La reina Beatriz de Orange pasará este martes el testigo de la jefatura de Estado a su hijo, Guillermo Alejandro, que se convertirá a sus 46 años en el rey más joven de las monarquías occidentales. A las 10.00 horas de la mañana la reina Beatriz firmará el acta de abdicación, un documento en que también pondrán su rúbrica su hijo y su esposa Máxima, que llevará el título de reina consorte.
El acto tendrá lugar en el Palacio Real de Ámsterdam y tras la ceremonia Beatriz, Guillermo Alejandro y Máxima, así como sus tres hijas, saldrán a saludar al balcón que da a la céntrica plaza Dam, donde los ya nuevos reyes de los Países Bajos se darán su primer baño de masas ante las 25.000 personas previstas.
La ceremonia de investidura tendrá lugar sobre las 13.30 horas en la Iglesia Nueva (Nieuwe Kerk), donde acudirán todas las delegaciones reales invitadas, incluida una treintena de príncipes herederos que tomarán nota de la ceremonia. Guillermo-Alejandro no será coronado, en el sentido literal, ya que los reyes de Holanda nunca llevan corona a lo largo de su reinado, pero sí portará el manto real sobre un frac negro con corbata blanca.
Una recepción tendrá lugar más tarde en el Palacio de Ámsterdam y a última hora de la tarde los nuevos reyes de los Países Bajos realizarán una travesía real por las aguas del río Ij, tras la que asistirán con sus invitados a una fiesta final en el Muziekgebouw aan't Ij. Este 30 de abril de 2013 será el último Día de la Reina, pues desde al año próximo el día nacional se celebrará coincidiendo con el cumpleaños del nuevo monarca, el 27 de abril.
Hasta 10.000 efectivos de policía velarán por la seguridad de la ciudad, en cuyas calles se espera más de un millón de personas.
La reina Beatriz se despidió de las casas reales reinantes en el mundo y de las instituciones holandesas e internacionales con una cena de gala en el Rijksmuseum de la capital del país. Con sus últimas palabras como reina, Beatriz quiso rendir un homenaje a su marido, el príncipe Claus, fallecido en 2002, y del que dijo que casarse con él fue su mejor "decisión".