El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y la directora de la DGT, María Seguí, comparecían el pasado miércoles para presentar el balance de siniestralidad en las carreteras españolas durante el verano. Satisfechos y con el aval de las cifras, anunciaban que las víctimas mortales habían bajado un 4% en julio y agosto con respecto al año pasado. Es decir, 10 fallecidos menos. Sin embargo, una semana antes de acabar la campaña estival, las cifras no eran tan alentadoras, ni lo son en el conjunto del año.
En los 24 primeros días de agosto, en una estadística "provisional" que la propia DGT había colgado en su página web (y a la que ahora aparentemente no se puede acceder), el organismo que dirige Seguí contabilizaba 98 muertos. Nueve más que en el mismo periodo del año anterior. Esa cifra, unida a los 112 de julio elevaba a 210 las víctimas mortales a falta de una semana para el fin de la campaña. En 2013, en los mismos días habían muerto 202 personas en las carreteras.
Solo, por tanto, una última semana de agosto sorprendentemente buena en lo que a siniestralidad vial se refiere, salvó el balance de Tráfico y permitió que Seguí y Fernández Díaz anunciasen un avance en la reducción de las víctimas. En esos últimos siete días, especialmente complicados por el alto número de viajeros que regresan de vacaciones, fallecieron 13 conductores, por los 31 del año anterior.
¿"Vuelta a la estabilización"?
Ese "comportamiento a la baja" in extremis que anunció la DGT le lleva a concluir que se trata de "una vuelta a la estabilización respecto a los aumentos que se produjeron entre abril y junio", cuando las víctimas pasaron de 249 a 289 (un 16% más). Sin embargo, en el acumulado anual las cifras siguen siendo peores, con 730 fallecidos frente a los 723 del mismo periodo de 2013.
"Los muertos no suben o bajan por las medidas represivas de la DGT"
"Las cifras de siniestralidad son fácilmente manipulables", denuncia Pedro Javaloyes, presidente del Movimiento 140, que entre otras cosas defiende que se eleve a esa cifra la velocidad permitida en autovías y autopistas. "La información que da Tráfico es opaca, no hay transparencia", lamenta, arrojando incluso sospechas de que Tráfico cambie de fechas accidentes y víctimas para "cuadrar" las estadísticas. "Los muertos no suben o bajan por las medidas represivas de la DGT, sino por otros factores como el desdoblamiento de las carreteras o la modernización del parqué automovilístico", concluye.
El suyo no es el único colectivo crítico con la gestión de Seguí. La Asociación Estatal de Víctimas de Accidentes ha calificado de "auténtico desastre" la siniestralidad en las carreteras en lo que va de año. Su presidente, Francisco Canes, denuncia que la cifra de víctimas se ha "incrementado cada mes" desde marzo (a excepción de julio, con un muerto menos, y agosto, gracias a ese buen final de mes ya comentado) y exige una "actuación urgente por parte del Ministerio del Interior".