forma de pensar, una forma lógica y metódica. La programación te obliga a partir problemas muy grandes en problemas más pequeños para poder resolverlos, y también a juntar soluciones simples para crear algo más complejo. Son conceptos que se utilizan indudablemente constante en nuestra vida diaria", zanja al respecto.
"¿Qué es más útil? ¿Memorizar la flora y fauna de cada región o tener conocimientos básicos de cómo se construye el software?"
Quizá parezca difícil, pero los fundamentos de la programación son rápidamente asumibles. Lo complicado viene después, cuando hay que aplicar los conocimientos para realizar tareas complejas. Ricardo Galli, fundador de Menéame y profesor en la Universidad de las Islas Baleares, cuenta a 'Vozpópuli' que "lo que debería enseñarse es lo fundamental, que aprendan a diseñar algoritmos para solucionar problemas concretos y a describirlo en un lenguaje de programación. Lo demás ya dependerá de las motivaciones y necesidades personales y laborales de cada persona. Para esto no se necesitan demasiados conocimientos previos más allá de lógica y aritmética", destaca.
Galli también se pregunta qué "es más útil en lo intelectual y en la práctica". "¿Memorizar la flora y fauna de cada región o tener conocimientos básicos de cómo se construye el software que es tan fundamental para nuestra sociedad y civilización?". Y es que la importancia de la tecnología informática en nuestra sociedad es capital. Quien más o quien menos ha tenido que utilizarla en alguna circunstancia y nos ha facilitado tareas que hace años serían una labor insondable.
El fundador de Menéame también destaca que durante años, la informática solo se ha concebido como una herramienta y no como un fin en sí mismo. "Tradicionalmente se enseñó la informática solo como "herramienta para otras ciencias" y eso llevó a que lo único que se enseñe es el uso de aplicaciones de procesamiento de texto, hojas de cálculo o edición de imágenes. Gracias a la programación, los jóvenes aprenderán cómo funciona el pensamiento lógico, la importancia del orden y sobre todo, la minuciosidad del trabajo bien hecho.
¿Qué aprenderán los jóvenes?
"Steve Jobs decía que programar te enseña a pensar", cuenta David Fernández a 'Vozpópuli'. Fernández, quien comenzó a programar como afición y posteriormente se convirtió en su profesión, programa aplicaciones para Android y es conocido por haber sido el desarrollador de la extensión del explorador Google Chrome "SustituCAT", en la que se sustituían las palabras "Cataluña" y "Consulta Soberanista" por "Ponilandia" y "fiesta parda". Lo hizo como broma y a día de hoy, permanece en los exploradores de un gran número de usuarios.
Solo Estados Unidos y Reino Unido cuentan con programas similares en sus escuelas
Quizá los jóvenes no aprendan a construir Instagram o WhatsApp -aplicaciones que requieren un equipo enorme de personas detrás- pero sí que serán capaces de saber qué es una API o una librería, términos muy útiles en el mundo digital. Y también sabrán qué es el SEO, el SEM o HTML5, conocimientos cada vez más demandados en las empresas.
"Creo que es mejor que trabajen con los que consideramos algoritmos fundamentales para que aprendan de abstracciones y complejidad en pocas líneas de código. Les acompañaría con prácticas simples sobre sistemas o entornos reales como apps o web, incluso sistemas simples de interacción con hardware, para que no se aburran o agobien con abstracciones inútiles, pero poco más", destaca Galli. El fundador de Menéame además es un firme defensor del software libre, el desarrollo de aplicaciones que pueden ser copiadas, desarrolladas o distribuidas libremente.
Único en el mundo
La nueva asignatura de la Comunidad de Madrid enseñará a los jóvenes cómo se programa una aplicación y los conceptos básicos del diseño web. Se enseñará qué es un lenguaje de programación, y a emplearlo de forma básica, se estudiará qué es un algoritmo, las puertas lógicas, así como todo lo relacionado con los entornos de desarrollo y la impresión en 3D. Solo Estados Unidos y Reino Unido cuentan con programas similares en sus escuelas.
El único escollo con el que podría encontrarse la asignatura puede ser el escaso ratio ordenadores/alumnos que hay en la Comunidad pero no faltarán profesionales dispuestos a enseñar los fundamentos de la programación en clase. Quién sabe si de las aulas madrileñas pueda salir un futuro Steve Wozniak -cofundador de Apple-, Linus Torvalds -programador del primer núcleo de Linux- Dennis Ritchie -creador de UNIX, el abuelo de los sistemas operativos actuales-, y ya los más conocidos Bill Gates, Steve Jobs, Paul Allen, Larry Page o Sergei Brin, fundadores de Google.